Loïs Boisson y un sueño francés en marcha: semifinalista en Roland Garros
Con apenas 22 años y ante un estadio rendido a sus pies, la francesa remontó un primer set adverso y eliminó a la rusa Mirra Andreeva por 7-6 (6) y 6-3. El Philippe Chatrier vivió una noche inolvidable.

La historia del deporte está hecha de momentos que superan lo racional. Este martes, Loïs Boisson escribió uno de esos capítulos inolvidables al vencer a Mirra Andreeva en los cuartos de final de Roland Garros 2025, metiéndose por primera vez en su carrera en semifinales de un Grand Slam.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa joven francesa de 22 años, sin antecedentes en rondas finales de torneos grandes, se impuso por 7-6 (6) y 6-3 en un duelo repleto de emociones, tensión, estrategia y corazón. En la legendaria Philippe Chatrier, el público se convirtió en su aliado incondicional, empujándola en cada punto, en cada pelota, en cada gesto. La rusa, por el contrario, se fue del estadio entre lágrimas y frustración.
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De la timidez al éxtasis: cómo cambió el partido
Todo parecía controlado por Andreeva en los primeros juegos. Con su habitual potencia y solidez, la rusa se adelantó 5-3 en el primer set y parecía encaminar la victoria. Pero ahí emergió Boisson. No con fuerza bruta, sino con táctica, variedad y temple. Cambios de ritmo, tiros cortados, derechas con peso y una lectura perfecta del juego marcaron el camino de una remontada épica.
El tiebreak del primer set fue una batalla emocional que terminó inclinando la balanza a favor de la francesa. A partir de allí, Andreeva entró en una espiral de ansiedad y Boisson floreció con total naturalidad, como si estuviera disputando su décimo Roland Garros, no el primero.
Una nueva heroína local
Loïs Boisson se convirtió en la gran esperanza del público francés, que no encontraba una figura femenina con este nivel de conexión desde los años dorados de Mary Pierce. Lo de Boisson no fue sólo tenis: fue energía, carisma y capacidad para transformar un partido adverso en un espectáculo inolvidable.
Andreeva, una de las grandes promesas del circuito, no pudo sostener su nivel mental frente a un estadio volcado. Salió del court visiblemente afectada, con lágrimas y una lección dolorosa: el talento no siempre alcanza cuando se mezclan presión, público y expectativas.