Las ventas minoristas siguen sin repuntar y en noviembre cayeron 9,1 por ciento mensual
Las ventas de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) siguen sin repuntar. En noviembre se hundieron un 9,1 contra octubre y 4,1 por ciento interanual, consolidando la tendencia negativa en las ventas minoristas.
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Los datos desprendidos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), y a los que pudo acceder la Agencia Noticias Argentinas, muestran un deterioro de las ventas: contra noviembre del 2024 cayeron 4,1 por ciento a precios constantes, mientras que reflejado contra el mes anterior se desplomaron 9,1 puntos.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailA pesar de la tendencia negativa ya consolidada desde mayo -en donde cortaron una racha de cinco meses en alza- en el acumulado del año se ubicaron en terreno positivo: se incrementaron 3,4 por ciento contra el mismo período del año anterior.
Al analizar la situación económica actual de los comercios, más de la mitad (54,2 por ciento) de los encuestados reportó estabilidad en la comparación interanual. No obstante, un 37 por ciento señaló un deterioro en las condiciones, cifra que representa un incremento de cuatro puntos porcentuales respecto a octubre, revirtiendo parcialmente la mejora de percepción registrada el mes anterior.
Pese a la contracción de los márgenes y el deterioro en la percepción del presente, el sector comercial sostiene una proyección optimista para el próximo año, en done apuestan por un “reordenamiento” de las variables que permita reactivar la demanda interna.
En ese sentido, un 48,6 por ciento proyecta un escenario de mejora, mientras que solamente el 7,7 anticipa una evolución negativa. Un 43,7 por ciento estima que la situación se mantendrá invariable.
Respecto al clima de inversión, el 60,1 por ciento evalúa el contexto actual como desfavorable para realizar desembolsos de capital, frente a un 14,6 que lo considera oportuno y un 25,2 que no definió una postura.
Desde CAME señalan que noviembre fue un mes en donde se consolidó un escenario de “consumo dual”, donde la “restricción presupuestaria y el agotamiento de los límites de financiación profundizaron la brecha entre la demanda de bienes esenciales y los consumos postergables”.
“La actividad operó bajo una lógica de transición, caracterizada por una fuerte cautela operativa que frenó las decisiones de inversión en el corto plazo ante la incertidumbre de los costos y la competencia”.
Impacto
Las ventas del sector Alimentos y bebidas registraron una caída del 5,9 por ciento interanual, afectadas principalmente por la pérdida de poder adquisitivo de los hogares y la persistencia de la inflación en la canasta básica. Contra octubre cayeron 5,9 puntos y en el acumulado del año presentan una suba de 4,9.
“La demanda se comportó con notoria cautela, limitándose a la compra de productos esenciales y de segundas marcas. Si bien se observó una menor incertidumbre política tras las elecciones legislativas, la falta de liquidez impidió que esto se tradujera en una recuperación del consumo masivo”. NA
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