Un billete de $100 que en 2002 pagaba 28 kilos de asado, hoy no alcanzaría ni para 10 gramos
El Instituto de Economía de UADE realizó un análisis que demuestra la vinculación de la mayor cantidad de moneda emitida con el menor poder de compra resultante.

El Instituto de Economía (INECO) de la UADE llevó a cabo un análisis sobre la devaluación de la moneda argentina en los últimos años, y sus resultados arrojan una gran disparidad económica. En ejemplos claros, un billete de $100 que en 2002 pagaba 28 kilos de asado hoy no alcanzaría ni para 10 gramos de este corte de carne.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailCuando el billete de $100 salió en el 2002, tenía un alto poder de compra. Según el estudio, se podían comprar 28 kilos de asado, o 142 kilos de pan, o 62 kilos de yerba. 23 años después, tomando como referencia el marzo último, el mismo papel apenas alcanza para 8 gramos de la misma carne, 83 gramos de pan y 29 gramos de yerba.
En precios, a principios del 2002 el kilo de asado costaba $3,50, el de pan $0,70 centavos y el de yerba $1,60. En la actualidad, el kilo de asado tiene un valor de $12.000, el de pan $2.300 y el de yerba $3.500.
En materia cambiaria, esos $100 con la cara de Roca comenzaron con la Convertibilidad en 1992 y equivalían a 100 dólares. La paridad 1 a 1 duró 10 años y en 2002 se devaluó por 3, con lo que el poder de compra de los 100 pesos se redujo a 33 dólares. Transcurridos 23 años, hoy solo podrían cambiarse por 8 centavos de dólar.
Con estos ejemplos, el Instituto de Economía de la UADE demostró la vinculación de la mayor cantidad de moneda emitida con el menor poder de compra resultante.
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El motor de la inflación
En Argentina, la emisión monetaria ha sido un factor clave en la evolución de la inflación. A lo largo de los años, el Banco Central recurrió a la impresión de billetes como una forma de financiar déficits fiscales, especialmente en períodos de restricciones en el acceso a financiamiento externo o interno.
Este exceso de dinero en la economía reduce el poder adquisitivo de la moneda y obliga a introducir billetes de mayor denominación, como ha ocurrido recientemente con la emisión de billetes de $2.000, $10.000 y $20.000.
El vínculo entre emisión e inflación se explica a través de la teoría cuantitativa del dinero, que postula que el nivel de precios está determinado por la cantidad de dinero en circulación y la velocidad con la que este circula en la economía.
Billetes en circulación
Los datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA) muestran que, entre 2002 y 2010, la cantidad de billetes se mantuvo por debajo de los 2.000 millones de unidades. A partir de 2010, comenzó una tendencia de crecimiento sostenido, con un pico en julio de 2024.
Desde abril de ese año se redujo la cantidad de billetes en circulación, posiblemente debido a un ajuste monetario o a cambios en la demanda de efectivo por parte del público según interpreta el INECO de UADE.
Recién a partir de 2021 se nota un cambio importante en el valor monetario total del circulante, que de ser inferior a $2.000 millones, comenzó a crecer aceleradamente, alcanzando $4.300 millones en mayo de 2023 y mostrando un incremento aún más fuerte con la introducción de los billetes de mayor denominación.
La emisión monetaria inyecta dinero en la economía para financiar el gasto público, asistir al sistema financiero o estimular la actividad económica, explica el trabajo. Y si la cantidad de dinero en circulación crece a un ritmo superior al de la producción de bienes y servicios, se genera un aumento sostenido de los precios, es decir, inflación.
El primer papel moneda con la cara de Roca salió en 1992 como número uno, y ahora es el séptimo, detrás de los de 20.000, 10.000, 2.000, 1.000, 500 y 200 pesos.