El pulso inmobiliario de Tandil: optimismo con desafíos y un llamado a la planificación
El mercado inmobiliario de Tandil cerrará el año con un balance "excelente" y un marcado optimismo de cara a 2026, consolidando a la ciudad como una "burbuja" de inversión y crecimiento. Sin embargo, el sector enfrenta desafíos en el comercio minorista, la necesidad de infraestructuras y la preocupación por ventas de terrenos no habilitados, según el presidente del Centro de Martilleros, Enrique Alewaerts.
Enrique Alewaerts, presidente del Centro de Martilleros de Tandil, dibujó un panorama alentador del sector inmobiliario local, destacando que, pese a las fluctuaciones económicas y los procesos electorales, la ciudad mantuvo un ritmo constante de actividad. Especialmente antes de las primeras elecciones, fue "muy bueno", y aunque hubo un leve freno post-electoral, la demanda de alquileres para vivienda y propiedades en venta se sostuvo firme. Alewaerts enfatizó que el mercado inmobiliario es un termómetro directo de la economía tandilense, donde la construcción y la ocupación de viviendas reflejan su dinamismo. Respecto al crucial segmento de alquileres para vivienda, Alewaerts indicó un reacomodamiento de los precios. Tras una escalada a fines del año pasado, los valores se han estabilizado e incluso, en algunos casos, retrocedieron ligeramente, normalizando la situación. Actualmente, los contratos se firman por veinticuatro meses, con ajustes cuatrimestrales basados en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), una modalidad que el mercado ha aceptado positivamente. El presidente del Centro de Martilleros señaló que la oferta de unidades de alquiler ha superado a la demanda, lo que permite a las familias tener más opciones y poder elegir dónde vivir. Este cambio se atribuye, en parte, a la derogación de la anterior ley de alquileres, que llevó a muchos propietarios a volcar sus propiedades al mercado de alquiler permanente en lugar del temporario. El auge de la construcción es otro pilar fundamental del dinamismo local. Alewaerts se mostró impresionado por el volumen de obras, tanto multifamiliares como viviendas unifamiliares, que se ejecutan en Tandil. La estabilización de los precios de los materiales y la mano de obra ha brindado mayor previsibilidad a los constructores, impulsando la inversión privada. Es común ver a vecinos que invierten sus ahorros en la edificación de sus propios hogares, contribuyendo al crecimiento continuo del parque inmobiliario. Esta fortaleza contrasta con la situación de otras ciudades, donde el ritmo de construcción es menor, reforzando la percepción de Tandil como una "burbuja" económica. La ciudad se consolida, además, como un imán para la inversión regional. Martilleros de Azul y Olavarría, por ejemplo, prefieren invertir sus ahorros en propiedades tandilenses, ya sea para sus hijos que estudian aquí o como resguardo de valor. Un fenómeno destacado es la tendencia de los estudiantes universitarios a radicarse en Tandil una vez finalizados sus estudios, generando una demanda constante de viviendas que, en muchos casos, se concreta en la compra de propiedades más grandes para formar una familia. Si bien la demanda de familias enteras buscando radicarse en la ciudad ha disminuido ligeramente en comparación con años anteriores, la llegada de estudiantes sigue siendo un motor importante. Sin embargo, el panorama no es uniforme. En contraste con la robustez del mercado residencial, el sector de alquileres comerciales del microcentro presenta un escenario más complejo. Alewaerts admitió la existencia de locales vacíos en arterias céntricas, un fenómeno que no se observaba el año pasado. Mientras las grandes marcas renuevan sus contratos, los pequeños y medianos comerciantes, o "comerciales PYME", enfrentan la doble presión de costos operativos crecientes y una caída en las ventas y el consumo. El presidente del Centro de Martilleros advirtió sobre la importancia de que los propietarios ajusten los valores de los alquileres para retener a inquilinos solventes, prefiriendo un acuerdo negociado a la desocupación de los locales, que implica meses de pérdida. Esta situación ha llevado a una descentralización de la actividad comercial, con polos de crecimiento en zonas como Actis, Darregueira y Brasil, donde la vacancia de locales es mínima. De cara al futuro, Alewaerts planteó preocupaciones fundamentales sobre la capacidad de la ciudad para sostener su crecimiento sin perder calidad de vida. La expansión urbanística requiere una infraestructura de servicios a la altura, que incluya agua, luz, cloacas, tratamiento de residuos y, crucialmente, seguridad. En este sentido, hizo un llamado a las autoridades municipales y provinciales para que estén a la altura de la realidad de Tandil, abordando con planificación y obras las demandas que el crecimiento genera. El presidente también alertó sobre desarrollos inmobiliarios irregulares, particularmente la venta de condominios o fracciones de terrenos que no están debidamente habilitados para la construcción. Desde el Centro de Martilleros se aconseja a los inversores y compradores que consulten a profesionales matriculados, como martilleros y agrimensores, o al propio centro, antes de concretar una operación, para evitar caer en proyectos que pueden terminar en problemas judiciales y pérdidas económicas significativas. Finalmente, el sector inmobiliario deposita grandes esperanzas en la reactivación de los créditos hipotecarios. Alewaerts se mostró "súper expectante" ante la posibilidad de que el año próximo sea "disruptivo" en esta materia. La necesidad de acceso a la vivienda propia para los ciudadanos tandilenses es evidente, y la baja de las tasas de interés, junto con un índice UVA previsible, podría generar un impulso sin precedentes. Este escenario, sumado a la estabilidad de los valores de la vivienda usada, podría ser el momento ideal para que muchos accedan a su primera propiedad. Alewaerts concluyó con un pronóstico optimista para 2026, reconociendo el potencial de Tandil y reiterando la necesidad de un liderazgo político que acompañe su desarrollo ordenado. El encuentro también sirvió para que Enrique Alewaerts, en lo que anticipó como una de sus últimas apariciones como presidente del Centro de Martilleros –dada la próxima renovación de autoridades en marzo–, agradeciera la constante atención de los medios a la voz del sector.