Meli analizó el balance del sector agropecuario y destacó el impacto de la baja en las retenciones
Matías Meli, vicepresidente de la Sociedad Rural de Tandil, destacó la recuperación del diálogo con el Gobierno nacional y los excelentes rindes que se registran en Tandil hacia el cierre del 2025. Pese a las dificultades climáticas en el oeste bonaerense, se mostró optimista respecto a la mejora en la competitividad y el cumplimiento de las promesas oficiales para el sector.
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En el marco de un cierre de año marcado por definiciones clave para el sector productivo, Matías Meli realizó un balance detallado sobre el escenario agropecuario actual. La entrevista tuvo lugar en La Mañana, programa que se emite por El Eco Streaming, Eco TV y Tandil FM 104.1, donde el dirigente repasó los hitos de un 2025 que calificó como "movido", pero con señales positivas para la planificación a largo plazo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDurante el encuentro, Meli analizó el impacto de las políticas económicas nacionales en la rentabilidad del productor y la situación particular de las diversas actividades que conviven en el partido de Tandil. El dirigente subrayó la importancia de la estabilidad normativa para un sector que venía de años de incertidumbre y falta de interlocución con las autoridades nacionales.
Políticas agropecuarias y la reducción de alícuotas
Uno de los ejes centrales de la charla fue la modificación de los derechos de exportación, conocidos como retenciones. Meli recordó que el año estuvo signado por cambios en las alícuotas para el trigo, la cebada y el maíz, los cuales sufrieron variaciones desde marzo hasta la inauguración de la Rural de Palermo. Sin embargo, celebró que finalmente se estableciera una reducción permanente en los gravámenes, lo que brinda mayor previsibilidad.
Precisó que las bajas fueron de dos puntos porcentuales en promedio. De esta manera, la soja pasó del 26 al 24 por ciento, mientras que el trigo y la cebada descendieron del 9.5 al 7.5 por ciento. Otros cultivos, como el maíz y el sorgo, se ubicaron en el 8.5 por ciento, y el girasol cerró en un 4.5 por ciento. "Todo lo que sea baja es importante para mejorar la competitividad y obtener un mejor precio por el producto", aseguró.
En este sentido, destacó la apertura del diálogo con el presidente y el ministro del área, diferenciando la gestión actual de las administraciones anteriores. Según explicó, existe un compromiso oficial para que durante el transcurso del 2026 se continúe con la tendencia decreciente de estos impuestos. Para el sector, esto representa un voto de confianza que permite planificar las campañas con mayor margen de inversión.
"El sector necesitaba credibilidad para programar sus ventas y sus campañas", afirmó Meli. El referente insistió en que el cumplimiento de las promesas de campaña ha sido un aliciente fundamental para que el productor vuelva a apostar por la tecnología y la expansión de sus fronteras productivas, a pesar de que la presión impositiva sigue siendo un tema de agenda permanente.
El escenario de la ganadería y la lechería
En cuanto a la carne vacuna, Meli explicó que el año cerró con un aumento importante en los precios, motivado por la apertura de nuevos mercados de exportación y una oferta que todavía siente el impacto de años anteriores. La falta de terneros y novillos en el mercado interno respondió a que muchos criadores salieron de la actividad o redujeron su stock debido a la falta de rentabilidad histórica en la cría.
No obstante, el panorama comenzó a revertirse y se observa una fase de recuperación. Meli señaló que los buenos precios sostenidos durante el último año permitieron estabilizar la actividad ganadera, proyectando un 2026 con valores más equilibrados para el consumo. "Veníamos de números que no eran buenos, pero ahora el sector se está recuperando y el precio se va a estabilizar en estos meses", indicó.
Por el contrario, el sector lechero presenta un desafío mayor debido a que el precio de la leche entró en una meseta inflacionaria hace varios meses. El dirigente advirtió sobre la necesidad de un reacomodamiento de los valores para evitar que la inflación erosione la ganancia del tambero. La clave, según su visión, reside en la apertura de exportaciones que permitan evacuar los excedentes de producción y traccionar el precio interno.
La preocupación por la lechería radica en que es una actividad de capital intensivo y mano de obra permanente. Meli subrayó que, sin un precio que acompañe el incremento de los costos operativos, la viabilidad de muchos tambos regionales corre peligro. Por ello, instó a las autoridades a mantener el foco en la competitividad de las economías regionales que dependen fuertemente de este producto.
Rindes positivos en Tandil y el contraste regional
Al referirse a la realidad local, el panorama es alentador. En Tandil, la cosecha de cebada está arrojando rindes muy buenos y, fundamentalmente, con calidad cervecera, lo que garantiza un ingreso extra para el productor local. Asimismo, las expectativas para el trigo son elevadas, mientras que los cultivos de gruesa —maíz y girasol— se encuentran en excelentes condiciones gracias a un régimen de lluvias adecuado.
Sin embargo, Meli no pasó por alto la difícil situación que atraviesan otras zonas de la provincia, como 9 de Julio, Casares y el oeste de Olavarría, donde las inundaciones han causado pérdidas totales. "En esas zonas no han quedado caminos, no hay escuelas rurales y las pérdidas son absolutas", lamentó. Esta dualidad climática marca un cierre de año dispar para los productores bonaerenses.
Finalmente, reivindicó el rol del campo como el gran dinamizador de la economía local. Sostuvo que cualquier excedente financiero del productor se vuelca inmediatamente a la ciudad, ya sea en mejoras de infraestructura, genética, fertilizantes o en la renovación de maquinaria y vehículos. "El campo motoriza todo; el gaucho enseguida vuelca el dinero en mejorar el molino o hacer alambrados", graficó.
Bajo esta premisa, Meli concluyó que, si no se le "pone el pie encima" al sector, la capacidad de aumentar la producción y generar recursos para el país es ilimitada. Con el foco puesto en un 2026 de mayor crecimiento, el sector agropecuario de Tandil despide el año con la esperanza de que la estabilidad macroeconómica consolide el camino iniciado.