Britney Spears, reconocida mundialmente como la “Princesa del Pop” y una de las voces más influyentes de la década del 2000, celebra este martes su cumpleaños número 44. La artista, nacida en McComb, Misisipi, alcanzó la fama global en 1998 con su debut “Baby, one more time”, un éxito arrollador que marcó a toda una generación y la posicionó entre las artistas femeninas con mayores ventas de todos los tiempos.

Sin embargo, el veloz ascenso a la fama, la presión mediática y sus problemas de adicción derivaron en un colapso público a mediados de los años 2000. A partir de entonces, su padre Jamie Spears asumió el control total de su vida mediante una estricta tutela legal que abarcaba su patrimonio, sus decisiones médicas y su carrera artística.

El surgimiento del movimiento “Free Britney”

Con el correr de los años, la situación de la estrella generó preocupación entre sus seguidores, quienes impulsaron el movimiento “Free Britney”. Los fanáticos denunciaron que la artista estaba siendo explotada profesionalmente y sometida a un abuso legal por parte de su propio padre.

La presión pública, sumada a una extensa batalla judicial en la que Spears brindó testimonios crudos sobre lo que vivía puertas adentro, derivó en un giro histórico. En septiembre de 2021, Jamie Spears fue destituido como tutor, y en noviembre de ese mismo año la tutela llegó a su fin definitivo.

Una nueva etapa lejos de los escenarios

Tras recuperar su libertad, Britney Spears inició una vida alejada del ojo público y dedicó su tiempo a disfrutar del dinero acumulado durante su carrera artística. Su presencia en redes sociales se volvió esporádica, aunque en las últimas semanas reapareció para compartir con sus seguidores una pijamada junto a dos amigas de su juventud: Kim Kardashian y su hermana Khloé.

Este reencuentro ocurrió en medio de una guerra mediática con su expareja y padre de sus hijos, Kevin Federline, quien en su libro describió a la cantante como una madre ausente e inestable, reavivando tensiones que volvieron a colocar a Spears en el centro de la discusión pública.

A sus 44 años, Britney transita un camino nuevo, lejos de la tutela que marcó gran parte de su vida adulta, mientras sus seguidores siguen celebrando a la figura que definió la cultura pop de los 2000.

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