Julia Calvo y la libertad de elegir: “No me arrepiento de no haber sido madre”
La actriz habló sobre su decisión de no tener hijos, los mandatos sociales, y cómo construyó una vida auténtica más allá de lo esperado. A los 64 años, dice sentirse plena y fiel a sí misma.
:format(webp):quality(40)/https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/10/julia_calvo.jpeg)
Reconocida por sus trabajos en teatro, cine y televisión, Julia Calvo lleva décadas construyendo una carrera sólida y versátil. Pero esta vez no fue un nuevo proyecto artístico lo que la puso en el centro de la conversación, sino una de las decisiones más personales —y, para muchos, controversiales— de su vida: la de no tener hijos.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu email“Finalmente quedé soltera, no tengo hijos. Sí, amigos y familia, pero nadie que dependa de mí”, compartió en una entrevista con Filo.News. Con la misma honestidad con la que habita los escenarios, Calvo habló sin vueltas sobre las elecciones que definieron su camino y reflexionó sobre la presión de los mandatos sociales, especialmente para las mujeres.
De “Susanita” a mujer libre
“Yo era la ‘Susanita’ de mi familia. Vivía de novia, con todos me iba a casar”, recuerda. En un hogar de padres “muy de vanguardia”, como ella misma los describe, creció con la posibilidad de pensar distinto, aunque no por eso dejó de sentir el peso de las expectativas. Con el tiempo, su vocación artística y sus propios deseos se impusieron: “Fueron otras mis prioridades, no fue el mandato”.
Desde su formación en la Escuela Nacional de Arte Dramático hasta sus roles en ficciones icónicas como Padre Coraje, Floricienta, Casi Ángeles y, más recientemente, su participación en MasterChef Celebrity, Julia Calvo siempre avanzó según su propio ritmo. “No tengo una próxima zanahoria, voy avanzando según se me presentan las cosas”, afirma.
Una elección, no una renuncia
Lejos de sentirse incompleta o arrepentida, Calvo reivindica su camino. “Algunas colegas me dicen que puedo hacer ciertas cosas porque no me casé ni tuve hijos. Pero conozco muchas mujeres que tienen familia y siguen proyectando. Lo importante es realizarse como persona, porque eso es lo que nos llevamos en el alma”, reflexiona.
En sus palabras hay una defensa clara de la autonomía y de la posibilidad de construir una vida plena fuera del molde. La suya no fue una renuncia, sino una elección consciente.
Un punto de quiebre: la pérdida y la autenticidad
Uno de los momentos más difíciles de su vida fue la muerte de su hermana menor, una experiencia que marcó un antes y un después. “Fue lo único que no pude aceptar. Desde ese momento decidí cuestionar todo lo que se me imponía”, confesó.
Ese quiebre fue también el inicio de una búsqueda de autenticidad. “Durante mucho tiempo fui diplomática y acepté cosas que no quería. Ahora me soy fiel”, dice. A los 64 años, Julia Calvo no descarta enamorarse, ni compartir la vida con alguien. Pero lo que no está en duda es su convicción: “No me arrepiento de mis decisiones. Hice mi camino, y eso me define”.