“Sé que estoy roto”: Justin Bieber y una confesión dolorosa sobre su salud mental
El cantante canadiense compartió mensajes privados y profundas reflexiones sobre la salud mental, la presión social y su decisión de poner límites, incluso en su círculo más cercano.

A sus 31 años, Justin Bieber ha dejado en claro que ya no está dispuesto a callar sus emociones ni a reprimir su verdad. En una serie de publicaciones recientes en Instagram, el músico canadiense mostró conversaciones privadas, habló sin filtros sobre su salud mental y confirmó el fin de una amistad cercana, marcando un punto de inflexión en su vida personal.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu email“Pedirle a una persona traumatizada que no esté traumatizada es simplemente cruel”, escribió Bieber en uno de los intercambios publicados el domingo 15 de junio, el mismo día que celebró el Día del Padre junto a su esposa Hailey y su hijo recién nacido, Jack Blues Bieber. La frase se convirtió en uno de los fragmentos más compartidos del día, encapsulando la sensibilidad de un artista que lleva años lidiando con las consecuencias de la fama temprana.
En los mensajes, el cantante expresó su frustración ante quienes lo instan a "sanar" como si fuera un proceso lineal o superficial: “La gente sigue diciéndome que sane. ¿No creen que si pudiera haberme arreglado ya lo habría hecho? Sé que estoy roto. Sé que tengo problemas de ira.”
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Esta confesión llegó acompañada de una contundente decisión: cortar con una persona de su entorno. “Nunca reprimiré mis emociones por alguien. Si no te gusta mi ira, no te gusto yo. [...] Esta amistad se terminó oficialmente", escribió en otra parte de la conversación.
Los posteos provocaron un fuerte impacto entre sus seguidores, muchos de los cuales mostraron preocupación, algo que el propio Bieber cuestionó más adelante: “Dejen de preguntarme si estoy bien. [...] Su preocupación no se siente como cuidado. Es solo opresivo y raro.”
Además de tocar temas como la ira, el agotamiento emocional y el aislamiento, Bieber también dejó entrever una fuerte crítica a la forma en que la fama lo marcó desde niño. En marzo, ya había compartido una reflexión sobre el peso de crecer frente a las cámaras: “Siempre me decían de niño que no debía odiar. [...] Creo que solo podemos dejar ir el odio si primero reconocemos que está ahí.”
La relación con su entorno profesional también se ha modificado. En el último año, se distanció de su histórico mánager Scooter Braun y de varios colaboradores cercanos, mientras desmentía rumores sobre problemas financieros.
Pese a su estado de vulnerabilidad, Bieber dejó en claro que aún encuentra anclaje en la espiritualidad. “Jesús es la única persona que me mantiene queriendo hacer mi vida sobre los demás”, aseguró. También publicó una selfie con el mensaje: “Soy un papá con el que no se debe jugar”, dejando entrever un sentido de orgullo y responsabilidad en su nueva faceta como padre.