Sabanas y pastizales, ecosistemas que equilibran la biodiversidad y están siendo transformados
Los pastizales naturales cubren más de la mitad de la tierra y son clave para mitigar la sequía y la desertificación. En la Argentina, su transformación avanza rápidamente, con pérdidas superiores a los tres millones de hectáreas en menos de dos décadas. En Tandil, los relictos serranos conservan especies endémicas y funciones ecológicas esenciales, pero también enfrentan riesgos crecientes.

Casi la mitad de nuestro planeta está cubierto por pastizales y praderas naturales, hábitats terrestres conformados básicamente por plantas blandas y pastos que tienen un rol vital para la regulación del agua, el almacenamiento de carbono y la biodiversidad, además de ser fuentes de sustento para muchas comunidades.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn medio del avance de la desertificación y el agravamiento de las sequías, estos terrenos y sabanas nativos aparecen como aliados silvestres de una resiliencia silenciosa. Aunque son ecosistemas muchas veces subestimados frente a bosques, humedales o selvas, cubren cerca del 54 por ciento de la superficie del planeta y son el hogar del 33 por ciento de los puntos críticos de biodiversidad global. Sin embargo, a pesar de su relevancia, apenas el ocho por ciento de su extensión está protegida, y cerca del 40 por ciento ha sido transformada, muchas veces sin posibilidad de retorno.
El caso de Tandil y su entorno serrano, donde los relictos de vegetación nativa sobreviven a pesar de la expansión agrícola, urbana y turística, es una muestra concreta de lo que se pone en juego. Aunque su paisaje combina sierras, pastizales y arbustales, se estima que gran parte de la vegetación original fue arrasada y solo permanece en pequeños fragmentos. Estos ecosistemas serranos, muchas veces vistos solo como atractivo turístico o productivo, en realidad cumplen funciones ecológicas críticas que, de no valorarse y protegerse, pueden terminar agravando los ciclos de sequía, erosión y pérdida de biodiversidad.