Cagnoli, la esencia que se conserva y la imagen que se renueva
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Camino a la centuria, hace pocos días Cagnoli dio un nuevo paso en la visibilidad de su imagen empresaria: el nacimiento de un logotipo que expresa, en el lenguaje que trasciende el marketing, la narrativa de su historia: lleva la marca de su mística, de su evolución y de su presente.
Si una palabra define todo el "Mundo Cagnoli" es la genuinidad, la potencia del origen ligado al terruño, a lo nuestro, a lo que a su vez se expande cada día un poco más, con nuevos mercados en el país y en el exterior, y también crecientes desafíos, pero siempre a partir de su capital simbólico por excelencia: la fidelidad al lugar en el mundo donde nació la empresa, lo puramente tandilero de su concepción y uno valor intangible que lo ha convertido en un salamín único: su característico sabor, ese sabor que cualquier paladar, sea entendido o neófito en el tema, conoce al instante. Un Cagnoli es mucho más que una marca. Es una identidad que se deleita.
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A tono con la dinámica de los tiempos, Cagnoli resiste el conformismo y apuesta a la evolución, sostenida por esa raíz profunda que hace casi un siglo el piamontés Pedro Cagnoli convirtió a su apellido en una marca registrada y un sinónimo de Tandil, a favor de la elaboración de unos salames nunca vistos, de tres kilos de peso, que eran llevados por el propio Pedro hasta la estación del ferrocarril para su envío a Buenos Aires.
Esa laboriosa historia se proyecta hoy en la cuarta generación de la empresa y en una consigna fundacional que se mantiene: cuanto mayor es la adversidad, más fuerte es el empuje para forjar nuevas oportunidades de progreso.
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En esa misma línea, días pasados Cagnoli mostró las señales de su nuevo signo comercial, un logotipo que, aggiornado, responde no sólo a los trazos originales de su memoria viva, en sus colores, en su tipografía, que ya acompañan a todos sus productos, sino también reveló el otro idioma que expresa el nuevo diseño: lo simple y lo bello van estéticamente de la mano, tal como puede verse en los flyers, las redes sociales y los sitios digitales con que la empresa ha comunicado la buena nueva a sus clientes y amigos.