Comenzó la epoca vacacional, y ante la proximidad de viajes por ruta, la prevención mecánica se posiciona como el factor determinante para evitar contratiempos y garantizar la seguridad vial. En comunicación con El Eco Multimedios, Mauricio, del taller MKS Mecánica, destacó que lo primordial es mantener al día el nivel y los cambios de aceite, respetando siempre los tiempos y fechas correspondientes para evitar la formación de carbonilla en el motor, un problema derivado del uso de lubricantes de baja calidad o sueltos. En términos generales, se recomienda realizar este servicio cada 10.000 kilómetros o una vez al año, aunque existen excepciones puntuales en ciertos modelos que permiten estirarlo hasta los 15.000 kilómetros.

Otro de los pilares del mantenimiento es el sistema de distribución, donde el control de la correa de distribución es vital, ya que su rotura puede dejar el vehículo inmovilizado por tiempo prolongado; el especialista sugierió su reemplazo cada 50.000 kilómetros. Paralelamente, la correa auxiliar debe ser revisada, especialmente antes de salir a la ruta, dado que su falla afecta directamente al alternador o a la bomba de agua. Aunque esta última no posee un kilometraje estricto para su cambio, se aconseja renovarla preventivamente para aprovechar la revisión de los rodillos, considerando que es un repuesto y una mano de obra accesibles.

En lo que respecta a la seguridad en el rodamiento, el mecánico sostuvo que es fundamental revisar el estado y desgaste de las cubiertas, incluyendo siempre la rueda de auxilio, que suele estar desinflada cuando más se necesita. La presión correcta de inflado es un detalle no menor: para autos se recomiendan entre 30 y 32 libras, mientras que para las camionetas lo ideal son 35 libras, pudiendo variar si el vehículo circula con mucha carga. El control de fluidos también ocupa un lugar central en la revisión previa; el líquido refrigerante debe ser monitoreado para detectar posibles fugas si el nivel baja con frecuencia, mientras que el líquido de freno no debe rellenarse, ya que un faltante es señal directa de una pérdida que debe ser reparada por un profesional antes de salir a la ruta.

Finalmente, indicó que la atención a los ruidos extraños puede prevenir desastres mayores, sobre todo en el tren delantero. Mauricio advierte que cualquier sonido inusual en esta área debe ser chequeado de inmediato, ya que una rotura en ruta, donde las velocidades medias rondan los 100 km/h, puede tener consecuencias graves. Del mismo modo, aunque es menos frecuente que el vehículo avise antes de una falla crítica de motor, cualquier golpeteo o comportamiento fuera de lo normal debe ser motivo suficiente para visitar al mecánico unos días antes de emprender cualquier viaje largo.

Mantener el vehículo en condiciones es como cuidar la salud propia: una revisión a tiempo evita intervenciones mayores y disminuye casi a cero la posibilidad de contratiempos en un momento de disfrute y descanso que se espera durante todo el año.

Sobre el autor

El Eco de Tandil

Más de 143 años escribiendo la historia de Tandil