Científico formado en instituciones públicas de la ciudad logró detectar ondas de antimateria
La proeza tecnológica fue desarrollada en un laboratorio ubicado al norte de Italia por un grupo de científicos, entre los que se halla el argentino Rafael Ferragut. doctor en Física por la Unicen, pasó parte de su infancia, adolescencia y juventud en Tandil. El hallazgo fue publicado por prestigiosas revistas científicas y ayudará a comprender mejor los fundamentos de la mecánica cuántica.
Rafael Ferragut es noticia por estos días porque, en un laboratorio radicado en la ciudad de Como, al norte de Italia, un equipo científico del que participa, festejó hace poco un logro relevante que ayudará a comprender mejor los fundamentos de la mecánica cuántica y que ratifica lo postulado en forma conceptual por Albert Einstein.
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Este grupo de investigadores logró, por primera vez, detectar y medir ondas de antimateria en un laboratorio. El trabajo les llevó cinco años de preparación y dos meses intensos de mediciones: entre junio y agosto del año pasado. El 3 de mayo último se coronó con la publicación del paper en la revista Science Advances.
Rafael es oriundo de Buenos Aires pero a los ocho años se mudó a Tandil, donde cursó sus estudios en diferentes instituciones públicas de la ciudad. Se sumó a las filas de la Escuela Primaria 1 “Manuel Belgrano” y luego egresó de la Escuela Técnica 1 “Felipe Senillosa”, graduándose posteriormente como doctor en Física en la Universidad Nacional del Centro, antes de partir al Viejo Continente para seguir desarrollando su vocación.
El descubrimiento
En comunicación con El Eco de Tandil desde su hogar al otro lado del Atlántico, Ferragut manifestó su felicidad por este avance y la necesidad de seguir trabajando al respecto.
Sobre el enorme trabajo llevado adelante, explicó que hay pruebas de la existencia de antimateria desde hace casi un siglo, constituyendo un argumento de investigación afianzado. “Cada partícula fundamental (electrones, protones) tienen una contraparte que es la antimateria, en los aceleradores se observa la aparición y aniquilación de la materia con la antimateria. Se usa en medicina, el PET (tomografía por emisión de positrones), por ejemplo, es una técnica de uso habitual y se emplea para estudiar los materiales, en Tandil hay un laboratorio que se dedica a esto”, corroboró.
En este experimento de física fundamental, se observó que es posible hacer un interferómetro desde el punto de vista tecnológico, cuestión que no se había probado hasta el momento, pudiéndose usar para hacer mediciones muy precisas, como el estudio de las propiedades gravitacionales de la antimateria o la expansión acelerada del universo.
Amor a la ciencia
El entrevistado formó su familia siendo muy joven con la tandilense Silvina Iparraguirre, con quien tiene tres hijos. Sofía, su hija mayor, estudió en la Unicen y en la actualidad reside en Buenos Aires, mientras el resto se encuentra cerca de la localidad de Como.
Estudió y trabajó para mantener a su familia y, según definió: “tardé por eso un poco más”. Posteriormente tuvo la oportunidad de realizar un doctorado en la casa de estudios gracias a una beca que le permitió dedicarse exclusivamente a eso.
“Viví en Tandil hasta que terminé el doctorado y vine a Italia a hacer un postdoctorado, en teoría vine por un par de años, pero se estaba formando un nuevo laboratorio con este haz de positrones que uso habitualmente, se precisaba gente, concursé y encontré una opción”, resumió desde la fría primavera europea que lo atrapó más allá de aquellos años previstos inicialmente.
La importancia del experimento
Rafael hizo el resto de su carrera científica en Italia. Este proyecto, que arrancó en 2013, cuenta con la colaboración de ocho coautores. Los participantes pertenecen del Instituto nacional de Física Nuclear, del Politécnico de Milano, de un doctor en física que se dedicó al tema y del grupo de Berna (Suiza), que son expertos en emulsiones nucleares.
“En julio de 2018, después de obtener los resultados y haber mejorado el interferómetro y perfeccionado la técnica de observación, observamos una visibilidad mayor de la que esperábamos y fue una alegría muy grande. Teníamos que obtener una muestra fotográfica, sacarla del haz de positrones en total oscuridad y trasladarla en tren hasta Berna. Cuando apareció el primer resultado fue ¡eureka!”, contó.
Tras el descubrimiento, el grupo fue muy cauto con el hallazgo porque haberlo encontrado no era suficiente; había que probar que el fenómeno era netamente cuántico.
“Hicimos una campaña, probamos diversas variaciones de energías y cuando terminamos yo estaba en Estados Unidos presentando los resultados preliminares en una conferencia”, recordó.
El experimento apareció recientemente en la revista Science Advances, que es una publicación de alta calidad y gran prestigio dentro de la comunidad científica mundial. El trabajo se puede descargar gratuitamente y pasó por el filtro de tres “réferis” internacionales que lo evaluaron y propusieron mejoras en la redacción.
Trabajar con pasión
Por último, el hombre señaló que el próximo 22 de junio se reunirá su equipo con el grupo de trabajo que, en 1976 y también en Italia, logró realizar interferometría de materia. De este modo, se unirán los primeros experimentos hechos con materia y con antimateria.
“Encontré en esta caso un grupo de gente muy apasionado, arrancábamos a trabajar de madrugada, a horas insólitas, agradezco a mi esposa y a mi familia por el apoyo. En Tandil también era cabeza dura porque si se busca un resultado hay que poner mucha energía, uno hace esto por pasión, es un granito que se aporta la sociedad, al mundo. Tengo la ocasión ahora de decirlo porque esto suscitó curiosidad, pero todos los investigadores lo hacen con pasión”, refirió, y abundó en reconocimientos a sus compañeros del Ifimat (Instituto de Física de Materiales Tandil).
“Hay excelentes investigadores en Tandil, en veterinarias está Carlos Lanusse, y hay muchos que enorgullecen a Tandil”, cerró.