SAN JOSE
Ex alumnos del San José tuvieron su reencuentro anual, con tres intendentes
Los ex alumnos del Colegio San José retomaron su rito anual de juntarse bajo la centenaria arboleda de la Quinta San Gabriel -la Quinta de los Curas para los más grandes- evento que la pandemia había interrumpido.
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Ni los partidos del mundial que se jugaron ese día impidieron que a la convocatoria formulada por el Centro de Ex Alumnos, una buena cantidad de aquellos que trajinaron los patios de baldosas rojiblancas del tradicional colegio, colmara las mesas tendidas con la excusa del almuerzo, para reencontrarse con los afectos formados en infancia y juventud, cuando se hacen sólidos y para siempre.
Luego de unas palabras a cargo del Hno. Adelsio Delfabro y a los sones del Himno del Colegio, ingresaron alumnos de los cursos superiores portando las bandejas ante el aplauso de los mayores.
Al promediar el evento, la concurrencia fue sorprendida por el anuncio de que ya que se encontraban presente tres ex alumnos que han ejercido la más alta magistratura de la ciudad, se los iba a homenajear.
En efecto, Gino Pizzorno, Indalecio Oroquieta y Miguel Lunghi estaban entre los concurrentes del encuentro.
Convocados al micrófono, estos tres ex alumnos-intendentes de distinta extracción política recibieron con simbólico gesto de manos de los jóvenes que actualmente cursan sus años finales en el Colegio, sendos cuchillos de asado en cuyas hojas luce grabado el escudo del Centro de Ex Alumnos del San José.
Cada uno a su turno agradeció el gesto, pero sobretodo y de manera coincidente, refirieron su reconocimiento a la formación recibida en el colegio y destacaron la importancia de la guía que fueron para sus vidas, los principios instalados en su personalidad por los viejos maestros.
No faltaron en sus palabras el humor y las anécdotas mutuas, como la que formulada por Lunghi, al agradecerle públicamente a Oroquieta el orden de las finanzas municipales recibidas al sucederle en el cargo, y la de destacar por los tres, las características de Tandil, con la coincidente reflexión sobre cuánto ha influido el San José en forjarlas en el siglo y más que lleva formando jóvenes.