Martín Etchevers: “Cuando baja la pirotecnia verbal, es más fácil volver a enfocarnos en lo esencial”
El presidente de Adepa defendió la libertad de expresión en el 63º aniversario de la entidad, en una velada que recibió a invitados especiales, reconoció a los jueces que en 1985 juzgaron a las cúpulas militares, y honró con reconocimientos a dos figuras del mundo periodístico.
:format(webp):quality(40)/https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/12/martin_etchevers.jpg)
El presidente de ADEPA defendió la libertad de expresión en el 63º aniversario de la entidad, en una velada que recibió a invitados especiales, reconoció a los jueces que en 1985 juzgaron a las cúpulas militares, y honró con reconocimientos a dos figuras del mundo periodístico.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu email“El periodismo no quiere ser enemigo de nadie; quiere hacer su trabajo. La tensión entre prensa y poder existe por definición democrática, y es incómoda. Pero no necesita ni debe ser traumática”. Así lo expresó, ante un salón repleto de figuras de ambos mundos, el presidente de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), Martín Etchevers, durante la comida por el 63º aniversario de la entidad, el jueves 11 de diciembre.
En línea con los principios de ADEPA, Etchevers enfatizó la necesidad de independencia del Gobierno y los medios de comunicación para preservar la libertad de expresión. Y sostuvo: “No se trata de poner obstáculos ni de impedir los cambios. Se trata de aportar una visión externa al fragor de la administración pública; de brindar información o de exponer situaciones, muchas veces invisibilizadas o hasta desconocidas por quienes gestionan”.
En ese sentido, puntualizó que el intercambio en el debate público puede enriquecer de legitimidad a la credibilidad periodística. “No tengan dudas de que, cuando baja la pirotecnia verbal, es más fácil volver a enfocarnos en lo esencial. Se pueden debatir reformar estructurales sin caer en extremos irreconciliables”, añadió.
La velada en el Hotel Sheraton de Buenos Aires fue conducida por Débora Plager, quien dio la bienvenida sobre el escenario a más de 350 invitados especiales, entre los que se encontraban figuras del escenario político y judicial, líderes académicos, diplomáticos, referentes sociales, directivos y periodistas de medios de todo el país. Entre otros, asistieron el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Horacio Rosatti; el jefe del Gabinete de Ministros, Manuel Adorni; los ministros Sandra Pettovello –Capital Humano– y Diego Santilli –Interior–; el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri; la senadora Patricia Bullrich; el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem; Javier Lanari, secretario de Comunicaciones de la Nación; el presidente de la Cámara Nacional Electoral, Santiago Corcuera; el presidente de la Asociación Empresaria Argentina, Jaime Campos; el presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, Andrés Basso; el presidente de la la Cámara Federal de Casación Penal, Mariano Borinsky; Gabriel Sánchez Zinny, el Jefe de Gabinete de Ministros de CABA.
También estuvieron presentes los gobernadores de Catamarca, Raúl Jalil, y de San Juan, Marcelo Orrego; así como figuras de embajadas extranjeras, representantes de la Iglesia Católica y la colectividad judía, y de universidades de todo el país, entre las que figuraron la Universidad de San Andrés, UCA, UAI y UADE.
Enviaron sus salutaciones los gobernadores de Río Negro, Alberto Weretilneck; de Neuquén, Rolando Figueroa; de San Luis, Claudio Poggi; y de Salta, Gustavo Sáenz.
También estuvieron presentes representantes del poder legislativo. Los diputados que asistieron fueron Silvana Giudici, Cristian Ritondo, Guillermo Michel, Nicolás Massot, Maximiliano Ferraro, Juan Fernando Brügge, Esteban Paulón y los exdiputados Luciano Laspina y Emilio Monzó. Por su parte, los senadores que participaron de la cena fueron Maximiliano Abad, Guillermo Andrada y Carolina Moisés.
Entre los referentes periodísticos, estuvieron José del Río, Alfredo Leuco, Lorena Maciel, Carolina Amoroso, Carlos Jornet, Luciana Geuna, Camila Perochena, Luciana Vázquez, Manu Jove, Gonzalo Bañez, Ricardo Ravanelli, Eleonora Cole, Silvia Fesquet, Daniel Santoro, Diego Cabot, Jorge Fernández Diaz, Jorge Liotti, Susana Reinoso, Silvia Mercado, Gastón Roitberg, Franco Piccato, Paulino Rodrígues, Willy Kohan, Gail Scriven, Hernán Cappiello y Alejandro Alfie.
Etchevers enmarcó la trayectoria de la comunidad periodística en las bases de debatir, coincidir y disentir, tras la recuperación de la democracia en Argentina, cuatro décadas atrás, con el fundamental apoyo de la Justicia y la trascendental figura del expresidente Raúl Alfonsín.
Frente a referentes de los tres poderes del Estado, remarcó la necesidad de recuperar la credibilidad de la sociedad en los representantes y en la palabra. Y puntualizó: “Para recrear su confianza en las instituciones, necesitaba comprobar que estas podían brindar respuestas efectivas a sus demandas. Allí, jueces como los que distinguiremos ayudaron a volver a creer en la Justicia, con su valentía, su imparcialidad, su apego a las garantías y su rechazo a cualquier vedetismo o revanchismo”.
El presidente de ADEPA defendió la libertad de expresión en el 63º aniversario de la entidad, en una velada que recibió a invitados especiales, reconoció a los jueces que en 1985 juzgaron a las cúpulas militares, y honró con reconocimientos a dos figuras del mundo periodístico.
“El periodismo no quiere ser enemigo de nadie; quiere hacer su trabajo. La tensión entre prensa y poder existe por definición democrática, y es incómoda. Pero no necesita ni debe ser traumática”. Así lo expresó, ante un salón repleto de figuras de ambos mundos, el presidente de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), Martín Etchevers, durante la comida por el 63º aniversario de la entidad, el jueves 11 de diciembre.
En línea con los principios de ADEPA, Etchevers enfatizó la necesidad de independencia del Gobierno y los medios de comunicación para preservar la libertad de expresión. Y sostuvo: “No se trata de poner obstáculos ni de impedir los cambios. Se trata de aportar una visión externa al fragor de la administración pública; de brindar información o de exponer situaciones, muchas veces invisibilizadas o hasta desconocidas por quienes gestionan”.
En ese sentido, puntualizó que el intercambio en el debate público puede enriquecer de legitimidad a la credibilidad periodística. “No tengan dudas de que, cuando baja la pirotecnia verbal, es más fácil volver a enfocarnos en lo esencial. Se pueden debatir reformar estructurales sin caer en extremos irreconciliables”, añadió.
La velada en el Hotel Sheraton de Buenos Aires fue conducida por Débora Plager, quien dio la bienvenida sobre el escenario a más de 350 invitados especiales, entre los que se encontraban figuras del escenario político y judicial, líderes académicos, diplomáticos, referentes sociales, directivos y periodistas de medios de todo el país. Entre otros, asistieron el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Horacio Rosatti; el jefe del Gabinete de Ministros, Manuel Adorni; los ministros Sandra Pettovello –Capital Humano– y Diego Santilli –Interior–; el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri; la senadora Patricia Bullrich; el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem; Javier Lanari, secretario de Comunicaciones de la Nación; el presidente de la Cámara Nacional Electoral, Santiago Corcuera; el presidente de la Asociación Empresaria Argentina, Jaime Campos; el presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, Andrés Basso; el presidente de la la Cámara Federal de Casación Penal, Mariano Borinsky; Gabriel Sánchez Zinny, el Jefe de Gabinete de Ministros de CABA.

También estuvieron presentes los gobernadores de Catamarca, Raúl Jalil, y de San Juan, Marcelo Orrego; así como figuras de embajadas extranjeras, representantes de la Iglesia Católica y la colectividad judía, y de universidades de todo el país, entre las que figuraron la Universidad de San Andrés, UCA, UAI y UADE.
Enviaron sus salutaciones los gobernadores de Río Negro, Alberto Weretilneck; de Neuquén, Rolando Figueroa; de San Luis, Claudio Poggi; y de Salta, Gustavo Sáenz.
También estuvieron presentes representantes del poder legislativo. Los diputados que asistieron fueron Silvana Giudici, Cristian Ritondo, Guillermo Michel, Nicolás Massot, Maximiliano Ferraro, Juan Fernando Brügge, Esteban Paulón y los exdiputados Luciano Laspina y Emilio Monzó. Por su parte, los senadores que participaron de la cena fueron Maximiliano Abad, Guillermo Andrada y Carolina Moisés.
Entre los referentes periodísticos, estuvieron José del Río, Alfredo Leuco, Lorena Maciel, Carolina Amoroso, Carlos Jornet, Luciana Geuna, Camila Perochena, Luciana Vázquez, Manu Jove, Gonzalo Bañez, Ricardo Ravanelli, Eleonora Cole, Silvia Fesquet, Daniel Santoro, Diego Cabot, Jorge Fernández Diaz, Jorge Liotti, Susana Reinoso, Silvia Mercado, Gastón Roitberg, Franco Piccato, Paulino Rodrígues, Willy Kohan, Gail Scriven, Hernán Cappiello y Alejandro Alfie.
Etchevers enmarcó la trayectoria de la comunidad periodística en las bases de debatir, coincidir y disentir, tras la recuperación de la democracia en Argentina, cuatro décadas atrás, con el fundamental apoyo de la Justicia y la trascendental figura del expresidente Raúl Alfonsín.
Frente a referentes de los tres poderes del Estado, remarcó la necesidad de recuperar la credibilidad de la sociedad en los representantes y en la palabra. Y puntualizó: “Para recrear su confianza en las instituciones, necesitaba comprobar que estas podían brindar respuestas efectivas a sus demandas. Allí, jueces como los que distinguiremos ayudaron a volver a creer en la Justicia, con su valentía, su imparcialidad, su apego a las garantías y su rechazo a cualquier vedetismo o revanchismo”.

En aquellos primeros tiempos tras la recuperación de la democracia, el gran desafío para los medios de comunicación era recuperar la confianza en la palabra y ADEPA ocupó un papel trascendental en el recorrido, sosteniendo uno de sus principios fundamentales sobre que sin libertad de expresión, no hay ciudadanía plena.
“Mientras el país volvía a la práctica electoral, mientras los poderes del Estado se reorganizaban, había que reconstruir algo más profundo: la cultura democrática, la confianza en las instituciones, el valor de la libertad de expresión y el debate público”, siguió Etchevers. En su discurso, el presidente de ADEPA recalcó ambos derechos y advirtió un gran logro en la transición: “La verdad podía salir a la luz sin censuras ni tutelajes y las preguntas podían volver a formularse sin miedo”.
En ese sentido, el presidente de la entidad que engloba alrededor de 180 empresas periodísticas de todo el país indicó que, con base en la historia de Argentina y con una perspectiva de aplicación en el escenario actual, es crucial plantear una cooperación y no rivalidad con el Gobierno, y destacó que se volvió a tomar un camino diferente al del pasado: hacerlo en un espacio de libertad e independencia.
“Este año, los argentinos hemos podido renovar nuestra participación democrática, como sucede sin interrupciones desde 1983. La expresión de la voluntad popular tuvo una novedad que en la velocidad noticiosa quedó algo relegada: la incorporación de la boleta única de papel, que se gestó tras largos años de trabajo con la sociedad civil”, expresó Etchevers. Así, destacó el papel de los medios de comunicación, a través de su compromiso: “En todo ese tiempo, fueron vehículos para exponer las cualidades de ese instrumento electoral en términos de igualdad competitiva, seguridad y transparencia. El periodismo fue, además, un actor clave para la capacitación ciudadana en el uso del nuevo sistema”.
Asimismo, Etchevers remarcó que el trabajo periodístico impulsó muchas de las investigaciones que se llevan a cabo en la actualidad en juicios orales. “Un periodismo que no juzga ni sentencia y que no reemplaza jamás el trabajo de un Poder Judicial reglado por garantías procesales y estándares probatorios”, profundizó.
El presidente de ADEPA defendió la libertad de expresión en el 63º aniversario de la entidad, en una velada que recibió a invitados especiales, reconoció a los jueces que en 1985 juzgaron a las cúpulas militares, y honró con reconocimientos a dos figuras del mundo periodístico.
“El periodismo no quiere ser enemigo de nadie; quiere hacer su trabajo. La tensión entre prensa y poder existe por definición democrática, y es incómoda. Pero no necesita ni debe ser traumática”. Así lo expresó, ante un salón repleto de figuras de ambos mundos, el presidente de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), Martín Etchevers, durante la comida por el 63º aniversario de la entidad, el jueves 11 de diciembre.
En línea con los principios de ADEPA, Etchevers enfatizó la necesidad de independencia del Gobierno y los medios de comunicación para preservar la libertad de expresión. Y sostuvo: “No se trata de poner obstáculos ni de impedir los cambios. Se trata de aportar una visión externa al fragor de la administración pública; de brindar información o de exponer situaciones, muchas veces invisibilizadas o hasta desconocidas por quienes gestionan”.
En ese sentido, puntualizó que el intercambio en el debate público puede enriquecer de legitimidad a la credibilidad periodística. “No tengan dudas de que, cuando baja la pirotecnia verbal, es más fácil volver a enfocarnos en lo esencial. Se pueden debatir reformar estructurales sin caer en extremos irreconciliables”, añadió.
La velada en el Hotel Sheraton de Buenos Aires fue conducida por Débora Plager, quien dio la bienvenida sobre el escenario a más de 350 invitados especiales, entre los que se encontraban figuras del escenario político y judicial, líderes académicos, diplomáticos, referentes sociales, directivos y periodistas de medios de todo el país. Entre otros, asistieron el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Horacio Rosatti; el jefe del Gabinete de Ministros, Manuel Adorni; los ministros Sandra Pettovello –Capital Humano– y Diego Santilli –Interior–; el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri; la senadora Patricia Bullrich; el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem; Javier Lanari, secretario de Comunicaciones de la Nación; el presidente de la Cámara Nacional Electoral, Santiago Corcuera; el presidente de la Asociación Empresaria Argentina, Jaime Campos; el presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, Andrés Basso; el presidente de la la Cámara Federal de Casación Penal, Mariano Borinsky; Gabriel Sánchez Zinny, el Jefe de Gabinete de Ministros de CABA.

También estuvieron presentes los gobernadores de Catamarca, Raúl Jalil, y de San Juan, Marcelo Orrego; así como figuras de embajadas extranjeras, representantes de la Iglesia Católica y la colectividad judía, y de universidades de todo el país, entre las que figuraron la Universidad de San Andrés, UCA, UAI y UADE.
Enviaron sus salutaciones los gobernadores de Río Negro, Alberto Weretilneck; de Neuquén, Rolando Figueroa; de San Luis, Claudio Poggi; y de Salta, Gustavo Sáenz.
También estuvieron presentes representantes del poder legislativo. Los diputados que asistieron fueron Silvana Giudici, Cristian Ritondo, Guillermo Michel, Nicolás Massot, Maximiliano Ferraro, Juan Fernando Brügge, Esteban Paulón y los exdiputados Luciano Laspina y Emilio Monzó. Por su parte, los senadores que participaron de la cena fueron Maximiliano Abad, Guillermo Andrada y Carolina Moisés.
Entre los referentes periodísticos, estuvieron José del Río, Alfredo Leuco, Lorena Maciel, Carolina Amoroso, Carlos Jornet, Luciana Geuna, Camila Perochena, Luciana Vázquez, Manu Jove, Gonzalo Bañez, Ricardo Ravanelli, Eleonora Cole, Silvia Fesquet, Daniel Santoro, Diego Cabot, Jorge Fernández Diaz, Jorge Liotti, Susana Reinoso, Silvia Mercado, Gastón Roitberg, Franco Piccato, Paulino Rodrígues, Willy Kohan, Gail Scriven, Hernán Cappiello y Alejandro Alfie.
Etchevers enmarcó la trayectoria de la comunidad periodística en las bases de debatir, coincidir y disentir, tras la recuperación de la democracia en Argentina, cuatro décadas atrás, con el fundamental apoyo de la Justicia y la trascendental figura del expresidente Raúl Alfonsín.
Frente a referentes de los tres poderes del Estado, remarcó la necesidad de recuperar la credibilidad de la sociedad en los representantes y en la palabra. Y puntualizó: “Para recrear su confianza en las instituciones, necesitaba comprobar que estas podían brindar respuestas efectivas a sus demandas. Allí, jueces como los que distinguiremos ayudaron a volver a creer en la Justicia, con su valentía, su imparcialidad, su apego a las garantías y su rechazo a cualquier vedetismo o revanchismo”.

En aquellos primeros tiempos tras la recuperación de la democracia, el gran desafío para los medios de comunicación era recuperar la confianza en la palabra y ADEPA ocupó un papel trascendental en el recorrido, sosteniendo uno de sus principios fundamentales sobre que sin libertad de expresión, no hay ciudadanía plena.
“Mientras el país volvía a la práctica electoral, mientras los poderes del Estado se reorganizaban, había que reconstruir algo más profundo: la cultura democrática, la confianza en las instituciones, el valor de la libertad de expresión y el debate público”, siguió Etchevers. En su discurso, el presidente de ADEPA recalcó ambos derechos y advirtió un gran logro en la transición: “La verdad podía salir a la luz sin censuras ni tutelajes y las preguntas podían volver a formularse sin miedo”.
En ese sentido, el presidente de la entidad que engloba alrededor de 180 empresas periodísticas de todo el país indicó que, con base en la historia de Argentina y con una perspectiva de aplicación en el escenario actual, es crucial plantear una cooperación y no rivalidad con el Gobierno, y destacó que se volvió a tomar un camino diferente al del pasado: hacerlo en un espacio de libertad e independencia.
“Este año, los argentinos hemos podido renovar nuestra participación democrática, como sucede sin interrupciones desde 1983. La expresión de la voluntad popular tuvo una novedad que en la velocidad noticiosa quedó algo relegada: la incorporación de la boleta única de papel, que se gestó tras largos años de trabajo con la sociedad civil”, expresó Etchevers. Así, destacó el papel de los medios de comunicación, a través de su compromiso: “En todo ese tiempo, fueron vehículos para exponer las cualidades de ese instrumento electoral en términos de igualdad competitiva, seguridad y transparencia. El periodismo fue, además, un actor clave para la capacitación ciudadana en el uso del nuevo sistema”.
Asimismo, Etchevers remarcó que el trabajo periodístico impulsó muchas de las investigaciones que se llevan a cabo en la actualidad en juicios orales. “Un periodismo que no juzga ni sentencia y que no reemplaza jamás el trabajo de un Poder Judicial reglado por garantías procesales y estándares probatorios”, profundizó.

Y agregó: “El honor se protege, pero cede ante el interés de la ciudadanía en acceder a información relevante. Por eso, esperamos que el nuevo Código Penal que se discutirá en el Congreso Nacional preserve la doctrina de nuestra Corte Suprema y la de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que condujeron a los avances legislativos de las décadas de 1990 y 2000 en la materia: primero, con la despenalización del desacato y, luego, con la eliminación de las penas de prisión y la incorporación de la figura del interés público como exclusión de ciertas tipologías delictivas”.
Tras enfatizar en que la era de la emergencia de la inteligencia artificial (IA) representa un desafío para los profesionales de la información, también apuntó que se puede tomar como una herramienta aliada para contribuir al alcance de la audiencia. “En la era digital, los medios vivimos dos disrupciones. Primero, la intermediación de nuestros contenidos por parte de las plataformas tecnológicas, que se nutrieron de ellos. Ahora, el uso de esos mismos contenidos por parte de los motores de IA, que se entrenan y se alimentan de lo que producimos”, señaló. Así, indicó que ambas situaciones implican el uso de su propiedad intelectual.
En ese sentido, Etchevers remarcó que las democracias liberales y occidentales favorecieron el acceso de la sociedad al periodismo de calidad. Y también hizo una advertencia respecto de la necesidad de acercar el acceso ciudadano a la información: “Facilitar y no encarecer el acceso a los medios es un camino histórico de más de un siglo, avalado por la Corte Suprema, el Poder Legislativo y nuestra Carta Magna. El sostén de los lectores a los medios es la manera más genuina de garantizar un periodismo independiente de intereses políticos y comerciales”.
El presidente de ADEPA también enfatizó en la necesidad de no profundizar los desequilibrios existentes y restablecer los equilibrios perdidos.
Para concluir, Etchevers otorgó unas palabras de agradecimiento a la administración actual: “Queremos valorar la actitud reciente del gobierno nacional de convocar al diálogo y construir puentes con otras fuerzas políticas, con las provincias, con diferentes actores de la sociedad”.
Y finalizó: “También a los representantes del sector privado, motor de la Argentina como generador de riqueza, que cree que el periodismo de calidad es un reaseguro para la seguridad jurídica, la licencia social y el clima de las inversiones”.
Manuel Adorni: “Confiamos en que, si hacemos las cosas mal, lo van a contar”
El jefe del Gabinete de Ministros de la Nación, Manuel Adorni, subió al escenario para emitir un discurso ante los asistentes, en el que se refirió a la función del periodismo y su necesidad de independencia con los poderes del Estado.
“Para todos acá, nuestro trabajo depende de la relación que construimos con la verdad y todos los argentinos estamos acostumbrados a que la palabra de los políticos valga cero”, precisó Adorni, quien resaltó que un logro del presidente de la Nación, Javier Milei, y su administración fue “comenzar a reparar ese vínculo”.

En ese sentido, siguió: “Cada uno es responsable del valor de su propia palabra. Si un periodista o un político dice A y ocurre B, lo que hace eso es perjudicar su reputación”.
Con respecto a su administración, indicó: “Nos sentimos más que cómodos con la crítica, pero no con la mentira. Nosotros no le tenemos miedo a la verdad y no nos molesta promover de esta forma la libertad de expresión”. Y citó: “Nosotros estamos para gobernar y ustedes para contar la verdad. Y confiamos en que, si hacemos las cosas bien, lo van a contar; y, si hacemos las cosas mal, lo van a contar”.
Para finalizar, Adorni hizo una promesa: “Mientras yo sea jefe de Gabinete y el presidente sea Javier Milei, siempre habrá libertad plena para preguntar en la República Argentina”.
Reconocimiento al 40º aniversario del Juicio a las Juntas
La conductora Debora Plager dio paso al reconocimiento a los integrantes de la Cámara Federal que en el año 1985 consagraron el Juicio a las Juntas militares de la Argentina, con la presencia en el escenario de las periodistas destacadas Luciana Geuna y Camila Perochena. La mención especial estuvo acompañada de un video conmemorativo a todo el proceso histórico y las figuras que promovieron el escenario propicio a la defensa de la democracia y la libertad de expresión.
ADEPA otorgó un reconocimiento a los doctores León Carlos Arslanian, Ricardo Gil Lavedra, Guillermo Ledesma y Jorge Valerga Araoz, quienes no pudieron asistir al evento de aniversario celebrado la noche del 11 de diciembre, por encontrarse de viaje.

“La decisión de juzgar a quienes aún tenían entonces el monopolio de la violencia implica un dilema entre justicia y democracia. Priorizar la justicia podía significar que los militares dieran un nuevo golpe y perder la democracia, pero priorizar democracia sin justicia implicaba tener una democracia renga”, puntualizaron las periodistas. Y ensalzaron al papel del entonces presidente de la Nación: “Alfonsín, con el asesoramiento de Carlos Nino y Jaime Malamud Goti, decidió que no podía haber democracia sin justicia e impulsó los juicios”.
En el homenaje de conmemoración, añadieron: “En un contexto marcado por presiones políticas, militares y sociales, los magistrados actuaron con autonomía, integridad y profesionalismo. No cedieron ante amenazas ni se desviaron por el clima de tensión que atravesaba el país: siguieron los hechos, las pruebas y la ley”.
Y concluyeron: “Primó en su tarea la imparcialidad y la legalidad frente a cualquier inclinación personal. Su desempeño mostró que la Justicia puede y debe actuar como un poder independiente aun en circunstancias críticas”.
En este marco, Horacio Rosatti expresó unas palabras como representante del Poder Judicial, en el homenaje y la conmemoración de los jueces del Juicio a las Juntas, que tuvo entre sus principales figuras al fiscal Julio César Strassera. “Haré tres reflexiones sobre lo que significó y qué compromiso importa en el presente y en el futuro”, anticipó el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
“En primer lugar, el tránsito de un gobierno antidemocrático a un gobierno democrático en la Argentina había sido asentado por la falta de rendición de cuentas, en una especie de amnesia autoinfligida que hacía que los gobiernos elegidos popularmente accedieran al poder y, como condición de ello, deberían olvidar lo que había ocurrido en el gobierno de facto anterior”, puntualizó. “Esto daba paso a la impunidad y, en consecuencia, ese círculo vicioso alternaba gobiernos democráticos breves con gobiernos de facto, lo que transcurrió durante todo el siglo XX”, añadió.

Así, ensalzó el ascenso de Raúl Alfonsín en 1983. “El camino argentino que se siguió fue excepcional en más de un sentido. Se decidió judicializar con normas preexistentes; no fue la Justicia de los vencedores, como habría podido ocurrir en otros momentos de la historia universal. Los delitos imputados a los representantes de las Juntas Militares ya estaban incorporados en el Código Penal. El tribunal previsto no fue ad hoc, no se crearon delitos para la ocasión”, continuó.
Y destacó: “Había una ley previa y un juez natural, un procedimiento transparente que condujo a una sentencia impecable, donde hubo condenas pero también absoluciones. No fue el ejercicio de una venganza encubierta, sino el desarrollo de un proceso judicial transparente. Esto nos tiene que llenar de orgullo”.
De esa forma, ensalzó la figura de los integrantes de las instituciones. “Fue un proceso excepcional por la categoría de jueces y fiscales que intervinieron y del trabajo de la CONADEP. Jueces que nos dejan una lección a los magistrados de hoy. Aun en las épocas más difíciles y complejas, cuando en ese momento la democracia estaba en riesgo, estos jueces demostraron que siempre hay que hacer lo correcto”, expresó.
Para terminar, agradeció a ADEPA por el reconocimiento y por poder expresar a los magistrados sus “eternas gracias”.
A su vez, en el video de homenaje que se compartió en la velada, el doctor José Claudio Escribano, presidente de la Comisión de Premios de ADEPA, hizo una mención especial a los integrantes de la Cámara Federal de 1985: “No están solo ustedes en este recinto, nosotros imaginamos que hay otras figuras valiosas de la Justicia argentina de hace 40 años que nos están rodeando en este momento, y ellos son parte de este homenaje”.
Y alegó: “También Julio César Strassera, ese fiscal que peleó denodadamente por llevar adelante las causas a las que ustedes se abocaron. Y, por último, quien fue su fiscal adjunto, pero que vive en Uruguay, Luis Moreno Ocampo. Debo hablar de un milagro, el de que existiera en 1983 en la Argentina un hombre que se llamó Raúl Alfonsín. Este es un dato definitorio porque se buscaron hombres para que asumieran la tarea de ir concibiendo un juzgamiento a lo que no podía pasar sin ser juzgado”.
Gran Premio de Honor internacional a María Corina Machado, Premio Nobel de la Paz 2025
La periodista Carolina Amoroso anunció el reconocimiento del Premio de Honor Internacional de ADEPA a la líder opositora venezolana María Corina Machado, quien el día anterior había recibido el Premio Nobel de la Paz en Oslo (Noruega) y a quien entrevistó el 28 de julio de 2024. La comunicadora de Todo Noticias ensalzó el liderazgo de la galardonada: “Es una figura que encarna con claridad los valores que guían a nuestra institución: la libertad, la participación ciudadana y la defensa de los derechos fundamentales”.
Amoroso hizo un repaso a la trayectoria de Machado: “Desde sus inicios en la vida pública, impulsó iniciativas para promover el voto, el control ciudadano de los procesos electorales, la movilización democrática y la libertad de expresión”. Y continuó: “Su convicción en la fuerza de la sociedad civil y su compromiso con la transparencia la convirtieron en una referencia regional para quienes defienden las libertades y la participación activa de las comunidades en asuntos públicos”.

Por defender los valores democráticos, la integridad institucional y la libertad de expresión, ADEPA reconoció con su máxima distinción a María Corina Machado en su 63º aniversario, en diciembre de 2025. En ese sentido, Amoroso destacó que la líder venezolana “representa hoy una voz imprescindible: firme, cívica y profundamente comprometida con la dignidad de las personas y con el ejercicio responsable de las libertades”.
Para concluir, la periodista indicó que Machado consagra un ejemplo inspirador para comunicadores, ciudadanos e instituciones que creen en el poder transformador de la verdad. “En nombre de ADEPA, celebramos su coraje, su compromiso y su liderazgo. Y es para nosotros un profundo honor otorgarle esta distinción”, finalizó.
Gran Premio de Honor nacional a Guillermo Ignacio, expresidente de ADEPA y exdirector de Ecos Diarios
En la velada, el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de ADEPA, Daniel Dessein, protagonizó el escenario junto al exvocero del gobierno de Raúl Alfonsín, José Ignacio López; para honrar con el reconocimiento del Gran Premio de Honor a Guillermo Ignacio, sobre quien aseguraron que, sin él, no puede contarse la historia de ADEPA desde 1962.
Dessein recordó el inicio de la entidad: “En una asamblea de la SIP en Santiago de Chile, mientras el mundo merodeaba la posibilidad de su extensión, un grupo de 17 editores argentinos pensó que debía conformar una asociación para defender la libertad de prensa”. Así, destacó el papel de Guillermo Ignacio, quien acudió con su tío Saúl Ignacio, editor de Ecos Diarios de Necochea, a la tercera asamblea en 1964, en Alta Gracia, previo a ingresar al congreso ejecutivo en 1983.

El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de ADEPA reconoció la lucha de Guillermo Ignacio por preservar el ejercicio del periodismo en aquel entonces y sus conversaciones con Alfonsín sobre la relación entre política y prensa, con las palabras: “Nada sería peor para un gobierno democrático que contar con una prensa incondicional, ni nada sería peor para los periodistas y los editores que un presidente agradeciéndoles su complacencia”.
Dessein destacó el papel de Guillermo Ignacio en la conducción de ADEPA durante ocho períodos, como el presidente más joven de la historia de la institución hasta 2010. Y concluyó: “Ignacio encabezó como presidente de ADEPA la delegación que defendió con éxito, en la Convención Constituyente de 1994, el derecho al secreto de las fuentes. Ese fue un aporte fundamental para el desarrollo de la investigación periodística, pero quizá lo más importante de la actuación de ADEPA en esos días fue todo lo que evitó que quedara consagrado en la reforma constitucional”.
Acto seguido, Guillermo Ignacio subió al escenario para recibir el premio de honor y expresó su agradecimiento por ser reconocido por su trayectoria completa en el interior del país. “Puedo asegurar, sin exageración alguna, que la libertad de prensa es la madre de todas las libertades. Sin su plena vigencia, todo se opaca y la democracia pasa a ser una falacia”, aseveró.
“Hoy estoy aquí para renovar la convicción de que la vida es pasión. La libertad es dignidad y pasión. Y la vigencia de la libertad de prensa requiere de toda nuestra pasión para poder vivir en libertad y con dignidad”, puntualizó.

Y finalizó: “Hoy estoy aquí para agradecer y recordar que ese rezo laico que es nuestro himno nacional nos pide un juramento de vida, para que esa vida, nuestra vida, sea asumida con libertad, gloria y dignidad”.
La velada del 63º aniversario de ADEPA concluyó con un brindis a cargo de Ana Tronfi y Pablo Deluca, en el que reiteraron el agradecimiento a todos los socios institucionales de la asociación por sus aportes y fidelidad.
Más de 143 años escribiendo la historia de Tandil