A 100 años del nacimiento de Santos Elías Gómez, el ‘Agapito’ que hizo historia en el fútbol tandilense
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Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de Santos Elías Gómez, ocurrido en Tandil en 1925, aunque la familia señala que su llegada al mundo pudo haberse registrado el 5 de octubre en lugar del 1º de ese mes. Las celebraciones, sin embargo, siempre se realizaron el primer día del décimo mes del año. Hijo de Bomina Nigro y Elías Gómez, tuvo cuatro hermanos: Bomina Gómez, Sara Ester Gómez, Bautista “Pocho” Gómez y Marta Gómez. Vivieron en Belgrano 136.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailContrajo enlace con María Esther Enríquez y de ese matrimonio nació en 1951 su único hijo, Jorge Elías, quien se casó con Mirtha Alicia Pérez. De su unión nacieron cuatro hijos: María Jorgelina, Sebastián Elías, María Evangelina y María Lucía, los nietos de Santos a quienes disfrutó con inmenso amor y cariño. Ellos fueron la gran alegría de su vida.
Solían decirle: “A vos te pusieron el nombre justo porque sos un santo”. Así lo definieron categóricamente todos quienes supieron cultivar su amistad.
Practicó con éxito el fútbol en Jorge Newbery, Gimnasia y Esgrima, Ramón Santamarina y Doce Estrellas, y fue convocado a integrar la Selección Tandilense de Fútbol. Participó, además, en torneos comerciales y barriales.
Entre sus compañeros en esos elencos pueden recordarse, entre otros, a Juan Domingo Pastor, Yiyo Conte, Abel Ghezzi, Hugo Russiani, Polonio, Mario Cervetta, Vitteta, Carlos Bruni, Andrés “Zorro” Acuña, Mouño, Tejeda, Malinerich, Doñate y Polonio, según señalan las crónicas de aquellos años.
El fútbol fue su pasión y el Dr. Zito (Octavio Alfaro) lo recordó así en 1993, año de su fallecimiento: “…Lo que le importaba era jugar y mostrarse siempre con su potencia innata. Amaba el fútbol, a tal punto que solo la cruenta enfermedad que lo llevó a la tumba pudo sustraerlo de estar en una cancha”.
Se desempeñó laboralmente en Molinos Río de la Plata, Buxton, Tahuilco, Kaffka y Guzmán Hermanos. Integró, además, algún período como delegado de personal en Molinos Río de la Plata. Formó parte de la comisión propulsora de la pavimentación de la calle Dinamarca entre Sáenz Peña y la Ruta Nacional 226.
El doctor Julio Argentino “Pato” Roca fue quien lo trató durante su carrera deportiva. Hubo una consulta que no se pudo resolver en Tandil. Esta consistió en la fuerza que iba perdiendo cuando pateaba la pelota a los 60 años. “Dejate de joder, Agapito —le dijo— (apodo con el cual también se lo conocía), ya no vas a poder pegarle como antes, te estás poniendo viejo”.
No obstante, fue derivado a Mar del Plata y al Instituto Fleni en CABA. El diagnóstico, no tan conocido en la década del 90, fue ELA: Esclerosis Lateral Amiotrófica, cuya definición hoy es la siguiente: “Aunque no tiene cura, el manejo de los síntomas a través de terapias multidisciplinarias y medicamentos puede mejorar la calidad de vida y prolongar la supervivencia.”
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