INSTITUTO NACIONAL NEWBERIANO
A 147 años de su nacimiento, descubrieron un mural en homenaje a Jorge Newbery
Ayer por la mañana se realizó un acto académico con inauguración de un mural en memoria del pionero en la aviación argentina, Jorge Alejandro Newbery, a 147 años de su natalicio. El homenaje tuvo lugar en el pasaje homónimo de la ciudad y fue promovido por el Instituto Nacional Newberiano (INN), delegación Tandil.
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Con presencia de autoridades comunales, políticas, militares, policiales, institucionales y vecinos, el evento comenzó con estrofas del Himno Nacional Argentino interpretado por la banda de la VI Brigada Aérea y siguió con sentidas palabras que recordaron la trayectoria del protagonista.
Finalmente, desplegaron el manto que cubría la pared que cedió la frentista María Elisa Gentile y dejaron al descubierto la obra que a lo largo de la semana ilustró el artista Esteban Cali Algarte.
Tal como destacaron en el encuentro, lo emotivo de la fecha es que este año se conjuga con los 40 años de la Guerra de Malvinas, hito histórico del país en el que la aviación tuvo participación elemental.
El padre de la aeronáutica
El presidente de la Delegación Tandil del INN, Comodoro (R) Daniel Piccatto reveló que cuando cayeron en la cuenta de que se cumplían cuatro décadas de la gesta de Malvinas, enseguida surgió el deseo de generar acciones en conmemoración. Fue a un vecino, que prefirió mantenerse anónimo, a quien se le ocurrió la idea del mural.
Jorge Newbery es reconocido como el padre de la aeronáutica argentina, aunque enumeraron la diversidad de campos en los que se expresaba y se distinguió a lo largo de su corta vida. “Un hombre que amaba el tango, docente, escritor, aviador civil y militar. Un hombre elegante y repartidor de sonrisas”, describió Piccatto en su discurso.
Fue precisamente este último gesto el que buscó manifestarse en la pared del pasaje que lleva su nombre y que el muralista logró reflejar con sus aerosoles y látex en tonos de blanco, negro y grises.
Allí quedó entonces plasmado el aviador, entre un globo aerostático Pampero y un avión, con ese espíritu característico de mirada amable. “Es esa sonrisa la que buscamos expresar para que nos dé ánimo y energía para salir adelante”, remarcó el titular del INN en Tandil.
Además de destacar la predisposición de quien brindó su muro para la obra, resaltó que mucha gente desinteresadamente hizo su aporte de diferentes maneras. “A todos gracias por seguir newberizando la Argentina”, saludó.
Reflejar el espíritu de Newbery
En conversación con El Eco de Tandil, Piccatto se manifestó muy orgulloso por la obra que quedará en esa calle y que podrá dar a conocer más sobre el aviador, y agradecido por la clara interpretación del artista.
Esteban Cali Algarte también se expresó contento con la iniciativa, que a pesar del frío y las inclemencias climáticas, logró llevar adelante a lo largo de esta última semana. “El principal concepto fue que pudiera lograr la mirada, la sonrisa”, afirmó, observando la clara expresión de Newbery que dejó en ese mural.
“A mí dibujar y pintar me encanta, sobre todo cuando son cosas que realmente tienen significado”, señaló el también tatuador, revelando que a lo largo de esos días de trabajo, no solamente tuvo el acompañamiento de la institución y de los vecinos del pasaje, sino que la gente que pasaba por el lugar se detenía a preguntar de qué se trataba. Admitió, también, que en esta semana, así como esos transeúntes, él mismo aprendió mucho sobre el personaje en cuestión.
Satisfecho con este último detalle de haber incentivado al artista a interiorizarse en el aviador, Piccatto destacó que justamente una de las finalidades del Instituto es divulgar sobre la vida de este hombre histórico.
Un buscador de aventuras
Jorge Newbery fue deportista, ingeniero, investigador y buscador de aventuras. Nació un 27 de mayo de 1875 en Capital Federal y la muerte lo sorprendió un 1 de marzo de 1914 en Mendoza.
A los ocho años realizó su primera hazaña por los aires viajando solo a Nueva York para visitar a sus abuelos. Su segunda hazaña fue para la navidad de 1907, donde con el globo aerostático El Pampero, cruzó el Río de La Plata hacia Uruguay. Fue el primer cruce sobre el agua que se realizaban en el país y el puntapié inicial para la aeronáutica argentina. Al año siguiente se inauguraba el Aero Club Argentino.
Desde entonces, Jorge Newbery no paró de contar hazañas en globo y luego con aviones logrando varios récords nacionales e internacionales. En tres años, el piloto realizaría 40 ascensiones en globo.
Newbery quería ser el primero en cruzar la cordillera de los Andes y llegar a Chile. El 10 de febrero de 1914, desde el aeropuerto El Palomar y en su avión Morane Saulnier, bate el récord mundial de altura al ascender a 6225 metros; de esta manera comprobó que su sueño de cruzar la cordillera era posible.