A un mes del asesinato, harán la segunda marcha por Mili y para reclamar seguridad
César Quenaipe, padre de la adolescente de 18 años ultimada de una puñalada el 31 de agosto pasado, anunció la segunda movilización. Será el sábado próximo, a las 18, desde Uriburu y Rodríguez hasta la Municipalidad. Además de rendirle honor a Mili, clamarán por “seguridad para los chicos de Tandil, que salgan a bailar o a donde salgan y vuelvan a su casa”, dijo el padre.
:format(webp):quality(40)/https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/09/familia_mili_quenaipe_2.jpeg)
A un mes del asesinato de Milagros Quenaipe, ocurrido el 31 de agosto pasado, a las 6.30, en Rodríguez y Uriburu Sur, los familiares y amigos invitaron a la segunda marcha para reclamar justicia y seguridad. Mientras aguardan los tiempos del proceso penal y la suerte del detenido, Wilson Sánchez (23), canalizarán el inmenso dolor en el pedido a las autoridades para que tomen medidas tendientes a la prevención de los delitos.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn diálogo con El Eco Multimedios, César Quenaipe anunció que “el 4 de octubre vamos a juntarnos para hacerle honor a Mili y pedir seguridad acá en Tandil, porque ya esto se está yendo de las manos. En Tandil, de ser una ciudad grande que salías tranquilo, ahora no podés salir ni a la esquina. Ahora te da miedo hasta salir a tres cuadras a hacer un mandado, porque vienen, te asaltan, te roban y ahora te matan también, por cualquier cosa”.
Inmerso en un profundo dolor que aflora en cada uno de sus gestos, el padre de la adolescente ultimada expresó que “me parece que las autoridades se tendrían que hacer cargo y ponerse un poquito más en el tema. Eso es lo que pienso yo y lo que corresponde”.
La demanda, dirigida a distintos niveles del Estado, se muestra más vehemente que en la primera marcha por Mili. Ese 6 de septiembre, en veda electoral, la convocatoria se mostraba algo atenuada por respeto al acto electoral inminente.
El próximo sábado, los manifestantes se reunirán desde las 18, en Uriburu y Rodríguez, en la esquina en la que ultimaron a la joven, de una certera puñalada en el cuello. La movilización culminará en la Municipalidad, donde César Quenaipe hablará ante los presentes.
:format(webp):quality(40)/https://cdn.eleco.com.ar/media/2025/09/milagros_quenaipe_2.jpg)
“Vamos a caminar pidiendo justicia hasta el Municipio. Si alguien del Municipio quiere estar, nos quiere atender, abrir las puertas, charlar un poco, ahí vamos a estar. Diremos algunas palabras. Mucho no sé qué decir porque no estoy preparado para esto, me salió de improviso como saben todos, es lo que me sale de adentro”, manifestó el papá.
En paralelo, invitó a la comunidad: “Quiero que me acompañen todos por el dolor de Mili y para que no pase más en Tandil, ni en Argentina, que hoy es cosa cotidiana. Hay que cambiar las leyes del país”.
Y reiteró que “pedimos nuevamente que la gente de Tandil nos acompañe. No quiero que lleven banderas. Aunque sea, a golpear las manos un poquitito pidiendo justicia y seguridad para los chicos de Tandil, que salgan a bailar o a donde salgan y vuelvan a su casa. No estar con el corazón en la boca. Tandil es una ciudad chica y es hermosa, no quiero que siga pasando esto”.
Una espera sin consuelo
En otro tramo de la entrevista, César Quenaipe ratificó que sigue la instrucción penal preparatoria con la misión de recolectar la mayor cantidad de pruebas posibles sobre la autoría de Wilson Sánchez. Cerrada esa etapa, esperan que el fiscal le solicite al fiscal la prisión preventiva “para que esté detenido hasta el día del juicio. Creo que ya todas las pruebas que hay son muy contundentes hacia esta persona”, señaló.
En ese sentido, expuso que “ahora tenemos que esperar el juicio, a ver la condena que le van a dar a este muchacho”. Y una vez más, reiteró que “lo que digo siempre y voy a volver a decir es que a mí 8 años o 25 no van a satisfacer el dolor que causó esta persona. A mí ya me destrozó la vida; a mí y a toda mi familia. Yo quiero que se muera y que tenga la pena de muerte, que no esté gozando de la vida. Él va a estar preso y gozando de la vida. Tiene 23 años y el día de mañana va a tener 46 años y va a salir a gozar de la vida como si nada hubiese pasado, y para nosotros, la mitad de nuestra vida va a estar enterrada, un metro bajo tierra”.
A pesar de su postura, Quenaipe sostuvo que “hay que esperar a la Justicia que es lenta. Esperemos que en 8 ó 10 meses salga el juicio y que lo condenen de la mayor manera, que el peor peso de la ley le caiga a esa persona, ya que la pena de muerte no está en la Argentina” y ratificó que “sigo pensando siempre en la pena de muerte, que se muera para que sane la cicatriz de mi hija; la mía no va a sanar más”.
Sin consuelo, el padre de Mili reflexionó que la pena de muerte llevaría a que “esté el dolor en la familia” del imputado, para que “sepan lo que se siente”.
“Cosa de locos”
Desde su lugar, César Quenaipe confió que “hace un mes que pasó lo de mi hija y todos los días, cada dos minutos tengo el pensamiento de mi hija, y te quebrás, llorás y las cosas para atrás no se pueden volver. Esta persona causó el dolor que no lo tendría que haber causado. No sé por qué fue mi hija que estaba justito, que en ese momento estaba haciendo un favor, de contemplar a una persona que estaba descompuesta. Podría haber sido otra chica pero fue mi hija la que estuvo ahí”.
Por ese motivo, insistió en que ante una sentencia por homicidio, mientras la pena es de 8 ó 25 años de prisión, “la herida que tengo no se calma más”.
Quenaipe consideró que “para mí el que sale a matar tiene que morir” más allá del “estado” en que se encuentre en relación al consumo de alcohol o drogas: “Sabés que eso te altera, tendría que ser el doble de condena. Acá es al revés en Argentina. Estás ebrio o drogado, te dan la mitad porque no estás en tus cabales. Cosa de locos”.