Ante la incertidumbre que vivió, una paciente recuperada de Covid reclamó vigilancia sanitaria
Guillermina Berkunsky relató su experiencia al transitar la enfermedad, desde la demora en el diagnóstico, la falta de un criterio unificado para los contactos estrechos hasta el alta médica. Advirtió sobre la ausencia de acompañamiento, incluso desde una óptica de la salud mental, y aseguró que es necesario implementar un sistema que permita hacer un seguimiento epidemiológico.
Mientras la ciudad transita por un proceso de aumento de la curva de contagios, las experiencias de personas que transitaron la enfermedad se multiplican. En esta oportunidad, una reconocida profesional utilizó su cuenta personal de Facebook para relatar su caso al ser diagnosticada con Covid-19 y, a partir de allí, reclamar algunas medidas que permitan generar contención, especialmente desde el campo de la salud mental.
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Guillermina Berkunsky Idiart, médica psiquiatra y psicoanalista, relató el estado de soledad, incertidumbre y abandono que sintió durante el proceso, y pidió precisiones al Gobierno de Miguel Lunghi y que genere un sistema de vigilancia sanitaria para acompañar a las personas que cursan la enfermedad. “Falta la decisión política para que se haga”, reclamó.
En su caso, según publicó en la red social, los primeros síntomas aparecieron el lunes 12 de octubre. Cansancio y un poco de fiebre, según relató. Al día siguiente, y dado que una de sus dos hijas transitaba por un estado gripal de más días de evolución, “me convencieron de hisoparme”.
El sábado 17, cuatro días después, supo del diagnóstico positivo. Y se enteró “gracias a un amigo médico que se dedicó a buscar mi resultado”, que no estaba en el Sanatorio, donde la habían hisopado, ni en el Hospital, donde le habían dicho que los habían enviado.
Con ese escenario, se contactaron con el 107 Emergencias Médicas para intentar establecer los días que debían guardar aislamiento según el caso, y quién era considerada nexo epidemiológico por tratarse de contacto estrecho.
“Abandono”
“Obtuvieron respuestas diferentes según quien las atendió”, alertó como segundo punto y agregó que “nunca” se contactaron del Sistema Integrado de Salud ni del Sanatorio, “no tuve ningún tipo de control sanitario ni recomendaciones”.
Independientemente del impacto ante el resultado positivo por una enfermedad nueva que se expande por todo el mundo, la profesional hizo especial hincapié en el “abandono” por parte del Estado que sintió junto a sus hijas, “en una situación en la que un control diario nos podría haber tranquilizado respecto a nuestros síntomas y evolución”.
Entre otras observaciones, en su posteo indicó que “nunca supimos fehacientemente cuándo era el alta de cada una” ni vigilancia epidemiológica. “Y de contención anímica y social, mejor ni hablar. Por suerte, pudimos contar con la gente que nos quiere y que nos acompañó”.
“Transitamos una pandemia. La responsabilidad individual es importante pero es imprescindible la presencia del Estado porque se trata de salud pública”, aseguró.
El pedido
Frente a lo expuesto, exigió al Gobierno local que “revise cómo está haciendo con cada una de las situaciones como la nuestra y garantice, junto a las obras sociales y el sector privado de la salud que los diagnósticos sean confirmados lo mejor posible también para las personas allegadas a quien se enfermó o fue diagnosticado” y “se realice un seguimiento individual de los positivos, que cargan con las ansiedades propias y con una exigencia social de aislamiento que dificulta la comunicación de su padecer”.
Incertidumbre y angustia
En diálogo con El Eco de Tandil, Berkunsky se refirió a la situación de “incertidumbre” y la “sensación de soledad” durante la enfermedad, desde que aparecieron los síntomas y recibió el diagnóstico, hasta que recibió el alta, y aportó su mirada desde el punto de vista de la salud mental de los pacientes.
Por eso, y a partir de la experiencia vivida, consideró necesario establecer algún mecanismo que permita acompañar a las personas infectadas, las que cursan el virus en soledad o al cuidado de niños, respecto a la evolución del virus con el correr de los días. “Y no hubo quién respondiera a estas preguntas”, dijo.
“Del virus se conoce muy poco”, admitió. No obstante, enfatizó que el mensaje apunta a permanecer en los domicilios para evitar la propagación del virus o aislarse en caso de tener síntomas o haber sido contacto estrecho, “pero no silenciar el malestar que se sufre”.
En ese sentido, observó que “falta algún sistema de contención que abrigue todos los interrogantes que surgen”, que pueda brindar tranquilidad emocional y respecto a la responsabilidad social.
Asimismo, hizo referencia a la ausencia de un seguimiento epidemiológico de los contactos estrechos que reportó y si bien reconoció que podría estar “desbordado”, aseguró que “deberían aumentarlo como si fueran camas o respiradores”.
En tanto, aseguró que “la sensación de abandono” es en cuanto al modo en que se gestiona la pandemia en Tandil y no contra el personal de salud. “Los llamados, la falta de criterio unificado, los diagnósticos”, enumeró Berkunsky.