Por Bruno Scaffido (*)

Nació en Tandil en el 2002, siendo la única mujer en una familia de tres hermanos varones. Sus papás, Eliza y Ariel, incentivaron a sus hijos en la práctica del deporte, por lo que desde muy chica concurrió al club Los 50, en su barrio, donde se inició en el hockey.

-¿Qué pensabas con 4 ó 5 años del hockey? ¿Lo imaginabas como una forma de vida?

-No, a los 5 años no te imaginás, lo que sí sé es que desde que arranqué a jugar, fue un deporte que me encantó y hoy en día es lo que más me gusta hacer.

-¿En qué momento sentiste que esto iba más allá de practicar un deporte?

-En mis primeras concentraciones, a los 14 años, empecé a venir al Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard). Me di cuenta de que, por ahí, tenía un poco más de futuro y, a medida que fui quedado en los torneos, me di cuenta de que más que un hobby, ya era un trabajo para mí, así que me lo tomé mucho más profesional.

-¿Cómo y cuándo empezaste a soñar con ser Leona?

-Cuando arranqué en el junior, a los 14 años más o menos, me imaginaba llegar a lo más alto, en este caso a Las Leonas, así que me esforcé mucho, primero en los juniors y, una vez que jugué esos torneos con el junior, estaba mucho más cerca. Hoy en día, estar ahí, me pone muy contenta.

-Tu familia siempre te apoyó, ¿cuánto influyó eso en el desarrollo de tu carrera deportiva?

-Un montón. Yo creo que el apoyo de la familia es fundamental. Siempre que viajaba con el club o con el selecionado, me trataban de acompañar, y yo creo que es algo muy importante, porque te ayudan a pasar bajones o los mejores momentos. Que estén, es una alegría enorme.

-Eras todavía muy chica cuando te convocaron a nivel nacional, ¿sentiste mucha presión? ¿Cómo lo viviste?

-Yo creo que en ese momento no sentía tanta presión; sí nervios o ansiedad.

-¿Te ilusionaste mucho con la idea de jugar para ese equipo que siempre admiraste?

-Claro, es muy difícil jugar con esa ansiedad de no saber si quedás o no en las listas o para jugar los torneos, pero creo que todos los procesos que hice los disfruté al máximo y eso hace que pueda estar acá en Las Leonas.

Entrenamiento

-¿Cómo fue variando tu entrenamiento?

-Son entrenamientos muy duros, donde hacemos doble turno algunos días de la semana. Nos levantamos de mañana temprano, hacemos gimnasio, hockey, también corremos. Estoy siempre metida en el entrenamiento y enfocada en dar siempre mi máximo. Los entrenamientos son duros, pero muy lindos.

-¿Cómo es un día de entrenamiento?

-Me levanto a las 8 de la mañana, entrenamos a las 9 y nos toca gimnasio en el primer turno. Siempre desayuno algo antes de ir a entrenar, porque necesito esa energía, voy a las 9 al Cenard a entrenar gym, después hacemos hockey, así que terminamos más o menos a las 12.30.

Nutrición

-¿De qué manera tuviste que modificar tu alimentación?

-Básicamente es comer variado, no te tenés que prohibir todo, pero saber qué es lo que tenés que comer. Acá tenemos mediciones todos los meses. Creo que fue algo que siempre pude controlarlo y más viviendo sola, me sé manejar en ese sentido.

-¿Se extraña la comida de mamá?

-Obvio, de vez en cuando me trae algo.

-¿También usás suplementos?

-Tomamos proteínas después de entrenar, porque ayudan a mejorar la masa muscular y también a recuperarte más rápido.

El cambio

-¿Cómo fue el día que ganaste la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de la Juventud?

-Ese torneo fue una locura, mi primer torneo importante con la selección. Me alegró mucho poder compartir con la gente de Tandil, y mi familia, también gente de mi club, Los 50, que me fue a ver. Creo que fue un torneo inolvidable, que nunca más se va a volver a repetir.

-¿Cuándo decidiste que tenías que mudarte a Buenos Aires?

-Después de pandemia, que tuvimos ese año o un poquito más sin poder jugar, me puse a pensar qué quería hacer, si quería dar un paso más con respecto al hockey. En 2021 decidí irme a vivir a Buenos Aires. Al principio me costó bastante, pero después la paso genial, encontré el club que es como mi segunda casa, así que la experiencia fue lo mejor que hice.

Es una cuidad totalmente distinta. Tandil es chiquito y yo también vivía cerca del club, me iba caminando y volvía caminando. Me mudé a un lugar muy cerca del club y el Cenard, así que la vida es bastante parecida.

El dedicarme ciento por ciento al hockey, me pone muy contenta.

-¿Cómo vivís el cambio?

-Para mí hoy en día es un trabajo, pero me encanta y la verdad es que venirse acá y tener este cambio fue duro, vivir sola a los 18 no es tan fácil. Hoy es mi quinto año sola. Estar en Las Leonas me parece una locura y creo que el cambio fue bueno.

Logros

-¿Cómo manejás la competencia?

-Acá los torneos a nivel club son totalmente distintos a lo que hay en Tandil. También por eso me vine, porque para dar un salto de calidad, vos tenés que venir acá, que es el mejor torneo en Argentina. Al principio, fue difícil adaptarse al ritmo y al equipo; una vez que agarrás la mano, ya te sentís mucho más cómoda, participás mucho más en lo que es el hockey y el Metropolitano. Competís siempre al máximo.

-¿Hay alguna competencia que recuerdes con cariño?

-Los Juegos Olímpicos de la Juventud me parecieron espectaculares porque fueron acá. Qué te venga a ver tu gente es algo muy lindo.

Hace poco, fuimos a una Pro League en Europa,  fue una experiencia muy linda. Fui a Londres, a España, a Berlín, fue una locura esa experiencia y darte cuenta de que estás cumpliendo tus sueños y caer cada día en eso, es algo muy lindo.

-¿Pudiste conocer los lugares?

-Sí, siempre hay un lugarcito para poder pasear por una ciudad como Valencia, en España. Recorrimos Londres y es un lugar hermoso, y siempre tenés ese espacio para poder conocer esos lugares.

-¿Cuáles son tus próximas metas?

-Estar con Las Leonas me parece una meta cumplida, obviamente que siempre quiero ir por más. Hay torneos importantes. El año que viene está el Mundial con Las Leonas, así que creo ese es un sueño que me encantaría cumplir y también jugar un Juego Olímpico, que es el torneo más grande que un deportista puede jugar. Eso son mis sueños por cumplir y espero que se den.

El techo se lo pone uno mismo, así que si quéres mejorar, tenés que entrenarte y cada día dar el máximo y tratar de cumplir esas metas que tenés para lograr tus sueños.

-¿Qué palabra le dedicarías a las chicas que hoy en día están jugando en el club donde vos iniciaste?

-La palabra perseverancia es muy importante en el deporte en sí, nunca bajen los brazos. Yo me entrené, quise estar y nunca me di por rendida, así que yo diría que si uno quiere estar y cumplir los sueños, no queda otra que entrenarse, ser perseverante e ir por lo que uno quiere.

(*) Esta entrevista fue realizada en el marco de la materia Práctica Profesional 1 de la Tecnicatura en Comunicación Social del ISFDYT 10 de Tandil, bajo la tutela de la profesora Carolina Cordi.

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El Eco de Tandil

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