Caídos del Catre celebrará sus diez años con una gran fiesta murguera en la Estación
La fiesta será este sábado desde las 15 en Machado 1100. Habrá once agrupaciones murgueras invitadas, propuestas para toda la familia y la tradicional quema del momo. El encuentro será gratuito y se extenderá hasta las 23.
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La murga Caídos del Catre celebrará este sábado su décimo aniversario con un festejo comunitario en la Estación de Trenes (Machado 1100).
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa jornada comenzará a las 15 y se extenderá hasta las 23, con la participación de once agrupaciones carnavaleras —diez de Tandil y una de Rauch— además de una variada grilla artística y la tradicional quema del momo como cierre simbólico. A esa hora, la celebración continuará con una fiesta en la Incubadora de Arte, con entrada a precio accesible.
Matías Vázquez, cantante e integrante de la murga desde hace cinco años, anticipó que se trata de un evento pensado “para pasar toda la tarde, hasta la noche”.
“Convocamos a un montón de murgas y agrupaciones, tenemos planeado que sea toda la tarde hasta las 23, aproximadamente”, explicó a este Diario.
“Esto terminará con la quema de un momo”, agregó.
La organización del aniversario también estuvo a cargo de Noelia Zinóvile, cantante e integrante de Caídos… casi desde sus inicios, quien adelantó que el festejo estará dividido en tres bloques: “Vamos a tratar de que cada bloque de la grilla sea rico en cuanto a variedad de espectáculos”, señaló a El Eco de Tandil.
Entre las invitadas figuran las murgas de Tandil Requetupá, La Soñada y Los Adoquines de Fulano de Tal, entre otras. “Son agrupaciones con las que tenemos contacto desde hace mucho tiempo, con las que nos venimos cruzando en un montón de eventos”, expresó.
Caídos del Catre cuenta hoy con alrededor de 35 miembros, un número que varía año a año. “Hemos sido diez y hemos sido veinte. En este momento somos muchos adolescentes y pequeños los que estamos, pero no dejan de estar los adultos”, describió Vázquez.
La presencia de niños es una característica distintiva: “La más chiquita tiene 4 años y va con su abuela”, contó. Otros niños participan acompañados por sus familias, algo que la murga entiende como parte esencial de la experiencia colectiva.
Zinóvile profundizó en ese aspecto, ligado a la transmisión generacional: “Acá también hay que preguntarse qué es estar en la murga. Si vemos el estar en la murga como ponerse el traje y salir a la presentación, entonces hay gente que no está. Pero nosotros entendemos la murga en un sentido mucho más amplio”.
Y resumió que “el papá, la mamá, la tía o el hermano —o quien sea que lleva a su hijo a ensayar- que lo espera, toma mate y aplaude la canción está en la murga”.
Historia y recorrido
La historia del grupo comenzó hace una década, cuando un conjunto de talleristas que trabajaba con niños imaginó un proyecto colectivo que con el tiempo tomó forma de murga. La experiencia fue creciendo y encontró distintos espacios para desarrollarse.
“Empezamos ensayando en la placita de 14 de Julio y Pellegrini. Estuvimos un tiempo ahí y después anclamos en el barrio de la Estación”, recordó Zinóvile.
Durante largo tiempo ensayaron en el predio de la Dirección de Juventudes del Municipio (Arana y 11 de Septiembre), pero este año debieron abandonar ese lugar. “Tristemente, nos hemos desvinculado de la Dirección porque ya ni siquiera nos abrían la puerta del baño. Se da la paradoja de que este año, que estamos más llenos de juventudes y niñeces que nunca, no tenemos espacio para ensayar ahí”, comentó Zinóvile.
Durante el invierno se reorganizaron y trabajaron en el Jardín 917, en Machado y Montiel.
Las prácticas son constantes: “Somos una murga que ensaya mucho; tenemos tres ensayos por semana. Un día ensayamos quienes cantamos; otro día los percusionistas y los sábados hacemos ensayo general”, detalló Zinóvile.
El contexto social y cultural también atraviesa el recorrido del grupo. “Obviamente que los contextos sociopolíticos siempre impactan de forma positiva o negativa en los espacios. Estas grupalidades de expresión cultural popular tienen un poco más de aceptación en épocas donde lo popular está mejor visto”, analizó.
Y aunque reconoció que esta es “una época difícil”, resaltó el trabajo sostenido de las murgas y comparsas tandilenses: “Todas las agrupaciones carnavaleras de Tandil tenemos un montón de años. Eso demuestra un trabajo sostenido, en una ciudad que no tiene una cultura carnavalera nativa y que por eso tiene que laburar un poquito más”, destacó.
Ese esfuerzo –afirmó- empezó a dar frutos: “El trabajo sostenido y de mucha calidad ha ido demostrando que somos algo digno de ver y que formamos parte de la cultura de la ciudad. En los últimos años, por lo menos, he visto más gente en el corso”.
El aniversario de este sábado será con entrada libre y gratuita.
Habrá servicio de cantina y también un espacio para feriantes. Quienes deseen participar con un puesto deberán completar el formulario disponible en la cuenta de Instagram de la murga: @caidosdelcatremurga
Periodista de El Eco de Tandil.