Desde el “Barrio cuida al barrio” advirtieron que los vecinos necesitan acompañamiento y contención
Hace más de una semana se puso en marcha el programa nacional que busca concientizar y prevenir el coronavirus en los barrios populares. Las 15 promotoras socio comunitarias recorren casa y por casa y se empapan de las problemáticas de la gente, para poder llevarle una respuesta articulando con distintas áreas. Hisopados, compañía e información es lo que más necesitan.
Cada mañana desde que se empezó a implementar el programa nacional “El barrio cuida al barrio”, las promotoras socio comunitarias llegan a la esquina de avenida Lunghi e Iraola, arman la carpa, organizan sus elementos de trabajo y cuidado y extienden sobre la mesa el mapa que las guiará en su recorrido.
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Se dividen por turnos para cubrir el rango de 9 a 15 , mientras dos de ellas permanecen en “la posta”, otras transitan alrededor de ocho cuadras diarias visitando a los vecinos llevando en práctica el operativo, tomándoles la temperatura, ofreciendo barbijos y relevando las necesidades que presentan para ver cómo se las pueden resolver. Pero sobre todo, contienen y escuchan.
Hace poco más de 10 días se puso en funcionamiento el proyecto que, avanzados los contagios de coronavirus, pretende abordar la prevención en los barrios populares. Gracias a unas 15 promotoras, que se capacitaron los últimos meses para llevarlo a cabo, se logra la articulación con áreas como el Sistema Integrado de Salud Público (SISP), Anses y Pami, entre otras.
La primera etapa está planificada para abordar los barrios de El Tropezón y La Movediza, pero también contempla avanzar sobre San Juan, Arco Iris y Maggiori. “Esto requirió un trabajo de cuadrícula, con el objetivo de visitar casa por casa y acompañar las trayectorias de índole educativa, los problemas sociales, alimentarios y de violencia de género, entre otros”, señaló Nicolás Carrillo, a cargo del Centro de Referencia local (CDR).
Además destacó la buena aceptación de los vecinos y, como analizó que en Tandil se está experimentando una curva alta y muy progresiva de contagios que en la sociedad genera bastante miedo, aseguró que tratan de evitar la circulación lo mayor posible, por eso se busca acercar la respuesta desde los diferentes organismos.
La gente se quiere testear
Como había señalado Carrillo en el lanzamiento del programa, “las promotoras ayudarán a estirar los brazos del Estado, para acercar soluciones a la barriada”, Así, entre las tantas necesidades que advierten, Marilen Pogorzelski contó que la mayor demanda relacionada al Covid-19 son los análisis para constatar o descartar el contagio. “La gente se quiere hisopar”, afirmó. Asimismo, señaló que los vecinos se manifiestan preocupación por este contexto que avanza.
El equipo transita un recorrido muy amplio y muy pautado, que justamente van registrando en el mapa gigante de la zona que poseen, porque lo que quieren es llegar a cada hogar y poder brindar respuesta concreta, asistiendo e informando a las personas.
Por su parte, Verónica Balcarce, explicó que a cada vecino le ofrecen ayuda en la realización de trámites que requieran articulación con Pami y/o Anses, por lo que toman los datos y se vuelven a contactar una vez que tienen la respuesta esperada. “Hay mucha demanda en estos aspectos, también para Desarrollo Social y lo que tienen ver con los centros de salud”, sostuvo.
En este sentido, como con los hisopados, Carrillo contó que mantuvieron reuniones con la titular de Abordaje Territorial, Juliana Teerink, y el referente de Salud Comunitaria, Pablo Díaz Cisneros. A ellos van derivando las consultas, para que el ida y vuelta sea permanente y “haya una respuesta rápida en el barrio y no quede solo en la demanda”.
Acompañamiento y contención
Al llegar a un domicilio se presentan como promotoras comunitarias, toman la temperatura y explican los alcances del proyecto, hasta el momento la buena experiencia las acompaña, ya que la mayoría de los visitados se mostró muy conforme con el acercamiento y brindó una buena respuesta. También entregan tapabocas y otros elementos de prevención que se requieran.
“La gente está vulnerable, pero le agrada que vayamos y nos preocupemos”, contó Rocío Mansilla. Esta posibilidad de brindarle respuestas, por ejemplo a adultos mayores que no se pueden acercar al Pami, aseguró que “para ellos es muchísimo”.
Asimismo, parte de lo que se está relevando también apunta a saber quiénes no tienen conectividad a internet como para poder cumplir con las clases virtuales o tareas escolares, por lo que se mantienen en contacto con la jefa Distrital de Educación, Florencia Menna, y acercan los cuadernillos a los chicos.
Llevan caminadas muchas manzanas y han encontrado varias personas que no están viviendo en condiciones dignas con respecto a sus viviendas, o atravesando situaciones económicas extremas. Muchos no se han inscripto en el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) oportunamente y ahora ya no tienen chances de hacerlo, a la vez que muchos consultan por las asignaciones y otros beneficios para ver si obtienen un respiro, ya que la cantidad de personas que se ha quedado sin trabajo o changas advirtieron que es mucha.
La angustia que tiene la gente es tal, que las promotoras contaron que hasta se les han largado a llorar. “Nosotras nos tomamos en tiempo necesario para escucharlos y contenerlos, queremos que estén conformes y acompañar, que sepan que pueden confiar”, señaló.
Los ingresos informales
Además de los aspectos educativos, violencia de género, programas sociales o acompañamientos generales, la ocasión contribuye a la realización de un relevamiento ligado al Registro de la Economía Popular (Renatep).
Así, con el fin de tener un análisis de la zona, ponen una planilla a disposición de quienes no trabajan de forma asalariada para que se puedan registrar. “Entendemos que la salida pospandemia va a ser con mucho apoyo al trabajo independiente y autogestionado”, consideró Carrillo.
Explicó que ese estudio es muy necesario para luego contar con una respuesta de política pública concreta, saber de qué se está trabajando y en qué sectores.
Las mujeres que con notable vocación de servicio se están empapando en los requerimientos vecinales, advirtieron que la gente se interesa mucho en el Renatep, porque hay mucho trabajador informal. Conforme su testimonio, mayormente la inclinación de un ingreso alternativo, que puede ser momentáneo o permanente, va hacia la cocina, repostería, la costurería o recolección de chatarras para hacer artesanías.