Desde Emergencias del Hospital aseguran que sufren hechos de violencia con frecuencia
“Estamos trabajando y no nos sentimos seguros”, admitió la subjefa del servicio Cecilia Martens. Y aseguró que el consumo de drogas y alcohol se incrementó y eso se refleja en muchas oportunidades en la agresividad con que las personas se dirigen al personal del servicio de guardia.
La subjefa del servicio de Emergencias del Hospital Ramón Santamarina, Cecilia Martens, aseguró que los hechos de violencia hacia el personal de la guardia sin “cada vez más frecuentes” y lamentó que “estamos trabajando y no nos sentimos seguros”.
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Y sostuvo que a pesar de que cuentan con presencia policial en la guardia, el “consumo de drogas, de alcohol y la violencia que está en nuestra sociedad también se ve en nuestro ámbito de trabajo, que a su vez es un ámbito en el cual suceden cosas bastante desagradables en su mayoría porque cuando uno ingresa al servicio de emergencias mayormente es por un problema grave”.
“Todo eso desencadena en agresiones al personal que está al servicio de la comunidad. La verdad es que la persona que viene violenta y decidida a agredir o crear algún conflicto atraviesa todas las barreras y de repente la encontramos en el interior de la guardia de esa manera, con nerviosismo, agrediendo, insultando y lo último que pasó fue que golpearon al personal policial y al de la guardia”, sostuvo.
En tanto, explicó que no se trata de un hecho puntual, sino de algo frecuente ya que “es un lugar donde pasan cosas no muy buenas y la verdad es que la gente reacciona de manera incorrecta”.
Puntualizó que el último hecho de violencia fue “contra el personal policial, además no fue por un problema de salud. La persona venía muy agresiva desde afuera con otro problema diría yo más social que de salud. Ingresó a la guardia rompiendo todo, pateando todo y cuando el personal policial quiso frenarlo y el personal de enfermería trato de contenerlo, ahí se desató todo”.
Cecilia Martens aseguró que cuentan con un oficial de policía las 24 horas del día en la sala de espera alternativa, ya que se encuentran en reformas y se están construyendo la nueva sala de espera.
“En el lugar donde están las administrativas que son quienes ingresan a las pacientes, los anotan y hacen las preguntas iniciales de cuál es el motivo de consulta, hay un oficial las 24 horas del día”, señaló.
Consumo de drogas y alcohol
Indicó que el consumo de drogas y alcohol es “cada vez más frecuente” y que “generalmente los hechos de violencia se asocian a esto, no hay dudas, la persona que está en esas condiciones no está en sus cabales, ni mucho menos como para reaccionar así”.
En cuanto a las edades en las que reciben personas en estas condiciones, afirmó que si bien la adolescencia es el foco “más importante”, el consumo de sustancia y alcohol se ve “en todas las edades” y se pronuncia más los fines de semana y en horas de la madrugada.
“Si bien no es un análisis de rutina que hagamos el dosaje de alcohol o drogas, se solicitan solamente en situaciones especiales, pero el paciente que viene con una alteración del sensorio, que no viene con una conciencia normal, que uno nota que está alcoholizado ingresa dentro de los porcentajes que estamos hablando”, sostuvo.
Si bien por ese motivo no tienen estadísticas, remarcó que el comportamiento de la personas manifiesta ese estado y por eso saben que el porcentaje es “altísimo”.
“En la guardia vemos alcoholismo y consumo de marihuana y cocaína, pero de otras drogas también. Se ve cada vez más”, manifestó.
La falta de uso del casco, un tema recurrente
En cuanto a los accidentes en los que están involucradas motocicletas, aseguró que casi todos los días hay siniestros viales de ese tipo y que las lesiones que padecen los conductores y acompañantes de esos rodados van de leves a “cada vez más graves”.
“Pese a las diversas campañas que hay, la gente sigue sin usar el casco, como así también sin usar cinturón de seguridad y se ven las consecuencias acá en la guardia”, aseguró.
Explicó que “la accidentología es lo que más preocupa siempre, la moto generalmente afecta a una población joven lamentablemente y cuando ocurren accidentes graves con alta mortalidad o altos índices de incapacidad o discapacidad es lo más triste”.
“Usar el casco o no es salvar la vida o no”, enfatizó. Y afirmó que “además hay que tener en cuenta las secuelas neurológicas que quedan si circulan sin casco, lo mismo sucede con el cinturón de seguridad que el traumatismo de cráneo es contra el parabrisas, aunque suele estar más protegida la persona depende de la velocidad, del impacto, de un montón de circunstancias”.
En tanto, detalló que alrededor del 70 por ciento de las personas que circulan en moto e ingresan al Hospital con lesiones, estaba usando casco.