Dirección de Género, a 10 años del Ni Una Menos: “El desafío es construir una nueva sociedad, ¿qué tipo de sociedad queremos?”
Agustina Goñi, de la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual, brindó detalles del trabajo del área.

En el marco del décimo aniversario de la primera marcha Ni Una Menos, la directora de Políticas de Género y Diversidad Sexual del Municipio -Agustina Goñi- dialogó con El Eco de Tandil y brindó detalles del trabajo del área. Tienen actualmente 150 botones anti-pánico activos, 10 tobilleras, y realizaron 220 intervenciones en lo que va del año. Más allá de estadísticas, la funcionaria destacó que los números representan vidas y situaciones de mujeres de la ciudad.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“En la actualidad pienso en cómo seguir afianzando todo esto que fuimos recorriendo, y no retroceder en los derechos que alcanzamos. El desafío es construir una nueva sociedad. ¿Qué tipo de sociedad queremos? ¿Cuáles son los modelos que queremos alcanzar? Y en ese sentido poner el foco en las nuevas masculinidades, ya no más desde un lado punitivo, de castigo o de sanción, sino entendiendo que esa persona agresora es hija de una sociedad, producto de un contexto. Hay que poder encontrar nuevos modelos alternativos a eso que nos dijeron que era ser hombre, que era ser varón”, planteó Goñi, quien agregó que dichos desafíos implican también el “generar nuevos o mejores vínculos, mejores relaciones”.

La marcha que dio origen al movimiento Ni Una Menos tuvo lugar el 3 de junio de 2015. La convocatoria principal fue al Congreso Nacional, pero se expandió a gran parte del país. La movilización fue motivada a raíz del hallazgo del cuerpo de Chiara Páez, una chica de 14 años que se encontraba embarazada, y había sido asesinada por su novio. Las marchas continuaron replicándose a través de los años, también a nivel local.
Al frente de la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual del Municipio, Goñi brindó estadísticas del área, y realizó además un repaso del movimiento Ni Una Menos desde su inicio a la fecha. Hizo mención a tres etapas, desde el surgimiento, su consolidación y expansión al presente. En ese sentido se refirió a los desafíos actuales, con foco en repensar las masculinidades –los “modos de ser varón”-, y los vínculos.
“¿Qué tipo de sociedad queremos?”
Goñi dio cuenta de que a la fecha administran 110 botones anti-pánico, que suman 150 activos con las renovaciones. En cuanto a los dispositivos duales –conocidos como “tobilleras”-, mencionó que el número no varió del año pasado al presente, ya que el mismo subió de 8 a 10 dispositivos en funcionamiento. En cuanto a las intervenciones en general, realizaron desde comienzo de año 220. Los datos, destacó, surgen del Registro Único de Casos, el sistema de digitalización de legajos que comenzaron a implementar en el año 2023 y que les permitió especificar los números del área.
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Con respecto a los 10 años de la marcha Ni Una Menos, Goñi identificó tres momentos. El inicial, “el que dio origen a este gran grito de ‘paren de matarnos’”, a partir del cual recordó el mencionado femicidio de Chiara Páez, la primera marcha y la réplica en ciudades del interior y hasta en gran parte de Latinoamérica.
“Fue una marcha masiva, con toda la sociedad, con protagonismo de mujeres pero donde toda la sociedad dijo ‘basta’. En un contexto donde era moneda corriente ver mediáticamente cuerpos expuestos, sometidos, ultrajados. En ese sentido pudimos empezar a hablar, a identificarnos, pudimos empezar a tener voz”, compartió la funcionaria.
El segundo momento, marcó Goñi, fue el de la “expansión” del movimiento. Hizo referencia a que el Ni Una Menos se extendió a nivel estatal y al interior de las instituciones. Al respecto, dio cuenta de las principales acciones municipales en el abordaje del tema, la Casa de Abrigo que se jerarquizó en 2017, el pase del Área de la Mujer a la Dirección de Género, la adhesión a convenios provinciales y nacionales, el protocolo de actuación ante casos de violencia de género, el reconocimiento por ordenanza al trabajo de la Mesa Intersectorial, el convenio que permitió la implementación de las tobilleras, las capacitaciones de la Ley Micaela, y otros.
La tercera etapa es la de “no retroceder en los derechos alcanzados”, tal como señaló sobre el presente. “Considero que todo este camino recorrido hizo a nuevas crianzas y nuevas maneras de tratarnos. Aunque también seguimos identificando que hoy las violencias pasan por cuestiones más bien digitales. Pero sí veo que son generaciones que están más alertas , y que saben identificarlo. Pueden decirlo, porque saben que en la escuela, en la familia, en el club, en cualquier institución van a poder plantear esta situación y los van a poder ayudar”, concluyó.
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Redactor El Eco de Tandil