La problemática por el aumento de la inseguridad sigue reflejándose en cada cónclave mensual que lleva a cabo el Foro Municipal de Seguridad. El miércoles 3 se realizó en la Cámara Empresaria la última reunión del año con la presencia del superintendente de seguridad región interior centro de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Giménez, pero con las mismas conclusiones de siempre: aumento de hechos y falta de respuesta de la policía.

Daniela Gatti, presidenta del Foro Municipal de Seguridad, dialogó con El Eco Multimedios sobre lo que dejó la reunión forista del pasado miércoles. La abogada relató que los vecinos se presentaron con una queja recurrente sobre la falta de comunicación entre dependencias, la falta de atención de la línea de emergencias 101 y la ausencia de una respuesta contundente de la Justicia ante la creciente ola delictiva que afecta a toda la ciudad.

Con una nutrida participación de vecinos, el encuentro dejó un saldo de frustración ante la percepción de la falta de soluciones efectivas y la reiteración de problemáticas sin resolver. La presencia del superintendente Giménez no logró disipar las dudas ni aportar un horizonte alentador, lo que fue interpretado por Gatti como una señal de la compleja situación que atraviesa el distrito.

"No nos quedó una buena sensación de la reunión", afirmó la abogada, quien describió un escenario donde las explicaciones de la autoridad policial fueron insuficientes ante el creciente número de hechos delictivos y la falta de resultados concretos. La confrontación de los vecinos con Giménez evidenció la desconfianza en las promesas y la constante cadena de cambios en las dependencias policiales que, lejos de mejorar la situación, han profundizado la inestabilidad.

Reclamos reiterados

Los reclamos se basaron en la falta de soluciones en materia de seguridad y prevención, mientras los delitos, incluyendo los episodios graves del último mes, como robos con familias presentes en Pinto al 1600 y en la zona del Club Nahuel, continúan en aumento. La presidenta del Foro alertó sobre la peligrosa costumbre de los vecinos de "agradecer que no les hayan hecho nada", lo que refleja una normalización de la violencia que resulta alarmante.

Uno de los puntos de mayor reclamo, que se arrastra desde hace años y se ha intensificado en el último, es la crítica falta de intercomunicación entre las distintas dependencias policiales y el Comando de Patrulla. Esta deficiencia desorienta a los vecinos, que no encuentran una respuesta clara al intentar denunciar o solicitar asistencia.

Sin embargo, el problema más grave radica en el funcionamiento del número de emergencias 101, que, según las denuncias, prácticamente no funciona en Tandil. A pesar de una auditoría realizada el mes pasado por autoridades del Ministerio, que detectó un problema técnico, la situación ha empeorado. La aplicación Centinela abarca a un público muy acotado y no ofrece una solución masiva para la atención de emergencias ciudadanas.

Ante este panorama, el 911 surge como una alternativa precaria, ya que, al ser atendido generalmente desde otras localidades, el sistema demanda un extenso y angustiante cuestionario que ralentiza la respuesta en momentos críticos, dejando al ciudadano sin una atención adecuada en una emergencia.

Consultada por los "barrios calientes", Gatti respondió que hay una especie de uniformidad en la problemática en toda la geografía tandilense. Zonas como el policlínico Ferroviario, ubicado en Villa Italia, Procrear, Las Tunitas, Villa del Parque y Villa Gaucho, que ya padecían una alta incidencia de robos, siguen en la misma o peor situación, sumándose constantemente nuevos barrios a la lista de afectados.

Reclamos a Provincia y a la Justicia

En cuanto a los recursos materiales de las fuerzas de seguridad, el Foro volvió a poner sobre la mesa la promesa incumplida de veinte móviles para el Comando de Patrulla al momento de su creación. El superintendente Giménez tuvo que reconocer que nunca se contó con esa cantidad, y actualmente solo hay entre doce y trece patrulleros funcionando para las diez cuadrículas, lejos de lo necesario para una prevención y reacción efectivas.

Esta carencia ha obligado al Municipio a invertir en la compra de vehículos, una carga económica que debería recaer en la Provincia. La problemática se complejiza con un aumento del delito vinculado al narcomenudeo y la llegada de delincuentes desde Mar del Plata, quienes, según aseveró Gatti, ante la política del intendente Montenegro, encuentran en Tandil un destino atractivo para sus actividades ilícitas.

La actuación de la Justicia es otro flanco de preocupación para el Foro de Seguridad y los vecinos. Hace más de dos meses, la entidad presentó una nota formal a la Procuración para expresar el reclamo sobre la deficiente actuación de los fiscales en Tandil. Gatti manifestó el descontento con la forma en que se encaminan los procesos, los resultados de las investigaciones y, fundamentalmente, la calificación jurídica de las causas penales que a menudo no refleja la gravedad del hecho y afecta directamente la condena o no de los imputados.

Por su parte, para los vecinos, esta situación es "trágica", ya que, si bien reconocen el esfuerzo de la policía con los recursos disponibles, esperan una respuesta similar de parte de la Fiscalía, los jueces de garantías, los correccionales y los tribunales orales. El clamor generalizado es que las personas con conductas peligrosas y reincidentes no compartan los espacios públicos con el resto de la ciudadanía, una demanda fundamental para la tranquilidad de los tandilenses que hoy parece no ser atendida.

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El Eco de Tandil

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