El Banco de Alimentos tiene lista de espera debido a la baja en las donaciones
La creciente demanda y la escasez de donaciones originaron que, por primera vez desde su fundación, la sede local del Banco de Alimentos tenga lista de espera de entidades para asistir.
El complejo contexto socioeconómico reinante impacta también en la situación del Banco de Alimentos Tandil que, debido a la baja en las donaciones, registra por primera en su historia lista de espera de entidades para acceder a la distribución de alimentos. La sede ubicada en Rosales 383 -perteneciente a la Red Nacional de Bancos de Alimentos- se fundó en la ciudad hace 17 años, con el objetivo de recuperar alimentos de todo tipo y armar una cadena de distribución con alcance a más de un centenar de instituciones locales.
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Liliana Cagnoli y Eduardo Becú, presidente saliente y entrante, respectivamente, visitaron el piso de “La ciudad” (ECO TV y 104.1 Tandil FM) para conversar acerca de la coyuntura que les toca atravesar frente a la demanda social. En este sentido, Cagnoli refrendó que “Tandil no escapa a la situación del país y del mundo, estamos preocupados porque hay una caída de donaciones en términos generales de alimentos, el sistema productivo argentino ha ajustado sus costos por cuestiones económicas y financieras”. El escenario ya se había avizorado a fines de 2018 y durante la primera parte de este año, la tendencia no ha logrado revertirse.
Para darle impulso al tema, por décimo séptimo año consecutivo, el Banco llevó a cabo la Colecta de Alimentos “Sumá 1 + a tu mesa”, que se realizó el viernes 17 y sábado 18 de mayo, y arrojó un exitoso saldo de 4.454 kilos de alimentos recolectados.
Como en las ediciones anteriores, las cadenas de supermercados más importantes de la ciudad brindaron su apoyo, cediendo sus sucursales para que grupos de voluntarios del Banco solicitaran la donación de alimentos no perecederos a quienes ingresaban a hacer sus compras. En esta oportunidad, se sugirió la donación de azúcar y puré de tomate, dado la demanda que presentan las entidades asociadas.
Según explicaron, antes llegaban a 130 entidades y ahora son 113 las que se hallan bajo su órbita, conformando un promedio de 30 mil kilos mensuales de alimentos. “Tenemos lista de espera porque faltan donaciones”, señalaron.
Los referentes puntualizaron que trabajan de manera articulada también con el Estado, que llega con alimentos a diversos comedores. En este sentido, bajó la demanda alimentaria al Banco pero se acrecentó por parte de las ONGs.
Al haber aumentado la entrega de alimentos del Estado, el Banco de Alimentos hace entregas a menos instituciones pero se mantiene la misma cantidad de kilos. Esto indica que en las organizaciones ha crecido también la demanda de alimentos. La baja en el número de entidades beneficiarias no ha podido ser suplida porque las donaciones escasean y deben mantener el compromiso con las existentes, lo que generó una lista de espera de alrededor 20 instituciones.
Pese a que en octubre del año pasado se aprobó la Ley Donal para impulsar la entrega de alimentos por parte de las empresas, la normativa no ha sido un incentivo importante para que se animen a donar teniendo el respaldo legal. La legislación deslinda de responsabilidad a los donantes por los daños y perjuicios que pudieran producirse, siempre y cuando la donación se hubiese efectuado sin ocultar vicios y contando con los controles bromatológicos exigidos por el Código Alimentario Argentino.
Rescate de alimentos
Tras el cambio de autoridades -aunque Cagnoli continuará trabajando desde la vicepresidencia- Becú iniciará una gestión que mantendrá la impronta de su predecesora: “Liliana le dio un gran impulso, trataré de hacer lo que pueda con mi perfil”, y expuso que uno de sus objetivos es lograr alcanzar en el depósito los estándares que prescriben las normas Inti e Iram, para que sea más fácil conseguir las donaciones de las empresas.
En consecuencia, apuntaron que en la ciudad hay muchos distribuidores y mayoristas, a quienes solicitan que estén atentos a la fecha de vencimiento de los productos. Con tres días previos a la fecha de caducidad, el Banco puede salir al rescate del alimento y distribuirlo para que llegue a quienes lo necesitan en vez de que se venza en un depósito. “A veces los tiempos no permiten tener un control de stock y rotación. En general, se descarta el 40 por ciento de lo que se produce, es una cifra alarmante”, graficaron.
También es preciso reseñar que la sede local es la única que cuenta con distribución de carne picada, posible gracias al remate anual que se realiza en noviembre y las donaciones de productores ganaderos.
“Las condiciones de Tandil posibilitan que podamos incluir carne picada en las raciones. Aparte del remate que hacemos, durante el año vamos llamando a productores, se dona el traslado, pasa por Mirasur y la planta de Cagnoli procesa la carne y la devuelve en bolsa de cinco kilos”, detalló Becú.