El Concejo autorizó un bicicletero como “parada saludable” en el espacio cultural Arte y Parte
Tendrá un espacio de 4 metros de largo sobre la calzada, frente a la sede de Belgrano 342. La comunidad hizo el pedido, ya que la bicicleta es uno de los medios de transporte más utilizados por profesores, alumnos y habitués. Será el primer estacionamiento exclusivo para estos rodados y una estrategia para fomentar el ingreso al centro sobre ruedas que no contaminan.
El espacio cultural Arte y Parte recibió con alegría la autorización para instalar un bicicletero frente a su sede, ubicada en Belgrano 342. Con una estructura de 4 metros de largo sobre la calzada, será el primer espacio reservado en forma exclusiva para el estacionamiento de bicicletas en la ciudad. La comunidad de la institución está muy entusiasmada, ya que se convertirá en un modelo para desalentar el ingreso de más vehículos al centro con los beneficios tanto para el tránsito como para el medioambiente.
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Luego del tratamiento en la Comisión de Transporte, en la última sesión el Concejo Deliberante aprobó la incorporación al listado de moteros y bicicleteros un espacio ubicado en Belgrano 342. La estructura deberá medir un máximo de 4 metros de largo sobre la calzada, sin afectar la acera, y será de acceso libre para aquellos que la requieran.
Ya aprobada la ordenanza, la semana entrante habrá una reunión entre representantes de Arte y Parte y los integrantes de la Comisión de Transporte, presidida por Marcela Vairo, para avanzar en el formato y diseño del bicicletero que marcará un precedente de cara a una ciudad más saludable.
Más adeptos
Corina Alexander, integrante de la comisión directiva de Arte y Parte, anticipó que se entrevistarán con los concejales para avanzar en la implementación del bicicletero, que es muy necesario para el centro cultural. “Todos los millennials andan en bici”, resumió sobre la demanda y apostó a generar un modelo que brinde seguridad para dejar estos vehículos de dos ruedas, pero que además se pueda replicar en otras instituciones de la ciudad que reciban a ciclistas.
Durante la pandemia, las restricciones al transporte público y la reducción de las frecuencias, además de la necesidad de mantener distanciamiento social para prevenir los contagios, alentó el uso de la bicicleta para trasladarse por la ciudad. La escala de Tandil es amigable para optar por este medio de locomoción y aunque la topografía conspira con sus lomas, se observa un aumento notable de los que eligen pedalear antes que circular en moto o en auto.
El pedido
Las gestiones habían comenzado hace más de un año, cuando el centro cultural presentó una nota ante la Comisión de Transporte del Legislativo para que considere “evaluar la posibilidad de habilitar el espacio público del frente de nuestro edificio para la ubicación de un bicicletero”.
En la solicitud, señalaron que “por las características de nuestro espacio cultural es habitual que profesores, alumnos, productores y amigos concurran en bicicleta al establecimiento y es necesario contar con un lugar físico para poder estacionar las mismas, sin perjuicio de molestar en la vía pública”.
Además, reconocieron que “esta solicitud puede convertirse en un antecedente para el pedido de otras instituciones y nos motiva la idea de reducir la contaminación atmosférica, el congestionamiento en las vías públicas y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población”.
En ese sentido, expresaron que “convertirnos en la parada saludable nos alienta a seguir trabajando por la ciudad”.
En cuanto a los argumentos, bregaron por promover la utilización de la bicicleta como modo de transporte habitual y seguro para atender las demandas de desplazamiento de la población entre residencia, lugares de trabajo, compras, establecimientos educacionales y áreas de esparcimiento”.
Y consideraron que “de esta manera, el ingreso -hoy congestionado de automóviles y motocicletas- al centro de la ciudad se vería altamente desahogado”.
Por último, analizaron que “incentivar la colocación de uso exclusivo de bicicleteros bien señalizados en espacios de uso público para el estacionamiento de las bicicletas es una acción pública que, a nuestro juicio, incentiva el uso y desplazamiento de los ciudadanos por la ciudad con esta herramienta de transporte más saludable”.