Filas de más de 20 metros y demoras de hasta tres horas para abonar por las ofertas de cierre en La Capital
Tras darse a conocer la noticia del cierre de La Capital, alrededor de 500 personas se acercaron para realizar compras por la mañana. Se formaron extensas filas y no todos pudieron ingresar a la tienda.
Los dueños de la tienda La Capital, ubicada en la esquina de San Martín y 9 de Julio, decidieron ponerle punto final a la actividad comercial y adjudicaron su decisión al contexto económico. Las puertas del tradicional comercio, que operaba desde hace 95 años en la ciudad, cerrarán a fin de mes y realizaron un descuento del 50 por ciento en toda la mercadería que alrededor de 500 personas se acercaron para aprovechar.
Recibí las noticias en tu email
La noticia del cierre del local hizo que se generara una extensa cola, de casi 20 metros, y que se registraran demoras de hasta tres horas para poder pagar. Algunos, incluso, aprovechaban los bancos de la vereda para sentarse mientras la fila permanecía casi inmóvil.
Por la mañana, las puertas de la tienda debieron cerrarse casi una hora antes del horario habitual debido a la gran cantidad de personas que ya se encontraban esperando para pagar. De todos modos, a aquellos que quedaron fuera y que no pudieron realizar sus compras se les otorgó un papel con un sello para que pudieran regresar a la tarde, a partir de las 16.30, cuando el comercio volvió a abrir sus puertas. Por la tarde sucedió algo similar. Todos aquellos que arribaron con los “números” que se les había otorgado pudieron ingresar, así como también algunos que no lo tenían. No obstante, las puertas debieron cerrarse nuevamente con anticipación y muchos quedaron afuera.
El Eco de Tandil se acercó hasta La Capital para conversar con la gente y conocer su opinión acerca del cierre. “Es una tristeza, son muchos años, te da pena todo lo que está pasando”, declaró María Eva, quien aseguró que concurría allí a hacer compras desde chica, cuando iba con su padre.
Los comentarios de las personas concordaban en que los tomó por sorpresa y repetían que era “una pena”. Empero, no cerraban sus opiniones a este caso particular, sino que se expandían al momento económico que atraviesa el país.
Marta, una de las mujeres que esperaba su momento para ingresar a la tienda, remarcó que “es una lástima que muchos negocios estén cerrando” pero que “ya ni los jubilados podemos y es por esto que aprovechamos la oferta de La Capital”. En la misma línea, Hector, quien trabajaba en Metalúrgica Tandil, y su mujer apuntaron al presidente Mauricio Macri: “Todo sigue este camino. Ya la gente no puede más”. Y agregaron que ya habían ido ayer, pero por la cantidad de personas que habían concurrido no habían podido acceder: “Es la desesperación de toda la gente, como está la economía del país… Es una realidad”.
Alrededor 500 personas y colas de hasta 4 horas
Victor Polverini, empleado a cargo del sector de telas, señaló que por la mañana ingresaron cerca de 500 personas y por eso “tratamos de cerrar la puerta en un horario prudente para poder atender a todos”.
Agregó también que debieron repartir los papeles sellados porque la gente no respeta las colas y se golpea para tratar de tener una mejor ubicación.
“Lo que más rápido se liquidó fue blanquería. Ya no queda nada”, expuso y agregó: “no quedan sábanas, repasadores, ni manteles”.
Respecto a las extensas filas que se generaron, destacó que “se ve que la gente tiene muchas necesidades y aprovecha el 50 por ciento”. Contó que abrieron a las 8 de la mañana y que una hora después ya tuvieron que cerrar las puertas por la cantidad de personas que había. “En un momento, cuando nos dimos cuenta que la gente ya no podía caminar y no la podíamos atender, y se empezaba a poner nerviosa, tuvimos que cerrar las puertas”, expuso y finalizó: “Se formaron colas de entre tres y cuatro horas”.