La desregulación de los puestos de diarios fue tomada con aceptación pero con reparos a nivel local
Los propietarios de los puestos de diarios y revistas de la ciudad mostraron aprobación respecto a la novedad comunicada mediante Boletín Oficial por el Gobierno Nacional. La nueva normativa permite que estos espacios actúen como servicio de correspondencia, recibiendo documentos, cartas y compras on-line. Desde el Ejecutivo local indicaron que "hay un gris" por la ordenanza vigente.
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El Poder Ejecutivo Nacional publicó mediante Boletín Oficial el Decreto 629/2025 en el cual derogó el régimen jurídico que regulaba la venta y distribución de diarios, revistas y afines en la vía pública, la cual se encontraba vigente desde el 2000. La medida busca generar una mayor competencia en el mercado de correspondencias y a su vez impulsar un rubro que se encuentra a la baja a partir del avance de la tecnología.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailCon la derogación del Decreto 1025/00, quedan eliminadas las restricciones que imponía el Estado Nacional y la actividad queda sujeta al Código Civil y Comercial y a las normativas locales. En declaraciones oficiales, el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, aseguró que se “devuelve a la competencia municipal la gestión del espacio público. Este decreto es una restitución de competencias municipales”.
Una de las principales modificaciones que propone es que los puestos puedan registrarse como operadores postales ante el Enacom o también formar sociedades con un operador autorizado para ofrecer nuevos servicios como el de paquetería, entrega de correspondencia, productos adquiridos en el comercio electrónico, documentación personal, tarjetas de crédito y débito, entre otros.
Ante este significativo cambio, El Eco de Tandil dialogó con algunos propietarios de los puestos para conocer la postura a nivel local. Las fuentes consultadas expresaron opiniones generalmente positivas respecto a la medida aunque también mostraron algunas dudas respecto a la implementación y la ganancia monetaria que deberían tener.
“No estoy al tanto de la reciente resolución, pero es algo que ya se había ejecutado y nunca se puso en práctica. En su momento nos pareció una buena resolución y nos ilusionamos con otro modelo de negocio. Si actualmente se trata de lo mismo, nos volvemos a ilusionar”, expresó Daniel, responsable del espacio ubicado en 9 de Julio a metros del cruce con Pinto.
Por su parte, Ana, quien está a cargo del puesto en la Plaza Independencia, comentó que cuando en el Gobierno de Mauricio Macri se propuso una medida similar “no me convencía mucho”, pero que ahora “está de acuerdo con esta mutación porque todo cambia. Estoy de acuerdo con la evolución del kiosco del diario pero siempre dentro de un marco cultural”.
Diario, correo, café y cultura
Con un cambio que impulsa que los kioscos de diarios y revistas puedan convertirse en puntos de distribución con mayor alcance y utilidad para los ciudadanos, los responsables de los espacios contaron a este Diario distintas ideas y proyectos que les gustaría llevar a cabo para impulsar el negocio, al margen de la venta de los periódicos.
“Sería una buena opción para las compras que se hacen por Mercado Libre”, comentó Daniel quien destacó que esta medida facilitará a muchas personas la búsqueda de sus correspondencias ya que en muchas ocasiones enfrentan complicaciones horarias para retirar los paquetes del correo o llevarlos a los espacios asignados para hacer devoluciones.
Justamente el responsable del puesto ubicado en 9 de Julio y Pinto, comentó que en vías de la transformación del espacio sueña con tener un café al paso. “Ya están en Buenos Aires, requieren una inversión importante pero es posible”, comentó sobre la mutación que le gustaría dar a su escaparate.
En misma sintonía, la responsable del kiosco de la plaza del centro tiene una idea de transformación basada en propuestas culturales aprovechando la ubicación estratégica de su espacio. El kiosco ya tuvo un giro a lo cultural ya que a partir de la caída de las ventas tras la pandemia, su hijo “un buen día trajo libros usados” y se empezaron a vender, abriendo un mercado que antes no estaba presente.
“Empezamos con los libros. Siempre quise mutar para el lado cultural, que no sea meramente mercantilista. Libros de historia, de autores de Tandil, todo lo que tenga que ver con fomentar la lectura”, comentó y luego añadió que presentó un proyecto en el Municipio referido al cambio del kiosco a un espacio cultural: “De alguna manera fue aceptado porque estaba encuadrado en este cambio”.
A la hora de expresar su deseo para su espacio, Ana afirmó: “Me gustaría mucho más poner al lado una mesa para que la gente venga y juegue al ajedrez, servir café y que sea una lugar de acogimiento para los que andan paseando. Está en una vereda de sol hermosa. Apunto a poder entrar en todo este cambio, que no sea recibir paquetes de correo, que el kiosco de la plaza tenga otro fuerte”.
Inversiones necesarias
La posibilidad de empezar a funcionar como un lugar que recibe y reparte documentos de valor, correspondencia o paquetes adquiridos en el comercio electrónico conlleva la necesidad de invertir en los espacios para dotar de mayores medidas de seguridad a sabiendas de que estos elementos de valor podrían pasar días en los espacios.
“Los escaparates actuales ninguno está en condiciones estructurales y además somos motivo permanente de vandalismo. Tendríamos que actualizarnos. No hemos quedado muchos en la ciudad y hay colegas que viven de este oficio, lo cual limita la inversión”, describió Daniel respecto a la necesidad de mejorar la infraestructura.
Ana mostró coincidencias en esta postura y aseguró que deberán invertir en mejorar los puestos. No obstante indicó que “para mí sería imposible hacer este tipo de reforma, me gustaría hacerla. Si en términos económicos podría hacer una inversión, la haría yo pero me es imposible pensarlo en este momento”.
A su vez, ambos diarieros, expresaron sus dudas respecto a las ganancias que tendrían los espacios por asumir dicha responsabilidad. Señalaron que hay poca información respecto a las comisiones que se podrían cobrar y a quien se las deberían cobrar.
Un cambio de ordenanza necesario
Consultado por estas modificaciones, fuentes oficiales del Municipio de Tandil pusieron un reparo respecto a la aplicación inmediata de estos cambios.
Según confirmaron a este medio “hay un gris” porque en la ciudad rige una ordenanza que habilita a los kioscos solamente a vender revistas y diarios. “Posiblemente haya que modificar la ordenanza, será un tema de conversacióncon el Concejo Deliberante”, añadieron.
Al mismo tiempo, aclararon que las modificaciones en los escaparates le corresponden asumirlas a los propietarios de los espacios no sin previo permiso del Concejo ya que se trata de “uso de espacio público. No podés poner cualquier cosa, no podés enrejar o hacer lo que se te antoje con la infraestructura de esos lugares”.
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