La Escuela Técnica 1 “VI Brigada Aérea” permite a los estudiantes formarse para el mundo laboral
En el marco de la Semana de la Educación Técnica, realizó la muestra y la evaluación de saberes y capacidades. Los estudiantes, que se recibirán de técnicos en electromecánica, presentaron productos en madera, metal y hierro, y proyectos interesantes como un semáforo que detecta a los peatones y un generador de energía eólica. En su sede de colectora Norte 2094 ofrece varias alternativas de capacitación.

La Escuela Técnica 1 “VI Brigada Aérea”, ubicada en colectora Norte 2094, se concentra en la capacitación de estudiantes para el mundo laboral, con alternativas para la formación de técnicos en electromecánica, ciclo básico técnico y talleres de oficios para adultos. En los dos ciclos, básico y superior, los estudiantes trabajan en los talleres con madera, metal y hierro, informática y robótica, motores, circuitos eléctricos, entre otros conocimientos que los preparan para trabajar.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl 15 de noviembre se celebró el Día de la Educación Técnica, pero durante toda la semana se desplegaron acciones para la difusión y reconocimiento de esta importante rama de la educación. En ese marco, la Escuela Técnica 1 “VI Brigada Aérea” realizó, el último martes, la muestra de los trabajos y la evaluación de saberes del ciclo básico, obligatoria para segundo y tercer año, y la anual por capacidades para estudiantes de séptimo año que presentan trabajos ante evaluadores externos, que pueden ser profesionales o profesores de otras instituciones.
La directora de la Escuela Técnica 1, Ana Barreiro, se mostró muy conforme con los resultados de los proyectos que abarcaron los conocimientos desarrollados este año y adelantó que pudo leer los informes de algunos evaluadores que son muy gratificantes para los alumnos y el equipo docente de la escuela.
“A manera de conclusión, algunos evaluadores, profesionales no docentes, indicaron ‘excelente trabajo’, ‘muy bien presentado’. Es un placer. Para nosotros es orgullo y para los chicos es gratificante que esa persona que no es su docente les diga que el proyecto está bueno, como también si tiene que sugerirle cambiar algo”, contó.
En los talleres
Por su parte, el jefe del área taller, Pablo Espelet, detalló que los estudiantes del ciclo básico (de primer a tercer año) trabajan en los procedimientos de la madera, los metales y el hierro.
“Lo primero que se logra al trabajar con la madera es que el fracaso es nulo, porque los alumnos la transforman de manera fácil y sin rechazo. Empiezan a tornear su velador, a darle forma a la madera, entonces el chico ve resultados inmediatos”, dijo el profesor y enumeró que hacen repisas, bancos, especieros, portarrollos, entre otros elementos.
Luego trabajan con hierro y por último, con metales, donde funden y moldean. “Lo primero que hacen son los números de las casas. Hacemos fundición en aluminio, que es el horno que tenemos. Les pedimos que traigan materiales para que vean realmente lo que es un proceso de reciclado. Les hacemos conseguir partes de bicicletas, de motores, de pistones, latas de gaseosas, entonces reciclamos, fundimos y con ese material podemos hacer los números para las casas, llaveros, escudos, aviones; tenemos un montón de moldes”, precisó.
En cuanto al taller de herrería, uno de los que más carga horaria tiene en la escuela, los primeros trabajos que concretan son parrillas, asadores, atizadores, discos, chulengos, entre muchos otros.
“Tenemos muchísimo herramental, como soldadoras inverter, eléctricas”, dijo sobre el taller que está bien provisto de elementos de trabajo. “Para cada uno de los chicos tenemos una herramienta”, valoró en cuanto a las posibilidades de que puedan manipularlas y aprender los secretos de su utilización.
Tecnología e innovación
Por otra parte, señaló que en cuarto, quinto y sexto año empiezan a trabajar con instalaciones y aplicaciones de la energía. En este campo, los alumnos de séptimo presentaron en la muestra un generador eólico, con materiales reciclados y un motor de ventilador.
En tanto, estudiantes de quinto año realizaron un semáforo, a través de un dispositivo electrónico PLC que permite captar señales de computadoras y teléfonos, a través de Bluetooth, para programarlo de manera tal que si el sensor detecta que en la senda peatonal no hay gente, otorga más tiempo al verde para que siga habilitando el tránsito, y cuando detecta que hay gente esperando para cruzar, empieza el proceso para frenar el tránsito.
La propuesta pedagógica es muy completa, por lo que en cuarto año comienzan con contenidos de robótica y programación.
“Por supuesto, hacemos mucho trabajo con respecto a lo que es la industria, cosas que parecen muy sencillas de marcha parada y marcha y contramarcha de un motor, que es trabajar con pulsos eléctricos de muy baja tensión a través de una pila, es decir que el operario trabaja con corrientes de una pila –como un surtidor, donde habilita la salida de nafta pero la corriente peligrosa va por otro lado-, entonces casi todos los proyectos están basados en eso”, dijo Espelet y enumeró que también concretaron la puesta en marcha de motores con distintas tensiones, como en un ascensor.
La matrícula
La Escuela Técnica 1 cuenta hoy con unos 160 alumnos. “Son poquitos. Es uno de nuestros puntos débiles sostener la matrícula y por eso también decidimos mostrarnos y contar, y aclarar una y mil veces que estamos en Villa Aguirre, que nuestra escuela se llama VI Brigada Aérea, que Villa Alduncin se llama el lugar y que el nombre corresponde a la secundaria que funciona en el mismo edificio que nosotros en el turno mañana y nosotros estamos a la tarde. Son cosas que parecen simples pero es necesario porque los papás, por ahí, no lo tienen absolutamente claro”, explicó la directora Ana Barreiro.
Por ese motivo, desde septiembre en adelante, comenzaron a visitar las escuelas primarias de la zona para difundir la propuesta pedagógica. De ese modo, pudieron transmitir a los futuros alumnos secundarios la esencia de una escuela que forma en el hacer y que otorga el título de técnico, por lo cual egresan como profesionales con la opción de matricularse en el Colegio de Técnicos para una salida laboral inmediata.
En cuanto a la deserción escolar, la directora analizó que en los dos últimos años lograron conservar a la tercera parte de los chicos que ingresaron en primer año, lo que indica que la mayoría quería ir a una escuela técnica.
“Eso se nota en el cumplimiento de los talleres, por ejemplo, que es en contraturno como en cualquier escuela técnica, entonces nuestros alumnos de primer año tienen que ir por la mañana, dos días por semana. Al que no le gusta o no aguanta el ritmo, quizás es porque la escuela técnica no es lo suyo, porque técnica tiene muchas horas y eso se nota después en el trabajo”, dijo y agregó que en la muestra se observa a los chicos satisfechos con sus producciones.
Además, alumnos procedentes de otras secundarias que descubran su orientación hacia lo técnico pueden ingresar en cuarto año, en el inicio del ciclo superior. Este año recibieron estudiantes que se sumaron en el ciclo superior y que se engancharon mucho con los talleres, en los que tuvieron que ponerse al día.
Sumado a la elección, la directora evaluó que en la deserción también influye el factor socioeconómico de las familias y que muchos alumnos viven en barrios alejados, entonces recorren grandes distancias caminando o en bicicleta porque no tienen un colectivo que los lleve y no todos los papás tienen vehículo. Además, la incidencia de los horarios, como ocurre en cuarto año que tiene los talleres por la tarde: entran 13.15 y salen 20.20.
Con respecto a las materias, explicó que “en el ciclo básico tratamos que lo puedan transitar porque a veces vienen de primarias que han estado un poco salpicadas de ausencias y otras circunstancias, pero si no llegan a tercer año bien preparados, cuarto es el ciclo superior de técnica y tienen química, física, matemática”.
En ese sentido, el jefe de taller Pablo Espelet señaló que “se empiezan a sumar más horarios, se alarga un poco la jornada, entonces eso hace que el que venía medio flojo termine decidiéndose por otra escuela”.
La directora destacó que además del nivel secundario con título de técnico en electromecánica, ofrecen el CATT (Circuito de Aceleración de Trayectorias Tecnológicas) para chicos de 15 a 17 años que no pudieron terminar el ciclo básico por distintas razones. Se dicta en horario vespertino noche, a partir de las 18, y una vez que lo completan se pueden incorporar a cuarto año de una secundaria o a una técnica.
Otra oferta está dirigida a adultos de 18 años en adelante, para cursar oficios y no necesitan acreditar estudios. Las capacitaciones son instalador electricista, mecánica general y carpintería. “Es salida laboral ya”, destacó la directora.
Como novedad, en carpintería agregaron un curso por la tarde porque asisten muchas mujeres, entonces dispusieron un nuevo horario
La inscripción para el ciclo lectivo 2020 ya está abierta y los interesados pueden consultar, por la tarde, en colectora Norte 2094 o llamar al 443-3793.
Una escalera especial
Entre sus valiosas producciones, los alumnos de la Escuela Técnica 1 realizaron la escalera de acceso al vagón ubicado en Del Valle y Alem, que será la nueva sede del Museo del Juguete. La ONG consiguió que le cedieran el espacio para contar con una muestra permanente, pero necesitaba de algunas reformas para garantizar que pudieran ingresar los visitantes.
En el marco de la materia procedimientos técnicos, los estudiantes ejecutaron la escalera con materiales reciclados del Ferrocarril. Empotraron durmientes e hicieron la plataforma, mientras que los peldaños son de barrilones –durmientes de chapa- y arriba va una chapa semilla de melón, antideslizante.
Los alumnos ejecutaron la instalación en el lugar porque la estructura es muy pesada. Asistieron todos los cursos, que participaron en la preparación y corte de los materiales, el montaje con soldaduras y la pintura.