La industria metalúrgica tandilense celebra su día con el desafío puesto en la producción ferroviaria
Al conmemorarse el Día de la Industria Metalúrgica, el secretario de Apymet y titular de Talleres Tandil, Omar Farah, compartió un extenso análisis sobre el estado de situación. Reconoció un complejo escenario, con cierre de empresas y caída en la actividad. Pero se mostró entusiasmado por la apertura hacia nuevos mercados, que demandan piezas de fundición que pueden elaborarse en la ciudad.
Hoy se celebra el Día de la Industria Metalúrgica, en conmemoración a la fundación de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra). Y la fecha se presenta como una oportunidad para abordar la realidad que atraviesa el sector y proyectar el escenario que se viene, en medio de los desafíos que impone el contexto de pandemia y la crisis económica.
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En el último tiempo, el rubro presentó un diagnóstico muy complejo, con cierre de pequeñas y medianas empresas, incluidos emblemas como Metalúrgica Tandil (en noviembre de 2018). Y actualmente hay unas dos mil personas directamente ligadas al rubro metalmecánico.
Sin embargo, a criterio del dirigente Omar Farah, parece abrirse un nuevo horizonte que renueva las expectativas de los empresarios que lograron mantenerse activos, a partir de la incorporación de “muchos rubros” que antes no tenían vinculación con el sector metalmecánico, pero que lo han ido expandiendo de manera sostenida.
“Esto era muy impensado a comienzos del año pasado, con las dificultades de la pandemia, pero se viene sosteniendo y nos alienta”, expresó en referencia a la demanda que surge de la producción ferroviaria especialmente.
El secretario de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Tandil (Apymet), Omar Farah, trazó un panorama respecto a la actividad y anticipó que la ciudad se convertirá en un “polo de desarrollo de piezas para la producción ferroviaria muy importante”.
Estado de situación
En diálogo con El Eco de Tandil, el dirigente se enfocó en los cambios que presentó a lo largo del tiempo, la importancia de alcanzar nuevos mercados para subsistir y los desafíos de amoldarse a las demandas que impone el contexto, incluso en medio de la pandemia del Covid-19.
En los últimos años, el sector “cayó mucho” y eso llevó al cierre de muchas empresas. Entre las variables, citó la “falta de un desarrollo fuerte y expansivo” del sector automotriz, que se contrapone al surgimiento del sector petrolero y ferroviario, que demanda piezas de fundición. “Es lento el desarrollo de estos sectores, no abarcan tanto”, y todo este escenario también repercute en Tandil.
Pese a este contexto, Farah observó una suerte de “verano” desde el año pasado, que se mantuvo debido a la “gran disminución de las importaciones, la necesidad de sustituir la producción por producción nacional y porque han quedado pocas empresas”, que absorben la mayor parte de la demanda.
Para graficar lo que sucede, ejemplificó que las fundiciones cumplieron con pedidos de gimnasios para elaborar pesas, cosa que antes era “inimaginable”, hasta convertirse en clientes “interesantes” para las empresas.
Desde el último tiempo, la apuesta apunta a contener el impacto que tendrá la estrategia del Gobierno para fomentar la producción nacional de la industria ferroviaria, una alternativa que se consolida.
“Esto posibilita que las empresas tengan un poco más de trabajo y algún horizonte en el tiempo, porque cuesta desarrollar y poner en marcha, pero que generan esperanza para poder tener una producción sostenida”, planteó el titular de Talleres Tandil.
La demanda de piezas
“Tandil va a ser un polo de desarrollo de piezas para la producción ferroviaria muy importante”, vaticinó Farah en cuanto al rol que tendrán fundiciones de la ciudad frente a la demanda concreta.
En detalle, apuntó que hace más de un año que “Apymet firmó este acuerdo” con TMH Argentina, filial nacional de la empresa rusa de ingenieria ferroviaria, para el desarrollo de este sector y “de a poco se avanza y se consolida”.
“Eso se está instalando en Tandil fuertemente para poder atender toda esta cuestión que se viene, donde hay una gran estrategia fijada por el Gobierno para el desarrollo de ese sector”, planteó el contador, que reconoció que este esquema genera “muchas expectativas”, pero que es de “avance lento”.
En su explicación, alertó que no existe desarrollo del sector ferroviario sin proveedores nacionales en cualquier lugar del mundo. “Es una necesidad generar proveedores locales para poder atender esa industria”, resaltó, por eso apostó a que este año será en el que “definitivamente se empiecen a producir cosas porque se necesita reparar lo que se compró y es hora que empiece la fabricación de repuestos. Mucho de lo que se está haciendo en Tandil tiene que ver con este sector”.
Otras variables
-¿Cuáles fueron las variables que llevaron al cierre de empresas?
-La falta de espalda en la financiación, propia y bancaria, la escases de la ayuda, si bien los programas de asistencia de emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) y los Repro son importantes, no alcanza para pagar el consumo de gas y de energía que tienen las empresas. También el incremento en el precio de los materiales, la dificultad de traer insumos. Han sido muchas las variables, y se sumaron a los inconvenientes que trajo la pandemia. Esto pasó en Tandil, al ritmo de lo que sucedió a nivel nacional. Por alguna u otra razón, han ido cesando la actividad.
-¿El contexto trajo oportunidades para adaptarse a las nuevas demandas?
-La adaptación es muy difícil. No son empresas que puedan hacer e-commerce y Tandil es industria de industrias, es decir, sirve a otros procesos productivos. La parte metalmecánica pudo haber sido más dramática, no fue tan violento como lo imaginábamos, pero la caída ha sido muy importante y en otros, merced al comercio exterior o a la necesidad de sustituir importaciones, ha podido mantener la actividad.
La pandemia y las oportunidades
-¿Cómo impactó la pandemia en el sector?
-En Tandil, a partir del 13 de abril, la mayoría de las empresas pudieron funcionar por estar vinculadas a procesos continuos, al mercado externo o al sector agropecuario o minero que no estuvieron incluidos en las restricciones. Creímos que la caída iba a ser mucho más grande, pero por sorpresa de todos, se ha podido mantener mucho mejor de lo que esperábamos por la sustitución de importaciones o apertura de nuevos mercados. Creí que, para esta altura, íbamos a estar totalmente parados, pero no. Hay una demanda sostenida, han ido saliendo programas estratégicos para inversión que permitieron acceder a cosas en momentos inesperados. Si bien no es suficiente para salvar del impacto que esto produce, las que pudieron utilizarlo, se pudieron mantener.
-¿Y en relación a los mercados?
-Disminuyeron las exportaciones en algunos casos, pero la imposibilidad de ingreso de algunos insumos permitió el desarrollo de otras. Encontrar la veta por dónde poder transitar le ha permitido a muchas poder mantenerse.
El “gran desafío” de la industria
Con un escenario que genera expectativas, el desafío más importante es poder “salir al exterior de una manera más intensa y sostenida en el tiempo”, planteó Farah.
Desde su perspectiva, sostuvo que el tipo de cambio “es competitivo”, y apostó por la “producción nacional en aquellos sectores que están sostenidos por políticas públicas”, como por ejemplo, la minería, el ferroviario, que “traccionan fuertemente” para que las empresas “puedan colocar sus productos ahí”.
Marcó este trabajo como el “gran desafío” y en ese camino aguardan por dar un paso significativo hacia el comercio exterior, que “lo podemos lograr a través de la apertura de la Aduana, que nos va a beneficiar mucho, y a través de la Secretaría de Desarrollo Productivo y Relaciones Internacionales” del Municipio.
“Hay que transitar la realidad, lo urgente, lo importante, pero también tenemos que darnos tiempo para mirar hacia adelante y ver cómo nos podemos expandir”, enfatizó el titular de Talleres Tandil.