Maffezzoli Lajas, cuando la elaboración artesanal hace la diferencia
Enzo Maffezzoli, titular de la empresa, señaló que “lo nuestro es lo que antiguamente se llamaba picapedreros. No es solamente trabajar el granito sino también la laja que vamos cortando”. Expresó que “sigo aplicando lo que aprendí de mi abuelo, es algo que no se pierde nunca porque es el valor agregado que le damos a la piedra”.
Cuenta la historia que los primeros picapedreros fueron inmigrantes italianos, expertos en el arte de labrar la piedra, que recalaron en Tandil en 1870 y luego se sumaron españoles y yugoslavos. Los recién llegados se instalaban en las inmediaciones de las canteras; después se sumaban las mujeres e hijos. Vivían en casillas de madera y chapa, procrearon y aportaron más mano de obra.
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El tiempo fue pasando y ese arte de trabajar la piedra fue enseñándose de generación en generación.
Esto fue lo que ocurrió con nuestro entrevistado Enzo Maffezzoli, quien como se define es la tercera generación de la familia, expresando con orgullo que el oficio “lo aprendió de su abuelo”.
En este Día de la Industria, Maffezzoli comenzó recordando que “esta es una empresa familiar, siendo la tercera generación. Esto lo inició mi abuelo, arranqué de chico con él, aprendí el oficio y acá estamos manejando los destinos de Maffezzoli Lajas”.
Para aquellos que desconocen de qué se trata, señaló que “lo nuestro es lo que antiguamente se llamaba picapedreros, que es trabajar la piedra. No es solamente trabajar el granito sino también la laja que vamos cortando. Ahora tenemos otras herramientas que antes no contábamos, pero se cortan a disco y se trabaja mucho más la piedra con distintas herramientas destinada para esa función”.
En cuánto a la demanda de piedra indicó que “hace un tiempo atrás la demanda crecía cuando estaba por llegar el verano, en esos meses era cuando más se trabajaba con pedidos para piletas, jardines y parques. Pero últimamente la situación cambió ya que la piedra se usa más en revestimiento de paredes que en pisos. La tendencia se modificó. Son modas que se imponen y la gente la acepta”.
Especificó que “la piedra te brinda más que nada estética porque es cero mantenimiento. Hoy una casa que le colocan piedra no la tocan nunca más, pueden llegar a cambiar colores, realizarle el revestimiento plástico como tarquini o pintura, pero la piedra siempre queda”.
Actualidad
La pandemia que afecta a todo el mundo ha generado varias complicaciones en las diferentes empresas de la ciudad, las que se han tenido que adaptar a los cambios impensados que deparó el presente año.
Al respecto dijo que “después de los primeros meses de la cuarentena, que fue muy dura, venimos remontando. Nosotros directamente tuvimos que parar porque nos obligaron a cerrar, teniendo solo permitido el delivery el resto estaba cerrado. Ese tiempo, que fueron alrededor de tres semanas, lo que hicimos fue aprovechar a producir ya que estábamos habilitados. Nos preparamos para épocas mejores con la gente que me acompaña”.
Remarcó que “preparamos todo tipo de piedras, la mayoría son revestimientos que es lo que más se está usando que son las piedras marrones, verdes, grises. Después lo que hacemos es traer mucha piedra del resto del país que también hay que trabajarla”.
En cuanto al futuro inmediato expresó que “está bastante difícil pero para nosotros se viene una movida bastante importante en obras grandes. Nos está faltando la clase media y baja que son a los que no les está alcanzando el dinero como para comprar”.
Enzo Maffezzoli contó que “estamos trabajando con obras importantes de mucha cantidad de metros, algunas en Tandil y la mayoría en la zona, pero necesitamos del cliente de todos los días”.
El titular de Maffezzoli Lajas aseveró que “estamos vendiendo mucha piedra para el campo, pero a su vez tenemos corralones que venden nuestra piedra en Ayacucho, Benito Juárez, Rauch, Azul, Necochea y Lobería. También se vende mucho en la costa como Pinamar y Gesell, lugares donde se usa piedra y por suerte de la nuestra”.
Pese a las dificultades atravesadas narró que “sigo aplicando lo que aprendí de mi abuelo y es lo que hago cada día de mi vida. En la cantera es todo a mano con barreta y martillo y es algo que no se pierde nunca porque es el valor agregado que le damos a la piedra. La diferencia está en la mano de obra, en cómo se prepara y después se ve en los trabajos terminados. En nuestro corralón tengo revestimiento de piedra en granito y son todos cortes terminados a mano y no es lo mismo que una piedra voladura que son redondeadas o quemadas, el producto que damos es todo trabajado a mano”.
Disminución
Si bien Maffezzoli está esperanzado en la venta que producirá en los próximos meses, no dejó de remarcar la merma de operaciones que sufrió debido a la pandemia. “La venta con relación a hace dos años cayó mucho, en este momento estamos en plena curva ascendente pero no hay que olvidarse que venimos de cero, de algo muy difícil para nosotros porque los gastos fijos los seguimos teniendo y estuvimos casi dos meses sin ventas. Se hacían algunos delibery pero las obras estaban cerradas porque no le permitían trabajar y eso conspiró contra la venta. Aguantamos hasta donde se pudo e hicimos producción para poder volver a empezar como está sucediendo”.
Agregó que “todo lo que venimos acumulando en cuanto a piedra, nos va a servir para el próximo año. Particularmente el 2020 lo veo perdido, es solamente tratar de cubrir gastos e ir zafando de esta situación. Es un año difícil. Si aparece el crédito Procrear algo más se producirá como la vez anterior, pero desde que se inicie hasta que podamos vender algo andaremos en el 2021. Encima lo nuestro es todo terminaciones, por lo que pensamos directamente en el próximo año”.
La empresa tiene distinto tipos de facilidades para aquellas personas que quieran adquirir los productos. “Trabajamos con todas las tarjetas de créditos, tenemos el Ahora 12 que la gente lo está aprovechando porque de acá a doce meses terminan pagando poco con la inflación que hay. Al cliente le conviene y nosotros se los ofrecemos”.
Valores
En cuanto a los valores que la empresa maneja no han cambiado mucho, como aumentaron otras cosas. “Eso se mantiene. Nosotros dependemos de nuestros proveedores de las distintas canteras ya que traemos piedra de Zapala, Puerto Madryn, San Luis, Mendoza, San Juan. No han cambiado mucho los valores, el problema es que las canteras estuvieron cerradas y ahora hay bastante desabastecimiento. Por suerte nos agarró con bastante stock y estoy pidiendo constantemente antes de reponer. Es traer y acumular todo lo que más podamos porque la situación cada vez se viene más difícil. Mucha gente mayor que trabaja en las canteras y se dedica a esta profesión, como son personas de riesgo no están trabajando. Por lo tanto el material es escaso”.