TURISMO
Para los cabañeros, la primera quincena "no estuvo a la altura de lo que nosotros esperábamos"
El presidente de la Asociación de Cabañas Tandil, Jose Baena, analizó el movimiento turístico en la primera mitad de enero. Estadías más cortas y una ocupación que no supera el 60 por ciento.
El pasado fin de semana estuvo marcado por el recambio de quincena de la temporada vacacional, con un importante movimiento en las rutas cercanas a la costa. Por su falta de playa, y como no también de un espejo de agua con acceso gratuito para refrescarse, es sabido que la ciudad no goza de la concurrencia que tienen los destinos playeros en los primeros meses del año.
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Aún así, los prestadores turísticos suelen encontrar la solución con descuentos y ofertas, y funcionando además como localidad de paso para los viajantes que vienen desde el norte y sur del país hacia las ciudades costeras.
Lo cierto es que en los últimos años, con la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos, ese trabajo se ha vuelto cada vez más difícil, y cada verano resulta un desafío para hoteleros y cabañeros.
Luego de un 2024 con profundos cambios en materia económica, que impactaron en el bolsillo de la población, la ocupación en la diversidad de alojamientos que ofrece Tandil ha descendido aún más que en temporadas anteriores, al menos en lo que va de enero.
Jose Baena, presidente de la Asociación de Cabañas Tandil, analizó esta situación en diálogo con El Eco Multimedios.
“La primera quincena fue relativamente floja, no estuvo a la altura de lo que nosotros esperábamos. Era previsible porque el año pasado ya nos costó y este año nos ha costado un poquito más”, aseguró en primer lugar.
Dentro de esta previsión marcada por el cabañero, la gran mayoría de prestadores ajustaron sus tarifas para volverlas más amigables a la billetera durante la época estival, pero aún así el porcentaje es bajo.
“En lo que va de enero estamos rondando el 60% de ocupación, con una baja de tarifas significativa, que eso nos ha ido acomodando, pero en comparación con otros años, bajó entre 20 y 25 puntos”, sentenció Baena.
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Seguidamente, indicó que ya hay indicios de que mejore considerablemente para la segunda quincena, donde históricamente suele repuntar la llegada de turistas.
Como suele suceder, la gran parte de la clientela es familiar, aunque destacó que muchas cabañas han trabajado con parejas. “Hay mucha gente que viene a vacacionar porque no le gusta la playa, el mar, y vienen por la tranquilidad, por la naturaleza y porque les resulta cómodo”.
Respecto de la duración de las estadías, advirtió que “el turista que venía por 7 días se ha perdido mucho”, y que las consultas suelen ser por 3 o 4 días, por lo general para fines de semana.
Además, hizo hincapié en el descenso de viajeros que vienen del norte, y utilizan Tandil como destino intermedio. Sostuvo que es un tipo de cliente que elige el hotel, pero que en el diálogo con colegas del rubro, pudo comprobar esta baja en la tendencia.
Por último, manifestó que la tecnología y la optimización de las aplicaciones de pronósticos climáticos ha cambiado mucho el sistema de reservas.
“Antes la gente te reservaba con tres meses de antelación y cuando llegaba se encontraba que llovía, no llovía, o tenía buen clima. Ahora con la tecnología de punta que existe la gente sabe una semana antes el clima va a hacer, entonces espera hasta última hora para reservar”, concluyó.