"Red nativa, cultivando comunidad": el proyecto de Sendero Pampa para preservar el medioambiente
A través de diferentes tareas, se lleva a cabo la reproducción de especies vegetales autóctonas del ecosistema serrano.
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Con el propósito de preservar el medioambiente, la Reserva Natural Sendero Pampa impulsa una iniciativa dedica al cuidado integral y la reproducción de plantas nativas. Se trata del proyecto “Red nativa, cultivando comunidad”, el cual es llevado a cabo por jóvenes tandilenses y se sustenta a través de fondos recibidos del programa municipal Huella Joven.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa reserva es una unidad natural de seis hectáreas, dedicada a la valoración de los espacios silvestres. La misma pertenece a la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Unicen) y es considerada como un espacio educativo e interpretativo. Desde su puesta en funcionamiento en Tandil, en el año 2008, se promueven múltiples iniciativas relacionadas de forma integral con la naturaleza. Entre ellas se encuentran talleres, actividades prácticas y trayectos formativos a través de una metodología interactiva. Además, cuenta con un sendero dentro de la reserva, con un recorrido interpretativo de aproximadamente 400 metros.
En diálogo con El Eco de Tandil, quienes conforman el grupo de trabajo detallaron de qué manera nació el proyecto. “La idea surgió en búsqueda de la conservación de la biodiversidad”, afirmó Cecilia Ramírez, coordinadora general de la Reserva Natural Sendero Pampa. “Nosotros vivimos en un área serrana muy hermosa, pero que actualmente está muy consumida por las plantas exóticas invasoras que irrumpen en nuestra cotidianidad. Entonces desde el proyecto buscamos volver a lo autóctono”, manifestó posteriormente. La propuesta, con alto impacto medioambiental, fue seleccionada como una de las ganadoras en la edición 2025 de Huella Joven.
El propósito principal de “Red nativa, cultivando comunidad” es impulsar la reproducción de plantas nativas en la ciudad. Se trata de todas las especies autóctonas, indígenas, que se encuentran adaptadas al clima y al ecosistema de Tandil. Guillermina Pérez Manrique, estudiante de la Licenciatura en Diagnóstico y Gestión Ambiental que integra el proyecto, comentó que "lo más importante es entender que vivimos en un área de pastizal, por lo que no tenemos árboles autóctonos. Hay mucho arbusto, mucho pastizal, mucho pasto. Quizás parece que es todo más o menos lo mismo, pero la verdad es que es muy variado”.
El aporte de Huella Joven
Los integrantes de la iniciativa subrayaron que formar parte de Huella Joven fue una experiencia sumamente valiosa para ellos. “Nos pareció una una excelente idea para poder explayar y expandir bien nuestros objetivos”, indicó Martina Videberrigain, estudiante avanzada de la Licenciatura en Diagnóstico y Gestión Ambiental y líder joven del proyecto. “Yo estoy muy orgullosa de todo el equipo que, día a día, trabaja para sumar en esta iniciativa”, sumó Cecilia desde su rol como coordinadora.
Según detallaron desde el equipo, con los fondos obtenidos gracias a su selección en dicho programa municipal se adquirieron herramientas de trabajo e insumos necesarios para la puerta en funcionamiento del proyecto. “Con este subsidio pudimos comprar un galpón. Era algo que no teníamos, íbamos con las herramientas en los vehículos personales y muchas veces nos robaron material. Entonces contar con un galpón hizo posible que todas las herramientas ahora estén resguardadas", declararon.
El subsidio también permitió construir un sistema de riego automático, que fue elaborado por estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas de la Unicen. “Al ir creciendo comenzamos a no alcanzar con el personal, entonces necesitábamos optimizar la producción para hacer más espacios y más canteros. Desde Exactas se comprometieron con el proyecto y pudieron ayudarnos”, afirmó Pérez Manrique.
Además, también elaboraron un libro titulado “Reconectar las sierras en la ciudad” con el propósito de informar sobre la importancia de regresar a lo nativo y las ventajas que estas especies tienen a nivel ecológico. “Este material es fundamental porque revela el motivo de por qué plantar nativas. Es una herramienta de educación ambiental de libre acceso a toda la comunidad, diseñado en conjunto por un montón de personas, que impulsa a que todos podamos aportar en lo que más se pueda”, contó Ramírez.
Ver los resultados
“El vivero arrancó como un proyecto donde eran solo 10 personas, mientras que ahora mantenemos conexiones con más de 20 instituciones en toda la ciudad. Hay un montón de gente de diferente rango etario y contexto social que se interesa en lo que nosotros podemos ofrecerles. Que hayamos logrado que la gente se interese en el proyecto es algo que nos llena de orgullo”, certificaron ambas jóvenes.
Por otra parte, señalaron que “se conformó una linda comunidad entre todos los participantes de Huella Joven" y que "cada proyecto permitió plasmar la teoría en la realidad local”.
Sin dudas, a través del proyecto se busca fomentar la realización de múltiples acciones positivas para preservar el ecosistema pampeano de cara a un futuro cercano. “A veces está instalada la idea de que este tipo de proyectos están reservados solamente para la comunidad universitaria o gente que tiene estudios superiores, pero la realidad es que los jóvenes se interesan en qué quieren hacer con su futuro. Quieren aprender, porque el cambio realmente empieza por casa”, sostuvieron, haciendo énfasis en la defensa del ambiente natural y de las especies vegetales autóctonas que los rodean.
“Es muy importante que existan este tipo de espacios para que tanto la comunidad académica como la comunidad general puedan avanzar hacia un espacio más natural y nativo, que entiendan que los problemas ambientales empiezan desde lo local y que todos pueden aprender a respetar el ecosistema”, concluyeron las representantes de Sendero Pampa.