Robaron en una casilla de un campo por un valor aproximado a los 8 millones de pesos

La historia comenzó el lunes por la tarde cuando un grupo de trabajadores rurales que se encontraba cosechando girasol en un campo cerca de la ruta 226, fue sorprendido por la lluvia. Esto los obligó a dejar el equipo de trabajo en un lugar donde no llame la atención ni se pueda ver desde las afueras del campo. Como no se podía seguir trabajando, decidieron retirarse del campo para no quedarse en la casilla, algo que, según contó Dante Canciani a El Eco de Tandil, “lo hacemos normalmente. Nunca pasaba nada”.

Al regresar al otro día al puesto de trabajo se encontraron con la sorpresa que había estado gente. “Nos rompieron los candados e ingresaron a la casilla”, confirmó el damnificado y agregó: “Gracias a dios no hicieron daños graves. Hay veces que rompen cosas por romper, por maldad, esta gente no. Como que vino únicamente a robar”. 

La metodología que usaron fue hacer saltar un vidrio de la casilla, ingresar a la misma y llevarse todo lo que pudieron. “Desde una soldadora eléctrica y careta, hasta mercadería como carne. Todo lo que pudieron llevar se lo llevaron”, comentó. El robo no culminó ahí ya que después rompieron los candados del tanque de gasoil de la casilla y tomaron una sopladora, aceite, cables, maderas y una rueda de auxilio. Además sustrajeron seis gomas, con las chavetas, tuercas y pernos. 

Con toda esta situación, Canciani expresó indignación: “Una bronca. Te encontrás con eso así y después no estás más tranquilo. No podés dejar nunca solo nada, tenés que estar muy seguro que en el lugar que la dejás no te va a pasar nada tampoco”. También comentó que el valor de lo robado ronda entre los 7 y 8 millones de pesos.

Al mismo tiempo afirmó en diálogo con este medio que la situación de la inseguridad fue creciendo constantemente. “Está cada vez peor y como que no tiene freno”, sentenció y agregó que “no se puede dejar solo nada”. 

En esta ocasión la casilla no llegó a estar sola ni 24 horas y la sorpresa se generó por cómo se manejaron los delincuentes. Según afirmó a este medio: “Se ve que entraron con mucha seguridad y con conocimiento, se fueron directamente a las pasadas. Como que ya han andado alguna vez y conocían el campo”. A su vez contó que por suerte la casilla estaba sin trabajadores ya que “cuando hay gente son más peligrosos todavía porque van decidido a cualquier cosa”.

Sobre el botín sustraído por los delincuentes, la víctima comentó que “no llevaron más cosas porque no tenían el espacio ni el tiempo”, al mismo tiempo que reconoció que quedó algún tubo de gas y unas baterías. También rescató que no cortaron cables ya que “se llevarán mil pesos de cobre y no se sabe lo que te puede llegar a salir reponer esos cables”. 

Canciani comentó que se acercó a la patrulla rural e hizo la denuncia, aunque no se mostró esperanzado con la posibilidad de recuperar los objetos sustraídos: “Va a ser difícil que den con esta gente porque vimos los rodados de entrada y de salida y entraron de Tandil y salieron para el lado de Balcarce o Necochea. Es más difícil que pasen por alguna cámara de seguridad salvo que den la vuelta por otro lado y retornen a Tandil. Estimo que por el peaje no han pasado”. 

Luego de hacer la presentación ante la policía, el damnificado recibió mucho apoyo de amigos y contratistas, que se ofrecieron para poder armar los equipos de trabajo de nuevo, y destacó: “La verdad que estoy muy contento con el apoyo de la gente para solucionar todo. Una satisfacción muy grande de amigos y colegas que me llamaron para darme su apoyo”.  

Por El Eco de Tandil