El Gobierno de la provincia de Buenos Aires decidió “neutralizar” la obra de 156 viviendas que se construyen en el predio Sans Souci, un proyecto habitacional que presenta un 80 por ciento de avance. La medida, que implica la interrupción de las actividades por un plazo inicial de 75 días, fue comunicada a la Cooperativa Falucho, encargada de la construcción.

Tras el adelanto exclusivo de El Eco de Tandil, el responsable de la institución tandilense, Ricardo Buquete, en diálogo con el ciclo La Mañana (104.1 Tandil FM, EcoTV y El Eco Streaming) explicó los alcances de la decisión y la compleja situación en virtud de la millonaria deuda por obras certificadas.

En primer lugar, contextualizó que desde la firma del contrato a finales de 2023, la obra venía desarrollándose con normalidad y a buen ritmo hasta que alcanzó el actual nivel de ejecución. Sin embargo, la comunicación provincial cambió el escenario.

La “neutralización significa parar todas las actividades por el tiempo que ellos definen”, que, en este caso, son 75 días. Esta situación, admitió Buquete, podría “ser previsible conociendo un poco cuál es la situación de la Provincia” en cuanto a la parálisis de otros proyectos, como la ampliación de la planta depuradora norte en septiembre pasado.

Como se informó, se trata de la ejecución de la primera parte del proyecto, que contempla la construcción de 156 viviendas unifamiliares que forman parte de un desarrollo urbano de 416 denominado “Barrio Parque Sans Souci”, emplazado en el predio delimitado por las calles Lavalle, La Merced, Aeronáutica Argentina y Chapaleofú.

El barrio está conformado por 13 manzanas, de las cuales seis estarán destinadas a unidades habitacionales de tipo unifamiliar en lotes individuales, cinco a vivienda colectiva y dos a espacios verdes.

La primera parte fue adjudicada a la Cooperativa Falucho, que en 2022 selló el contrato de adjudicación con el Instituto Provincial de la Vivienda y avanzó con la preparación del terreno.

El proyecto inicial establece además la conservación del histórico parque y de la restauración patrimonial del palacio que fue propiedad de la familia Santamarina, la construcción de un jardín, una escuela secundaria, un centro de salud, un playón deportivo y un Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS).

Los motivos, la deuda y su impacto

El presidente de la cooperativa tandilense remarcó que, si bien la situación financiera provincial es un factor, “nos genera mucho ruido” las razones expuestas para definir la neutralización del proyecto habitacional.

“Los motivos que ponen para hacer la neutralización no tienen nada que ver con nuestro contrato. Nosotros no somos responsables ni nos han contratado para hacer la obra en la infraestructura”, aclaró Buquete, que desligó a la cooperativa del desarrollo de infraestructura de servicios que la Provincia argumenta para el freno.

A esta situación agregó una millonaria deuda que la Provincia mantiene con la cooperativa que, según precisó, asciende a más de 960 millones de pesos, correspondientes a certificados de obra ya ejecutada.

A más datos, indicó que la suspensión de pagos se produjo “sin ningún tipo de aviso” en agosto, aunque hubo “pagos parciales”.

Según reconoció, la paralización de la obra y la acumulación de deuda genera un impacto financiero “muy grande” en la cooperativa, que además tenía a cargo en la zona otros desarrollos habitacionales. “En agosto teníamos más de 240 personas trabajando y hoy quedan 60 o 70”, graficó.

“Hoy nos encontramos que no se debe prácticamente nada a los proveedores”, defendió sobre el perfil adoptado para la gestión interna de la institución, y agregó que, en materia laboral, “se pagaron todos los despidos como correspondía y la gente está cobrando normalmente”.

De todos modos, señaló como dilema que “tenemos que decidir le pagamos a la gente, pagamos a los contratistas y pagamos los proveedores o pagamos impuestos”. En este contexto, la prioridad fue resguardar a los trabajadores y a la cadena de valor directa, aunque esto implique postergar obligaciones fiscales. “Estamos en una situación delicada”, advirtió.

Obras de infraestructura, la clave

Al volver sobre los motivos de la paralización de la obra, indicó que en la nota la Provincia apunta como principal razón la “no existencia de obra de infraestructura de agua y cloacas”.

Sin embargo, Buquete contrarrestó el argumento y aclaró que la cooperativa tiene un contrato “pura y exclusivamente” para la construcción de viviendas, mientras que la responsabilidad de la infraestructura sería responsabilidad de la Municipalidad. “Por la información que tenemos, estaba para firmar un convenio con Infraestructura bonaerense”, dijo.

En tanto, el Municipio ya habría confeccionado los pliegos para la licitación, pero el convenio no se habría concretado. Así, la Provincia debía proveer los fondos para ejecutar las tareas para la red de agua, cloaca, alumbrado público y extensión de la red vial, es decir, todos los servicios de los cuales la cooperativa es “absolutamente ajena”.

Incertidumbre y  búsqueda de respuestas

En otro pasaje de la entrevista, el responsable de la cooperativa reconoció que impulsaron reclamos y gestiones ante las autoridades bonaerenses. No obstante, afirmó que “no tenemos respuesta de ningún tipo”, resaltó Buquete.

“Estamos esperando tener una reunión en la Provincia”, enfatizó y agregó que, mientras tanto, continuarán con las tareas propias.

La cooperativa exige a la Provincia que defina cómo pagará la deuda por el “80 por ciento de obra ejecutada, certificada y conformada” y que brinde precisiones sobre qué sucederá el 1 de febrero, fecha en la que vencerá el plazo de 75 días de neutralización.

Buquete defendió que, para alcanzar ese nivel de avance en la construcción del barrio, “la cooperativa puso todo lo que hay que poner y más porque las obras de estas características, por volumen, el proceso para la compra y entrega de materiales se prevé con 60, 90 días de anticipación; si no lo hacemos de esa manera no podemos cumplir con el plan de trabajo y nos sancionan con no efectuarnos los ajustes que corresponden”.

Entonces, el referente de la cooperativa señaló que, “cuando nos avisan que se frenan los pagos, ya teníamos un proceso de compra hecho”.

Buquete alertó sobre la incertidumbre, la imposibilidad de planificar y los gastos adicionales que genera la extensión de los plazos. Actualmente, un grupo reducido de personal y cinco serenos se encargan del cuidado y mantenimiento del predio para proteger el avance de las viviendas.

Para finalizar, planteó que las casas “tendrían que estar para febrero o marzo”, ya que no restan alrededor de “cinco o seis meses de obra”, por lo que lamentó “haber llegado a esta situación”, y admitió que “nos preocupa no tener una definición”.

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