Sin sobresaltos y en un acto formal, Faro Verde compró en subasta pública el predio del exCorralón
El remate, que se extendió por media hora, se desarrolló como estaba previsto. Sin demasiados preámbulos, a las 10.32, el martillero Gustavo Rivero bajó el martillo en favor del único oferente y pronunció: “Vendido”. Luego, el Intendente y el presidente de Bahms SA, la unidad de negocios de real estate de Faro Verde, firmaron el boleto de venta en subasta. Leandro Venacio se mostró conforme con la transparencia del acto y anticipó que será el desarrollo más grande a ejecutar por la empresa.
Ayer, minutos después de las 10, en la sede del Centro de Martilleros de Tandil, tuvo lugar la subasta pública del predio municipal de Santamarina 450, donde funcionó el exCorralón y la Dirección de Servicios. Sin sobresaltos, y cumpliendo con una formalidad porque había un solo inscripto para participar del remate, Leandro Venacio, presidente de Bahms SA, empresa del grupo Faro Verde, ofertó 4.130.271,72 dólares y por el valor de base, adquirió el terreno comunal.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailTras años de quejas vecinales por el estado del exCorralón y de ideas truncas por faltas de recursos, el lote municipal, una verdadera joya en el centro de Tandil se destinará a un proyecto arquitectónico con viviendas y locales comerciales, con indicadores máximos que admiten alrededor de 20 mil metros cuadrados.
Lejos quedó aquel concurso de ideas, organizado por el Colegio de Arquitectos, del cual salió un anteproyecto para construir la Municipalidad. Los extensos tiempos de la mala situación económica, sumados al “no hay plata” y la motosierra, llevaron a la gestión del intendente Miguel Lunghi a avanzar con la venta millonaria para -como uno de los principales destinos del producido- montar dos plantas de asfalto que le garanticen a los tandilenses una cobertura más amplia y mejor de la red de pavimento local.
Bajó el martillo
El acto comenzó minutos después de las 10 y a las 10.32, el martillero designado Gustavo Javier Rivero bajó el martillo, al tiempo que anunció: “Vendido”. Tras lo cual, el flamante comprador, el presidente de Bahms SA y gerente general del grupo Faro Verde, Leandro Venacio, y el intendente Miguel Ángel Lunghi se dispusieron a firmar el boleto de venta en subasta.
La sala se mostró llena, con unas 50 personas, entre integrantes de la comisión directiva y socios del Centro de Martilleros de Tandil, funcionarios municipales y trabajadores de prensa. Acompañaron al Intendente, el jefe de Gabinete, Julio Elichiribehety; los secretario de Legal y Técnica, Javier López, y de Obras Públicas, Luciano Lafosse, y el concejal Mario Civalleri.
El presidente del Centro de Martilleros de Tandil (Cemart), Enrique Alewaerts, dio la bienvenida, confirmó la presencia del único oferente y le solicitó a su colega Agustina García que diera lectura al edicto de la subasta pública. La mayor parte del acto transcurrió con la lectura de las condiciones previas, durante y posteriores a la subasta pública, animando las expectativas entre los presentes. En medio de la espera, hasta sonó un celular y se escuchó el reclamo de un Handy de radio, en reclamo de información fresca.
Acto seguido, Alewaerts convocó a su colega Gustavo Rivero para que tomara su lugar en el banco de remates, una estructura alta, en madera y con micrófono, y el detalle de un logo en bronce con la Piedra Movediza.
“Mi nombre es Gustavo Rivero, soy martillero y corredor público, matrícula 1.335 del Colegio Departamental de Azul”, se presentó y explicó que “me toca estar en este acto de subasta porque de acuerdo a lo establecido en el decreto que reglamenta esta operatoria, el día 31 de marzo se llevó a cabo en instalaciones de la Municipalidad de Tandil el sorteo en el cual resulté designado para dar cumplimiento a la Ordenanza 18.648/24 mediante la cual el Gobierno municipal decide la venta de lo que fuera en su momento el Corralón Municipal”.
Describió que el predio tiene 6.748,81 metros cuadrados, está ubicado en la avenida Santamarina 450 y aportó la identificación catastral, la partida inmobiliaria y demás datos formales del inmueble.
Entre el decreto reglamentario, destacó “la decisión de las autoridades, tanto del Poder Ejecutivo como del Honorable Concejo Deliberante de Tandil, de que la venta del predio fuera a través de subasta pública, determinando que la misma se realice en moneda dólar estadounidense, fijando como base la suma de dólares estadounidenses 4.130.271,72, valor éste que debe ser considerado como mínimo y libre de todo gasto para la Municipalidad de Tandil”.
El martillero resaltó que “algo que tenemos que tener en cuenta es que no se puede comprar en comisión, ni ceder el boleto de compraventa en subasta. Quiere decir esto que quien resulte comprador será quien figure como titular de la respectiva escritura traslativa de dominio que se realizará a los 30 días de aceptado por la Secretaría de Economía y de Administración del pago total del precio”.
En tanto, repasó que “para quien estuviera interesado en participar, ya sea persona física o jurídica, el decreto preveía que debía estar registrada antes del día 30 de abril a las 12. Según lo informado por el Comité de Evaluación conformado a tal efecto, una empresa se registró y cumplió con lo dispuesto en el artículo octavo del decreto, quien el 2 de mayo de 2025 visitó e inspeccionó el inmueble. Esa empresa es Bahms SA, representada en este acto por el señor Leandro Venacio, en su carácter de presidente de la misma”.
Luego abrió la subasta: “Le voy a pedir al señor Leandro Venacio que diga cuál es su oferta”. Sentado en la primera fila, el máximo representante de Faro Verde indicó que “mi oferta es por la base” y el martillero respondió: “Recibo la oferta del señor Venacio en representación de la firma Bahms SA, muchas gracias, quien cumple con los requisitos establecidos, por lo tanto procedo a vender a la empresa Bahms SA el inmueble de la avenida Santamarina 450 de la ciudad de Tandil, en la suma de dólares estadounidenses 4.130.271 con 72 centavos. Vendido”, remató y sonó el martillo de bronce contra el estrado.
Cumplido ese paso, las partes junto al martillero Rivero y los escribanos Gonzalo Usandizaga y Sol Cardinale mantuvieron una reunión a puertas cerradas, en la que el Intendente y Venacio rubricaron el boleto de compraventa del exCorralón.
Así, una nueva página comienza a escribirse en la avenida Santamarina, que en los últimos años viene cambiando su fisonomía, cambiando los baldíos y casas bajas por edificios de diseños modernos y líneas que remiten al constante desarrollo de la ciudad.
El adquirente estimó años para el desarrollar el proyecto pero hará limpieza y un vallado estético
Culminado el acto de firma del boleto de compraventa en subasta, Leandro Venacio habló con la prensa, celebró que “seguimos con nuestra misión, no solo con una visión de negocios en el posible desarrollo de este lugar, sino también pensando en el desarrollo de la comunidad y el desarrollo local de Tandil”.
En esa línea, reconoció que el inmueble de Santamarina 450 “es un predio estratégico”, al tiempo que repasó que “ya el grupo Faro viene desarrollando diferentes proyectos en donde nos destaca la calidad, la forma de hacer las cosas y este la verdad que es un proyecto muy grande y muy importante para nosotros”.
Como había anticipado en diálogo con El Eco, Venacio contó que tiene algunas ideas y reafirmó que “nos gusta innovar un poquito”, apuntando a un desarrollo de usos mixtos como viviendas y comercio, además de oficinas y estacionamiento, lo que además le garantiza alcanzar el máximo de los indicadores urbanísticos para esa zona.
En tanto, evaluó que “nos gustan que las cosas se muevan rápido, pero el proyecto es grande” y estimó “un par de años” para el diseño, aunque analizó que “habrá que ver si se puede hacer en etapas”.
“Pensamos siempre en la experiencia del ciudadano, de quien puede disfrutar estos lugares y siempre con una mirada también de desarrollo con prácticas medioambientales, muy iluminado, muy abierto. Eso es lo que nos destaca en los proyectos que venimos haciendo en Tandil por parte del Grupo Faro Verde”, definió.
En relación a los tiempos del desarrollo, expuso que “el proyecto es grande porque en teoría, se pueden construir unos 20 mil metros” y reconoció que “va a ser el proyecto más importante para el grupo”.
Venacio estimó que tras la compra, ahora correrán veinte días para completar la documentación, el pago y la toma de posesión del predio. En tanto, indicó que una vez que tengan el terreno bajo su custodia, “lo primero va a ser que el lugar quede bien ordenado y bien prolijo”, con el correspondiente vallado. “Va a estar como como una obra, como un lote, en donde podamos poner también nuestra impronta de la imagen, como hemos mostrado en otros proyectos”.
Sin oferentes, consultado sobre el monto de la inversión, el presidente de Bahms SA sostuvo que “tenemos una visión de negocio, hicimos nuestras cuentas como para poder participar por el monto del cual hicimos la oferta”, pero hizo hincapié en que el grupo tiene “un compromiso con el desarrollo local y sobre todo también que es un lugar muy cercano a donde nosotros tenemos nuestras oficinas en el hotel Mulen, los dos edificios que acabamos de desarrollar los últimos 2 años, que son Nexus 1 y Nexus 2, edificios que están totalmente alquilados. Entonces, es un lugar estratégico, pero un lugar muy afín a nosotros”.