ESCRITA POR CUATRO HISTORIADORES
“Tandil: más de 200 años de historia”, la obra que indaga la época anterior al Fuerte Independencia
Se presentará el viernes 14 de octubre, a las 19.30, en el Centro Cultural Universitario. El libro trata sobre las poblaciones indígenas que habitaron estas sierras entre el 1600 y 1823. “Tony” Ferrer, José María Araya, Julieta Nicolao y Maximiliano Zuccarino adelantaron algunos detalles de su trabajo.
El viernes 14 de octubre, a la 19.30, en el Salón de los Espejos del Centro Cultural Universitario, se presentará el libro “Tandil: más de 200 años de historia, las poblaciones indígenas y su entorno (1600-1823)”. Se trata de una interesante obra de Eduardo “Tony” Ferrer, José M. Araya, Julieta Nicolao y Maximiliano Zuccarino. La propuesta se refiere a esa otra parte de la historia invisibilizada y negada de pueblos originarios que habitaron este territorio y no fueron incluidos en la cultura nacional y local como parte de su identidad.
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Despierta profundo interés la presentación de esta nueva obra vinculada a esa otra parte de la historia que poco se conoce y se divulga, de épocas anteriores a la fundación del Fuerte de la Independencia. Al respecto, los autores brindaron un adelanto en diálogo con El Eco de Tandil.
-¿Cuál es el objetivo central de esta investigación?
Lic. Eduardo Ferrer: -En primer lugar, ratificar nuestro compromiso con todas aquellas personas interesadas en conocer una parte de nuestra historia local que ha resultado poco investigada. El actual partido de Tandil ha sido escenario de importantes acontecimientos que aún ‘esperan’ ser estudiados, interpretados y difundidos. En este contexto, el objetivo está centrado en los pueblos indígenas, que habitaron este territorio y no fueron incluidos en la cultura nacional y local como parte de su identidad. Es sabido que siempre se conmemora la fundación de pueblos o ciudades en determinadas fechas, dejando implícitamente entendido que allí se inicia ‘la historia’, soslayando en la mayoría de los casos la existencia de distintos grupos étnicos que tuvieron un desarrollo independiente desde muchos años antes.
Entendemos que contar la otra parte de la historia –la de las etnias indígenas- contribuirá a neutralizar o romper el discurso monolítico de la historia oficial, devolviéndoles a estas comunidades, en tanto sujetos sociales, el protagonismo que tuvieron. En esas culturas originarias existieron familias, valores, dignidad, amores, moral, historias que deben ser recuperadas en toda su dimensión. Dicho en otras palabras, la cultura argentina se ha construido históricamente de espaldas a la frontera, como si darle la espalda fuese suficiente para eludir su existencia.
-Entre los temas más importantes de la obra, ¿cuáles se pueden mencionar?
Magister José María Araya: -En esta obra analizamos las relaciones inter-tribales y blanco-indígenas que tuvieron lugar en la región entre los años 1600 y 1823, sin abandonar en algunos casos el hilo conductor de la historia que viene desde los tiempos más remotos y se proyecta más allá del período establecido en la investigación.
Así, la negación de los pueblos indígenas, el análisis de la toponimia, el significado de las piedras para las comunidades, el escenario de los primeros habitantes y particularmente de los pueblos históricos en las sierras de Tandil, la frontera como espacio de conflictos y negociaciones, las ferias, los corrales, la industria textil mapuche y la expansión ganadera -cuyo resultado derivó en la fundación del Fuerte de la Independencia-; son algunos de los ejes que atraviesan esta publicación.
-En esta construcción colectiva, ¿cuáles son las cosas positivas que se pueden destacar?
Dr. Maximiliano Zuccarino: -En primer lugar, quiero subrayar que este libro es el resultado de un trabajo, una construcción colectiva, genuina y auténtica. Mucho escuchamos por ahí en referencia a este concepto, destacándolo, pero pocos poniéndolo en práctica realmente. ¿Qué es una construcción colectiva? Es anteponer el todo antes que el individuo, que el producto final sea más que la suma de las partes. Y para eso es necesario un grupo de trabajo donde prime la generosidad, la humildad de aceptar los errores propios y considerar el aporte de los demás –aspecto difícil de encontrar en el ámbito académico-.
Para que esta realización fuera posible, en el equipo de trabajo se conjugaron profesionalidad, conocimiento, responsabilidad, por supuesto… pero por sobre todo la calidez humana. Sin esos condimentos, cualquier pretendido trabajo colectivo indefectiblemente fracasaría. Pienso que si priorizamos la construcción colectiva por sobre lo individual, no sólo vamos a realizar un buen trabajo, verdaderamente profesional y plural, sino también, vamos a sentar las bases para una sociedad, un país y, por qué no, un mundo mejor.
-¿Por qué es importante la divulgación de la historia de Tandil?
Dra. Julieta Nicolao: -Para quienes nos dedicamos a la investigación científica, la divulgación social del conocimiento es una responsabilidad ética con nuestras comunidades y así la asumimos. La mayoría de los resultados de investigación que se producen en el grueso de las áreas y disciplinas del conocimiento no llegan a la sociedad, sino que quedan en los mismos circuitos de producción y evaluación de la ciencia, sin atravesar esas fronteras.
¿Qué quiero decir con esto? Que es moneda corriente encontrarse con resultados, hallazgos, adelantos científicos valiosísimos, ya sea para nuestro desarrollo socioeconómico o para nutrir la generación de políticas públicas en distintos órdenes sociales, que permanecen ‘dormidos’ en artículos que se publican en el exterior, en revistas de alto nivel que sólo leen personas que se dedican a la especialidad temática, con las exigencias y parámetros de escritura que el propio sistema impone, y una nula accesibilidad para las comunidades que debieran ser destinatarias prioritarias de tales contribuciones, porque además financian el grueso de estas investigaciones.
A este planteo se le agrega la especificidad de esta obra que tiene una pretensión muy concreta: contribuir a divulgar una parte de la historia de Tandil y la región que ha sido sistemáticamente negada e invisibilizada, donde precisamente integramos una numerosa cantidad de hallazgos y fuentes volviéndolas accesibles a todos los sectores de la sociedad, con el propósito de propiciar la resignificación de nuestro origen y nuestra identidad o identidades.
La divulgación ha sido entonces el espíritu fundamental de esta iniciativa. Entendemos que desde la publicación y presentación oficial de este libro se inaugurará una nueva etapa que ya no correrá tanto por nuestra cuenta, y que tiene que ver con la apropiación que se realice de estos contenidos, desde ámbitos educativos, culturales y comunitarios.