Una emotiva historia del 25 de Mayo en Tandil: Tito, el Rastrojero y "los viejos que ayudan desde arriba"
Un vecino de Juan N. Fernández fue parte del desfile por el 25 de Mayo y compartió su emotiva historia.

Entre los automóviles de época que integraron las delegaciones del desfile por el 25 de Mayo en Tandil, estuvo el Rastrojero de Tito, que lució no solo su color verde original sino también la bandera argentina sobre el capó.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailOrgulloso, el vecino de la localidad de Juan N. Fernández compartió la emotiva historia de su vehículo con El Eco de Tandil. “El Rastrojero está hace 5 años conmigo, pero era de mi abuelo. Él lo había comprado cero kilómetro, en el 76’. Yo anduve acá adentro en la panza de mi mamá, anduve de bebé y hasta los nueve años. Después mi abuelo lo vendió”, comenzó su relató.

Fue tiempo después cuando Tito se propuso recuperar el vehículo para él y su familia, y así empezó una aventura que llevó años. Solo tenía una foto, en la que se veía una patente “de las viejas”, y con el número de chapa dio con una gestora con la que logró encontrar datos actualizados.
En un Registro del Automotor de Benito Juárez no quisieron ayudarlo hasta que pidió por favor “y ya con los ojos llenos de lágrimas una chica me dio un nombre y un apellido”. Sin embargo el hombre en cuestión había vendido el vehículo 10 años atrás. De regreso a Juan N. Fernández, volvieron a llamarlo con un mensaje especial. “Te encontré el Rastrojero”, le dijeron, “está en Gonzales Chaves, lo están andando y lo usan como camioneta de carga”, precisaron.
A las horas, Tito estaba frente al lugar donde le habían indicado. “El Rastrojero estaba parado en la puerta. Se me caían las lágrimas”, relató. Pero la historia no terminó ahí, porque el propietario del vehículo se negó a vendérselo.
“Estuve cuatro años para que me lo venda. Lo llamaba todos los meses, y no me lo vendía”, sumó a su relato. Fue tiempo después cuando un amigo de Tito lo llamó para decirle que se encontraba en Chaves y que iba a intentar comprar el vehículo.
“Me lo apalabró al hombre, fuimos en plena pandemia y lo pagamos. Dimos una vuelta a la manzana y andaba una catástrofe. Perdí el escape y todo. Pero mi mujer me dijo que lo vayamos andando, y yo le dije que los viejos desde arriba nos iban a ayudar a llegar”, dijo Tito.
No solo llegó, sino que al ingresar a Juan N. Fernández se dirigió al cementerio de la localidad. “Puse el Rastrojero al lado del nicho de mi abuelo, para mostrarle que estaba con nosotros”, contó.
La historia continuó con la puesta en valor del vehículo. El rastreo del color original de la pintura, arreglos de chapa y la restauración hasta dejarlo muy parecido a como era a mediados de los 70’.
“Esto es un invento argentino. Hay que pensar que Brasil no tiene auto, Chile no tiene auto, Colombia no tiene auto, Paraguay no tiene auto. Esto es un proyecto argentino diseñado por argentinos. Yo lo uso no diariamente, pero dos o tres veces por semana lo uso. Y es andar con mis abuelos”, concluyó Tito, antes de posar para la foto, orgulloso y emocionado junto a su amado Rastrojero.
Sobre el autor
Redactor El Eco de Tandil