Una joven con Covid-19 contó su experiencia para concientizar a otros y pidió extremar los cuidados
Jennifer Christiansen fue uno de los casos positivos informados el jueves, el día que se disparó el número de contagios. Empezó el lunes con síntomas y el martes a la madrugada acudió a la guardia. Cuando se enteró de los resultados, “no paré de llorar en toda la tarde”. Pasó días con fiebre y dolores, y ayer recibió el alta. Desconoce cómo se infectó.
En medio de la preocupación de las autoridades por el brote que tuvo la ciudad esta semana, ganó espacio en las redes el testimonio de una joven de 24 años, Jennifer Christiansen, que se convirtió en uno de los nueve casos positivos de Covid-19 que no tiene relación con los confirmados hasta ese momento.
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El jueves por la noche, el mismo día que se difundió el parte que generó alarma por el crecimiento exponencial de casos, Jennifer decidió hacer pública su situación con un posteo a través de su cuenta personal de Facebook.
El mensaje fue claro. No sólo transmitir lo que vivió los tres días previos con los síntomas, la culpa y el dolor por tener que estar lejos de sus hijas de cinco y dos años y de su esposo, sino también compartir su caso para concientizar sobre el virus.
Rápidamente, la publicación comenzó a circular por las redes sociales y se multiplicaron los comentarios.
Ayer, compartió su alegría al recibir el alta médica ya que se encuentra en buen estado de salud, y ahora continuará con la recuperación en su casa, aún alejada de sus afectos hasta tanto se cumplan los días previstos para ser considerada como paciente recuperada.
El caso
Mejor de ánimo, pero consciente de que aún queda un camino por recorrer, Jennifer le contó a El Eco de Tandil cómo fue su caso, el proceso que le tocó atravesar y la importancia de cumplir con las recomendaciones, como mensaje central. “Uno piensa que no le va a pasar”, sostuvo.
El modo en que pudo haberse contagiado se presenta como una incógnita. “La verdad es que no sé”, soltó con sinceridad. Hizo un repaso sobre los días previos, los cuidados que tuvo y no logró establecerlo, aunque sospecha de algún asintomático. Por ese motivo, su caso se convirtió en uno de los nueve informados por el Comité de Seguimiento que no tiene relación con los confirmados con anterioridad.
De todos modos, reconoció que la Fase 5 de distanciamiento social preventivo y obligatorio le dio cierta confianza, pese a que igualmente mantenía las medidas preventivas. “Estaba bastante tranquila”, señaló.
Todo comenzó el lunes por la noche, cuando se le manifestaron los primeros síntomas. A las 3 del martes, decidió acudir a la guardia. “Tenía 39.9º de temperatura y mucho dolor de garganta”, describió.
En ese momento, no se le ocurrió que podía tratarse de Covid-19. “Me hisoparon y estuve internada dos días esperando el resultado, preparada para irme porque pensé que no lo tenía”, recordó.
Cuando llegó la confirmación, el impacto fue enorme. “Fue horrible, no paré de llorar en toda la tarde”, expresó, y enseguida dio aviso a las personas con las que estuvo, tarea que luego reforzó la infectóloga que la atendió.
Su familia se encuentra aislada y sus contactos estrechos también. “Todos están bien, no tienen síntomas”, dijo.
Pasó los días de internación completamente aislada. “Es todo muy estricto”, relató y describió que el personal trabaja con los elementos de protección necesarios para evitar el contacto, mientras que el tratamiento fue “normal” y no requirió plasma ni asistencia respiratoria.
Asimismo, valoró el impacto que tuvo la publicación dado que, “sin querer, llegué a mucha gente” que, en su devolución, manifestó su decisión de “tomar más precaución” ante el avance del virus.
El posteo
El 20 de agosto, minutos antes de las 23, Jennifer Christiansen contó su situación. “Hace tres días que estoy internada. Me hisoparon y hoy me llegó el resultado, lamentablemente dio positivo. Fue un baldazo de agua helada, no me lo esperaba”, resumió.
“Entendí que esto pasa. Creí que estábamos lejos pero no, estábamos tan cerca que no nos dimos cuenta”, reflexionó, se disculpó y aseguró que “el dolor más grande que llevo es el no poder estar con mis hijas y mi marido”.
Esperanzada de pronto reencontrarse con su familia, expresó que “esta vez va a ser diferente; ya no me creo ni me confío de las fases en las que estamos. Nos tenemos que cuidar. Hoy lo puedo contar y estoy muy bien de salud, siendo persona sana sin ser de riesgo me pasó esto, imagínense lo que pasan las personas que sí son de riesgo”.
“Cuídense lo más que puedan”
“Con esta alegría así de grande les cuento que me voy a casa”, publicó ayer junto con una imagen en la que aparece sonriendo en una de las habitaciones del centro asistencial privado.
En esta oportunidad, agradeció las palabras y mensajes de apoyo que recibió durante su internación por la fuerza que le dieron. “No saben lo que se siente estar solo con este maldito virus y la cabeza que va a dos mil”, confesó.
Asimismo, tuvo palabras de agradecimiento para las médicas, enfermeras e infectólogas que la atendieron y también a “las chicas que vinieron a limpiar y me alcanzaron la comida”.
“Me siento muy feliz a pesar de esta pesadilla que pasé. Gracias a todos y les mando un fuerte abrazo. Cuídense lo más que puedan”, concluyó.