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Universidad: Las vecinas que se reencontraron 50 años después y otras historias que dejó la marcha
Al igual que hace 5 décadas atrás, volvieron a defender la universidad. El Trío de Cámara, los libros y los carteles.
La marcha en defensa de la universidad pública fue masiva en Tandil y convocó a miles de vecinos que se manifestaron por mejoras presupuestarias que permitan mantener las cursadas, los salarios docentes y las investigaciones que se llevan adelante en la casa de estudios.
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La convocatoria incluyó la presentación en vivo del Trío de Cámara de la Unicen, que se lució no sólo con el Himno Nacional, sino también con la melodía de “It’s a heartache” –de Bonnie Tyler- que los presentes corearon con “No se vende, la Uni no se vende”. Además fueron protagonistas quienes concurrieron con carteles en los que dejaron lucir todo su ingenio, y los que lo hicieron portando libros.
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Pero una de las historias que trascendió del encuentro fue la de la tandilense Diana Zeballos. La ex senadora provincial publicó en sus redes sociales una foto de hace 50 años atrás, cuando marchó junto a sus compañeros de la escuela Normal en la masiva manifestación que logró en 1974 que la sede de la Universidad del Centro –en proceso de nacionalización- permanezca en la ciudad.
Nada menos que 5 décadas después, Zeballos volvió a las calles para que la Universidad “siga siendo pública, gratuita y de excelencia”, como compartió.
“Defendiendo nuestro futuro”
En diálogo con El Eco de Tandil, la ex senadora contó que fue en 1974 cuando, como estudiantes secundarios marcharon “defendiendo nuestro futuro”.
Las escuelas de Tandil se convocaron para a manifestarse, y recordó que fue la docente Acevedo Díaz una de las maestras que más les remarcó a sus alumnos la importancia de que la universidad permanezca en Tandil.
“Nos congregamos todos en el Rectorado. Venían columnas por diferentes calles. En la foto estábamos sobre Mitre entre 9 de Julio y Alem, veníamos de la escuela, y desde otros lados venían chicos de otros colegios como Martín Rodríguez, San José, el Colegio de Hermanas. Todos, más allá de las escuelas públicas. Y también fue muy conmovedor ver la llegada de los obreros de Metalúrgica Tandil. Fue como que toda la sociedad de Tandil tomó consciencia de lo que la universidad significaba para nuestro futuro, no solamente para los que podíamos llegar a estudiar”, evocó.
Zeballos se formó en Magisterio, pero tiene un hermano recibido de la carrera de Historia de la Unicen y otros dos que estudiaron en la Universidad Nacional de La Plata.
“Todo fue gracias a la universidad pública, porque no sé si en ese momento hubiesen podido estudiar. Como para gran parte de la población, el contrato social de ascenso que tenemos es gracias a que la universidad es pública y gratuita”, destacó.
Con algunos de sus ex compañeros se encontró en la marcha. “Todos sabíamos que estábamos volviendo después de 50 años, increíblemente, a defender la universidad. Lamentablemente han vuelto batallas que ya creíamos libradas y sanadas. Estamos volviendo a ver cosas que no creíamos que podían volver a pasar y a cuestionarse”, lamentó.
Aunque la ex senadora también destacó que “no se hizo partidocracia, porque esto nos importa y atraviesa a todos. Y me parece que es bueno a veces dejar el odio, dejar los resentimientos de lado para ver un poquito más allá de la importancia que tiene la educación. La educación no es gasto, la educación es una inversión”, concluyó.
El Trío de Cámara, los libros y los carteles
El martes por la tarde, las columnas que habían partido desde Rodríguez y Las Heras marcharon hasta el Rectorado. En el lugar confluyeron los miles de vecinos que se habían convocado, bajo la bandera argentina y el pasacalle con la inscripción “Defendamos la Universidad Pública”.
En el escenario estuvo presente el Trío de Cámara de la Unicen. Los músicos no sólo interpretaron en vivo el Himno Nacional Argentino que marcó el cierre del encuentro, sino también la melodía de un clásico de los 80’ que se transformó en uno de los hits de rechazo al gobierno nacional.
Se trató de “It’s a heartache” –de Bonnie Tyler, popularizada también por Rod Stewart-, que suele entonarse con el verso “la Patria no se vende”, pero que en la manifestación se coreó como “no se vende, la Uni no se vende”.
Otra de las consignas que unió a los presentes fue el concurrir con un libro en la mano. Símbolo de la cultura y de la educación, cientos de tandilenses llevaron tanto ejemplares de clásicos universales como algunos de los títulos que los habían marcado durante su formación universitaria.
Así, hubo quienes alzaron sus “Martín Fierro”, como los que fueron con textos de Freud, con manuales de Física, y hasta con libros editados por la propia editorial de la Unicen.
También fueron protagonistas los carteles. Al igual que en las marchas que se replicaron en todo el país, en Tandil también se hizo notar el refrán de que “el ingenio popular no para”.
Una joven marchó con un cartón con la inscripción “Para aviones hay $$$ pero para Universidades no”. Entre muchos que eligieron “Soy de la primera generación de universitarios de mi familia”, hubo también quienes preguntaron “¿Te acordás cuando no había que salir a defenderla?”.