HOY, MARTES
La felicidad, ja, ja, ja, ja

Lo que más me angustia de todo esto –y todo esto no sé bien qué es ni desde cuándo está siendo- es que a mayor o menor ritmo, cada día estamos siendo un país más infeliz. Cada año, cada circunstancia, cada hecho nos van alejando de ese ideal que individual y colectivamente pretendemos. O ya no sé si pretendemos.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailSe dirá que la última vez que tuvimos una alegría fue cuando Argentina ganó el Mundial de Qatar y cinco millones de personas salieron a la calle a celebrar y “no pasó nada”.
Primero: fueron más de cinco millones de personas. El país no es solamente el AMBA (y a los efectos del tema que estamos tratando no es un detalle menor). Segundo: la felicidad y la alegría son parientes, con distintos grados de cercanía.