Cerca de 450 mil desplazados en Afganistán durante 2017
El conflicto armado en Afganistán sigue golpeando con fuerza a la población civil, al punto de que casi 450.000 personas tuvieron que abandonar sus casas y se convirtieron en nuevos desplazados a lo largo de 2017, según un informe de la ONU publicado hoy .
Mientras la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) difundía su informe sobre el año que terminó, en el norte y este del país el Ejército declaraba victoria con dos nuevas ofensivas contra bastiones de la milicia radical Estado Islámico (EI).
Después de una noche de combates en las provincias de Nangarhar y Jawzjan, al menos 86 milicianos islamistas murieron, entre ellos varios comandantes, y otros 38 resultaron heridos, según informaron voceros del Ejército. No dieron detalles sobre ninguna baja en sus filas.
Los combates, las ofensivas militares y los atentados siguen marcando el ritmo cotidiano de gran parte de Afganistán, aún luego que Estados Unidos y la OTAN retiraran gran parte de sus tropas, después de alrededor de una década y media de ocupación militar.
En 2015, cuando Europa sufrió su “crisis de los refugiados”, uno de los principales grupos nacionales que llegaron a las puertas de la Unión Europea en busca de un mejor futuro eran afganos.
Europa blindó sus fronteras y la llegada masiva de afganos disminuyó mucho, pero dentro del país de Asia Central la violencia sigue obligando a cientos de miles de civiles a abandonar su casa y buscar refugio dentro y fuera del territorio.
La OCHA estimó en su informe que actualmente hay unos 900.000 desplazados internos afganos viviendo en “condiciones inhumanas” en campamentos. Tan sólo la semana pasada tuvieron que escapar casi 7.500 personas de los combates con los talibanes o la milicia EI, según reprodujo la agencia de noticias DPA.
El relevamiento de 2017 hecho por la ONU estimó que en el norte y noreste del país, una región antes relativamente tranquila, se registraron 139.000 desplazados internos, el 31% de los casos anuales.
En la provincia oriental de Nangarhar, en tanto, hubo 123.000 desplazados. Allí el movimiento insurgente talibán y el EI pelean entre ellos, mientras el gobierno afgano y Estados Unidos combaten contra estos últimos.
Con la situación de seguridad cada vez más inestable en Afganistán, el nuevo gobierno estadounidense de Donald Trump decidió aumentar el despliegue militar que su antecesor había prolongado en sus últimos años a la fuerza, ante el sucesivo incremento anual de las cifras de muertos, heridos y desplazados civiles.
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Fuente. Télam
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