El mundo se acercaba ayer a los 48,5 millones de casos, con un récord de más de cien mil infectados en Estados Unidos, mientras la segunda ola de contagios continúa castigando con fuerza a toda Europa. La explosión de infecciones sacude a Europa, que ya se acerca a los 12 millones de casos y con una curva ascendente, y la mortalidad crece poco a poco, mientras los Gobiernos del continente tantean alternativas y nuevas medidas restrictivas que permitan neutralizar el mortal avance del rebrote. Con el objetivo de detener el avance de la segunda ola, el primer ministro griego, Kiriakos Mitsotakis, anunció un confinamiento de tres semanas a nivel nacional a partir de mañana. Solo las “tiendas esenciales” como supermercados y farmacias seguirán abiertas, tan solo dos días después de que entrara en vigor el toque de queda. El Gobierno italiano, que ya anunció un toque de queda a nivel nacional por el que no se podrá salir a la calle entre las 22 y las 5 salvo probadas razones de trabajo, salud o urgencias, informó que cierra cuatro regiones, Lombardía, Piamonte y Valle de Aosta y la sureña Calabria, para mitigar la propagación del virus. Francia, que cumple confinamiento nacional desde el viernes pasado, lo que obliga al cierre de comercios no esenciales, sumó nuevas restricciones en París, entre las que se incluye el cierre a partir de las 22 de algunos comercios que venden alcohol y restaurantes que ofrecen comida para llevar. El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, envió a la Asamblea de la República la propuesta para imponer el estado de emergencia, que -en principio- será aprobado hoy por el Parlamento, entrará en vigor el lunes y tendrá un periodo inicial de validez de 15 días, con vistas a que se puedan imponer nuevas restricciones de movilidad. Irlanda fue el primer país de la Unión Europea que declaró un segundo confinamiento y desde el 22 de octubre, cerca de cinco millones de personas deben quedarse en su casa. Los pubs y los restaurantes en toda Inglaterra se llenaron anoche de gente para disfrutar una última comida o salida con amigos, antes de que entrara en vigencia ayer un nuevo confinamiento en esa parte del Reino Unido, el segundo del año, para frenar el avance de la segunda ola de coronavirus. Sistema de alerta En Dinamarca, en tanto, se introdujo un sistema de alerta de cinco niveles con el cual los expertos evalúan el riesgo de contagio en las cinco regiones del país que ahora está en nivel 3, con restricciones para restaurantes y bares, así como la obligación de llevar mascarilla al ingresar a las tiendas, mientras teatros y discotecas están cerrados, y se deben limitar los contactos personales. La medida se produce después de que se detectaran una mutación de coronavirus en 12 residentes que fueron contagiados por visones. Noruega limitó los horarios de bares, mientras que desde el lunes las reuniones en lugares públicos no podrán superar 20 personas, ni 50 en sitios privados, para frenar lo que describió como “desarrollo aterrador” de la pandemia. Desde el lunes, rige en Alemania un confinamiento “suave”, por lo que en el espacio público solo pueden reunirse diez personas de dos viviendas diferentes, se cerraron bares y restaurantes, mientras escuelas y comercios están abiertos, pero deben mantener estrictas reglas de higiene y distanciamiento, replicó la agencia de noticias Europa Press. Ya desde la semana pasada rigen limitaciones Bulgaria, donde las escuelas secundarias y las universidades pasan a la enseñanza online, los eventos deportivos se realizan sin público y los bares y las discotecas deben permanecer cerrados. Una de las peores semanas En tanto, América registró una de las “peores semanas” con casi un millón de nuevos casos de coronavirus, comunicó el subdirector de la Organización Panamericana de Salud (OPS), Jarbas Barbosa. “Estados Unidos rompió récords de nuevas infecciones en la última semana y estamos viendo tendencias al alza en algunas provincias y estados en países de América del Norte – como México y Canadá – que están impulsando las cifras en la región”, explicó el médico en una rueda de prensa virtual. Desde la aparición de la enfermedad, la región acumuló más de 20 millones de contagios y reportó 650 mil víctimas fatales, es decir que hay más de un muerto cada cuatro casos y un tercio de las muertes del mundo corresponden a América. (Télam)