El consumo de carne en Argentina es el más bajo de la historia
El semestre cerró con un promedio de 49 kilos por habitante por año, 33 kilos menos que seis décadas atrás.

El consumo de carne vacuna en Argentina continúa posicionándose como uno de los más bajos de la historia. El dato fue confirmado por el productor y consultor ganadero Víctor Tonelli, quien aseguró que el semestre cerró con un promedio de 49 kilos por habitante por año. Las cifras alarmantemente bajas consolidan una tendencia que preocupa al sector ganadero.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailTonelli afirmó que la cifra del consumo de carne vacuna actual se encuentra "muy lejos de los 82 kilos que se consumían seis décadas atrás". El productor fue claro al destacar que dos factores importantes que impulsan esta transformación son el cambio cultural y el precio del producto.
El precio de la carne vacuna ha aumentado por encima del nivel general de inflación. El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) registró una suba del 2,6% en mayo, superando el 1,5% que marcó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en ese mismo período.
En el acumulado de los primeros cinco meses de 2025, el alza alcanza el 27,3%, lo que representa una diferencia significativa frente a la inflación general. Esta dinámica de precios, sumada al estancamiento del poder adquisitivo, empujó a los consumidores hacia otras alternativas más económicas como el pollo y el cerdo.
“Hoy se consume más carne en total, pero menos carne vacuna. Entre pollo y cerdo, pasamos de 12 a 65 kilos por habitante por año. Eso explica el desplazamiento del vacuno, que además es más caro y menos eficiente de producir”, señaló Tonelli en una entrevista radial.
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Por otra parte, se destacan las diferencias de precios según los niveles socioeconómicos. Mientras que en zonas de alto poder adquisitivo la carne subió un 3,3%, en sectores medios y bajos el aumento fue del 2,5% y 2,4%, respectivamente. Este dato refuerza la percepción de que el consumo de carne vacuna se transforma en un lujo cada vez más inalcanzable para una parte significativa de la población argentina.
Acerca de los rumores de que se está vendiendo carne vacuna brasileña en carnicerías argentinas, el productor fue tajante al respecto. “Eso es mentira. No entra un solo kilo de carne con hueso desde Brasil”, confirmó. En esa misma línea, aclaró que lo que sí se importa, históricamente, es bondiola de cerdo brasileña debido a su precio más competitivo.
Consultado sobre las exportaciones, afirmó que Argentina exporta menos que antes pero que la recuperación es progresiva. “El problema fue que hasta hace un año y medio estaban casi prohibidas las exportaciones. Ahí sí Paraguay y Brasil aprovecharon para ganar mercado”, manifestó.
Por último, relativizó la supuesta “invasión” de carne extranjera. “Aunque se diga que se cuadruplicaron las importaciones de carne vacuna, eso representa apenas el 0,05% del consumo interno. No tiene ningún impacto real”, concluyó.
De esta manera, se deja ver que el mensaje es claro. En Argentina, el consumo de carne vacuna bajó por razones estructurales y culturales, no por invasiones externas ni modas pasajeras. El país se encuentra en un proceso de adaptación hacia nuevos hábitos de consumo, pero con un dieta con un sabor cada vez más mezclado.