APELACIÓN
La Cámara Federal porteña ordenó liberar a todos los miembros de la Escuela de Yoga
Eran investigados por delitos de asociación ilícita y lavado de dinero, y la medida incluye al considerado líder, Juan Percowicz.
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El Tribunal dio marcha atrás con las prisiones preventivas dispuestas por el juez federal Ariel Lijo y dispuso la liberación de Juan Percowicz (considerado líder), Susana María Barneix, Marcela Alejandra Sorkin, Susana Mendelievich, Gustavo Anibal Rena, Mario Alberto Leonardo, Georgina Ivone Hirschfeld, Marcela Arguello, Carlos Barragán, Mariano Krawckyz, Luis Mario Romero, Alicia Trata, Horacio Sebastián Vesce y Federico David Sisrro.
Percowicz ya venía cumpliendo arresto domiciliario por sus problemas de salud y edad, y ahora fue dejado en libertad con un embargo de 1.200 millones de pesos.
Para Boico, corresponde la revocación de las “prisiones preventivas adoptadas sobre los imputados, en la medida que dichas restricciones constituyen el medio más gravoso de cautela y el caso no lo amerita a la fecha, conforme pautas que fueron desarrolladas previamente y sin perderse de vista -especialmente- que el escenario auditado exhibe un progreso cognitivo conformado por una multiplicidad de diligencias, tanto de cargo como de descargo”.
En su voto, Martín Irurzun aseguró no coincidir con que “el encierro cautelar es la única forma de garantizar los fines de la instrucción”.
Los camaristas dispusieron sobre Carlos Barragán y Mariano Krawczyc -quienes estaban acusados de ser miembros de la asociación ilícita y otros delitos- la falta de mérito por lo que seguirán siendo investigados, pero no hay elementos de sospecha suficiente para confirmar la acusación.
Acusación
El camarista Roberto Boico consideró al evaluar si hubo trata de personas sobre las mujeres integrantes de la supuesta secta y ante las sospechas sobre que las explotaban sexualmente, que ellas mismas dijeron haber actuado con libertad.
No obstante, para el juez sí existen elementos como ser conversaciones telefónicas u otras pruebas que dan cuenta que había situaciones de ese tipo, por lo que confirmó la acusación en ese sentido.
Al igual que el camarista Martín Irurzun, también confirmó los delitos por asociación ilícita y lavado de dinero. Es que sospecha es que los acusados sobre los integrantes de la Escuela Yoga de Buenos Aires les exigían una “membresía” mensual o bien los desapoderaban de sus bienes para luego integrarlos al circuito financiero legal.
Por su parte, el juez Martín Irurzun sostuvo que “si bien la investigación se encuentra en pleno desarrollo, a mi criterio existen elementos que permiten acreditar, a esta altura y con el grado de certeza que la instancia instructoria exige, que efectivamente existió un mecanismo de manipulación de la voluntad que fue la herramienta principal para la concreción de los fines ilícitos buscados, siendo la efectividad del método natural consecuencia del tiempo transcurrido”.
En el extenso fallo, los jueces repartieron críticas sobre la investigación del juez Lijo y los fiscales Carlos Stornelli y Alejandra Mangano. (Télam)