Multitudinarios “banderazos” en distintos puntos del país
Miles de manifestantes ganaron las calles, en pleno pico de la pandemia de coronavirus y sin mayor resguardo de la distancia social. Protestaron en contra de la reforma judicial que impulsa el Gobierno y en reclamo de una mayor flexibilización de la cuarentena, entre otros puntos.
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El abanico de reclamos que llevó a miles de argentinos a romper el aislamiento obligatorio se concentró en el rechazo a la corrupción de dirigentes y exfuncionarios kirchneristas, repudio a la “impunidad”, y en contra la inseguridad.
En la ciudad de Buenos Aires, el epicentro fue el tradicional Obelisco, con una larga caravana de vehículos cubriendo por completo la avenida 9 de Julio y haciendo sonar las bocinas, en general enarbolando banderas argentinas.
Marchas de protesta se registraron también desde primera hora de la tarde en diferentes barrios porteños, con nutridas concentraciones de vecinos en puntos como la esquina de avenida Cabildo y Juramento o en Rivadavia y Acoyte, y frente a la quinta presidencial de Olivos.
En ciudades como Rosario, Santa Fe, Tucumán, Córdoba, Mendoza, Salta y Mar del Plata, entre otras, también hubo marchas de protesta contra el Gobierno.
En la zona del Obelisco volvieron a producirse episodios de violencia contra periodistas del móvil de C5N, que fueron agredidos con insultados y empujados, al punto que tuvo que intervenir la Policía de la Ciudad con un doble cordón de infantería para separar a los agresores, lo que llevó a que tuvieran que interrumpir su trabajo en el lugar.
“Cómplices de la corrupción”, “traidores a la patria”, fueron algunas de las consignas que lanzaron los manifestantes, y una joven fue interceptada por la Policía por arrojar un “huevazo” contra móviles periodísticos.
En Buenos Aires también se reunió una cantidad importante de personas frente a la Quinta Residencial de Olivos, y en la esquina de Juncal y Uruguay en el barrio porteño de Recoleta, donde reside la vicepresidenta Cristina Kirchner, a quien caracterizaron como “chorra” y exigieron que “vaya presa”.
En el Obelisco, donde colocaron un muñeco inflable gigante de Cristina Kirchner con un traje a rayas, en un principio hubo un acatamiento general de la distancia social que exigen los protocolos, pero a medida que se fue aglutinando más gente la situación se fue de control y en muchos sectores se vio a gente amontonada, sin distancia social.
Convocatoria
Con una frase de San Martín y una imagen de una marcha callejera, el PRO convocó desde temprano en redes sociales a concurrir al espacio público, incumpliendo con la cuarentena que dispuso el Gobierno nacional y también el porteño de Horacio Rodríguez Larreta.
De hecho, Patricia Bullrich llegó en auto al centro porteño cuando comenzaba el banderazo, y se bajó del vehículo para grabar un video dirigido al presidente Alberto Fernández.
“Vengo a decirle al Presidente que la cuarentena puede que no exista para él. Pero sí existe para un montón de gente que la está pasando mal y que está sin trabajar”, señaló.
Por otra parte, la exministra de Seguridad dijo que “no se puede hacer una Justicia a la medida de la impunidad”.
El actor Luis Brandoni, otro de los convocantes del “17A” llegó al centro acompañado por el exsecretario de Medios macrista, Hernán Lombardi.
“Comprenda presidente que hay un pueblo reclamando”, expresó el artista, en tanto que el ex funcionario de Cambiemos pidió que no avance la reforma judicial.
“Le decimos no a la impunidad de los corruptos. Somos pacíficos ejerciendo el libre derecho a protestar, cuidándonos, con aislamiento social porque somos responsables”, completó Lombardi. NA
********* relacionada
Santiago Cafiero pidió perdón
a los trabajadores de la salud
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, pidió “perdón” a los trabajadores de la salud que “están poniendo el cuerpo todos los días por no haber logrado evitar que la oposición buscara otra manera de protestar”, que no pusiera “en riesgo” la salud de la gente.
Cafiero se refirió así al “banderazo” del “17A” que, en abierto desafío al aislamiento obligatorio, reunió a miles de personas en las inmediaciones del Obelisco, en otros puntos de la Ciudad, y en las principales ciudades del país, en medio del pico epidemiológico.
El temor de Cafiero es que las multitudinarias concentraciones, en las que se vio a mucha gente sin tapabocas y sin respetar la distancia social, aceleren la transmisión del coronavirus y dentro de unos días los centros de salud no den abasto con la demanda para atender a los enfermos.
“Cuando todo esto pase, la enorme mayoría de los argentinos vamos a poder decir que promovimos la solidaridad y que honramos la memoria de los muertos por esta enfermedad”, indicó Cafiero.
Y agregó: “Entre esa enorme mayoría va a haber hombres y mujeres de todo el país y de todos los partidos. Pero también habrá una minoría que no va a poder decir esto cuando mire a los ojos a sus hijos”. NA