Villa Crespo: investigan si el crimen familiar fue producto del “Síndrome de Amok”
La mujer, señalada como autora del femicidio vinculado, habría atravesado un episodio de descontrol extremo. Su profesor de inglés habló por primera vez y reveló mensajes previos al hecho.

La Justicia investiga si Laura Leguizamón, señalada como autora del crimen de su familia en Villa Crespo, pudo haber actuado bajo un episodio de pérdida total del control conocido como “Síndrome de Amok”, un trastorno raro y extremadamente violento.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailSegún las primeras hipótesis, la mujer habría asesinado a su marido y a sus hijos en el domicilio familiar antes de quitarse la vida. El caso conmocionó a todo Buenos Aires y abrió interrogantes sobre el estado mental de Leguizamón en los días previos al crimen.
El Síndrome de Amok es una alteración del comportamiento descripta por primera vez en el siglo XVIII por exploradores occidentales en Asia. El término proviene del malayo mengamok, que significa “atacar ferozmente con pérdida total de control”.
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Este trastorno se caracteriza por estallidos repentinos e intensos de agresividad, muchas veces dirigidos contra personas del círculo íntimo. Por lo general, estos episodios van precedidos de una etapa de retraimiento, angustia o conflictos emocionales no expresados. En muchos casos, quienes lo padecen también atentan contra su propia vida al finalizar el brote.
Habla el profesor de inglés de la familia
En las últimas horas, Rolando Russel, profesor de inglés de los hijos de Leguizamón, rompió el silencio y compartió su testimonio con Telenoche. “Era una familia normal, sonreían todo el tiempo. Nunca les vi ningún problema. Siempre los vi felices”, aseguró conmovido.
Russel reveló además un mensaje de voz que le envió Laura poco antes del hecho: “El sábado pasado tuvimos un problema, perdón que nadie te avisó. Pero este sábado seguro. Así que yo me encargo, no te preocupes”.
El contenido del mensaje se analiza como parte del contexto emocional previo a la tragedia, mientras se espera el avance de los peritajes psicológicos y psiquiátricos para determinar si Leguizamón atravesaba una crisis no diagnosticada.
La investigación continúa bajo el seguimiento de la Fiscalía Criminal y Correccional interviniente, que deberá determinar el móvil exacto y si existían antecedentes clínicos o señales de alerta previas.