No se queje si no se queja

El lector Federico Herrera hizo llegar su planteo al espacio No se queje si no se queja, acerca de un trastorno cotidiano que padecen los frentistas. Se presentó como “un vecino indignado” por la obra que se emplaza en la cuadra de calle Pinto al 1000, entre Santamarina y 4 de Abril. “Siempre hace lo mismo, ahora no solo cortaron la vereda si no la mitad de la calle”, detalló.