No se queje si no se queja
Armando Rogelio Castaño escribió a miqueja@eleco.com.ar para compartir con los lectores de El Eco de Tandil una situación que lo inquieta y que tiene que ver con el Dique del Fuerte, uno de los paseos más emblemáticos de la ciudad.
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“Desde hace varios años que, con mis casi 86 años, transito la zona del Dique, por la cual realizo mi caminata semanal, y hace ya mucho tiempo que observo el deterioro de la zona peatonal del murallón”, relató.
Y agregó que “la misma está repleta de baches, grietas y varias rocas propias del desprendimiento del cemento que, combinados con los días de lluvia, se hace imposible el ingreso”.
En ese sentido, señaló que “a su vez, la accesibilidad al mismo es compleja para personas con movilidad reducida. La semana pasada observé cómo un joven en sillas de ruedas necesitó de la asistencia de dos personas para ingresar y luego transitarlo”.
Para cerrar, expresó que “pensando que es uno de los puntos más visitados de la ciudad por los turistas, con vistas únicas al Lago y la ciudad, ¿no les parece que debería estar en la condiciones adecuadas?”.