A tres años del homicidio, la mamá de Ayelén Rolando sigue aguardando por Justicia
Ayer se conmemoró el triste tercer aniversario del homicidio de Ayelén Rolando, cuyo crimen aún aguarda por definiciones procesales que resuelvan la responsabilidad penal de quien se sospecha como único responsable, su propio hermano.
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En ese marco, su mamá, María Laura Balmaceda, hizo saber su impotencia frente a la dilación sobre la instrucción porque mientras tanto “el asesino está libre”.
La mujer se dijo desconsolada ante el tiempo transcurrido en el que aún no se conoce por definiciones en torno al esclarecimiento del asesinato de su hija en el domicilio de Brandsen al 300, y si bien tomó conocimiento de los recientes avances en la pesquisa, guardó recelo y desconfianza sobre lo que será el desenlace del debate por venir.
En efecto, según este Diario pudo confirmar, el expediente ya quedó en manos del Tribunal Oral Criminal del Fuero Penal Juvenil de Azul, quien propiciará el debate en fecha a confirmar, una vez cumplimentada la etapa de presentación de pruebas de las partes.
Por lo que pudo conocerse, desde la fiscalía a cargo de María de los Angeles Marsiglio ya se presentó todo el caudal probatorio con un extenso listado de testigos que serán citados para el respectivo juicio, y ahora el Juzgado dio traslado a los defensores particulares (de parte del acusado y en representación del padre como particular damnificado) para que ofrezcan sus respectivas pruebas, como objeciones a lo expuesto por el Ministerio Público Fiscal.
Una vez cumplimentada la audiencia preliminar, será el Tribunal quien confirme la fecha del juicio que, se especula, podría realizarse entre el mes de septiembre, octubre, tiempo en que finalmente se resolverá la suerte procesal del joven señalado por el homicidio, ocurrido el 21 de agosto de 2014 en su casa de Brandsen al 300.
La antesala
Como oportunamente se detalló en estas páginas, la investigación ya fue culminada por la fiscal con la respectiva imputación, definición que fue ratificada por el Juzgado de Garantías del Fuero Penal Juvenil, presidido por la jueza Mabel Berkunsky, quien elevó la causa a juicio, acusando al hermano de la víctima de resultar el autor material del homicidio.
La magistrada rechazó las nulidades esgrimidas y tuvo en cuenta lo planteado por la fiscal María de los Angeles Marsiglio, resolviendo así elevar a juicio la instrucción penal, pero el defensor Ariel Pellegrino apeló la resolución de la jueza, decisión que también fue ratificada por Cámara de Apelaciones.
Al decir de la acusación, peritajes en mano, la fiscalía está convencida de su hipótesis que se mantuvo desde las primeras horas del macabro hallazgo, aquella que alude a la responsabilidad del hermano de la víctima.
El último elemento que terminó de robustecer la acusación fue el peritaje realizado en La Plata sobre la soga que oportunamente se secuestró en la escena del crimen de Ayelén (14), quien presentaba signos de haber sido estrangulada. En ese tiempo y lugar, quien estaba en dicha escena era el propio hermano de la menor.
Respecto al peritaje, se trató de un barrido electrónico en la soga secuestrada, cuyos resultados fueron “positivos” para la acusación. Es que dicho barrido no hizo más que corroborar los rastros de ADN de la víctima, el victimario y la soga.
Con dicho estudio, para la fiscalía ya no hay margen para mayor caudal probatorio y el asunto merece ir a juicio para su resolución.
Cabe reseñar que ante la posibilidad que la magistrada considere que aún no hay pruebas suficientes para endilgar la autoría del homicidio, la fiscal se vio obligada a incorporar subsidiariamente el delito de “encubrimiento”, puesto que de no acreditarse su autoría como mínimo estaría “plenamente probado” que el menor estuvo en el lugar de los hechos y no aportó, no colaboró para que se esclareciera la autoría del asesinato de su hermana.
Para la acusación, el 21 de agosto de 2014, aproximadamente a las 20.22 y las 21.15, el joven señalado con la “unívoca intención de matar a su hermana irrumpió en el interior del único baño del domicilio de Brandsen 320, donde se encontraba Ayelén, que fue sorprendida desde atrás por el menor quien, utilizando un elemento estrangulante con ambas manos de manera intempestiva, lo colocó sobre el cuello de la niña e inmediatamente ejerció presión constrictora del elemento con fuerza hacia el cuerpo, generando de esta forma una maniobra de estrangulación homicida que produjo la asfixia mecánica, causándole la muerte a la víctima por paro cardiorrespiratorio traumático”.
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